El amor comenzó con el primer encuentro
Capítulo 568

Capítulo 568:

Había una vez una hermosa leyenda sobre el amor que dice: «Si un hombre te lleva a ver un mar de sepias fluorescentes, cásate con él».

Esto quiere decir que si un hombre se esfuerza por traerte momentos románticos, entonces merece la pena que te quedes con él.

Una noche, una mujer madura y seductora visitó a Hannah en su apartamento. La mujer era conocida como Viuda Negra. Sentada frente a Hannah, pasaba el rato perezosamente en el sofá, cruzando las piernas seductoramente. Tenía los ojos pintados tan oscuros como la noche, que recordaban a alguna peligrosa criatura nocturna. Ociosa, miró a su alrededor y dijo en tono comedido: «¡Qué vida más desgraciada! Nunca imaginé que la Familia Song viviría en tan malas condiciones después de que el señor Song abandonara sus negocios». Desviando sus encantadores ojos hacia Hannah, la mujer se%y preguntó perezosamente: «Me pregunto por qué me habrá invitado aquí la Señorita Song».

Un destello de desdén brilló en los ojos de Hannah tras oír sus palabras.

Sin embargo, no mostró ni un signo de desprecio en su rostro ni en su tono. «Me han dicho…» tras una pausa, Hannah continuó, «…que eres cautelosa a la hora de vender tus cosas, ¿Verdad?».

«Parece que te has frenado e incluso has dejado de venderlas. ¿Cómo es posible que una narcotraficante profesional como tú haya tenido semejante percance?», preguntó mientras ponía cara de póquer, señalándole sus palabras.

Durante mucho tiempo, Viuda Negra se había dedicado al tráfico de dr%gas. Como conocida narcotraficante, poseía todas las cualidades propias de una persona despiadada, feroz y sensible. En los bajos fondos, era una de las mejores. Por eso, era bastante increíble oír tales noticias sobre ella. Por su situación actual, ya había adivinado por qué la habían llamado en cuanto recibió la invitación de Hannah. Al oír sus palabras, la Viuda Negra hizo una pausa antes de preguntar con arrogancia: «¿Le interesan mis asuntos, Señorita Song? ¿Quizá quieres ayudarme a difundir mis cosas?».

«Hace tiempo que mi abuelo dejó de relacionarse con cosas tan sucias. Todo el mundo lo sabe». Hannah tomó un sorbo de café con elegancia, manteniendo el aplomo. Continuó: «Ni una sola persona de nuestra familia puede dedicarse al negocio de la dr%ga, nunca más. Es una norma establecida por mi abuelo y todos los del círculo también son plenamente conscientes de ello».

Con sus palabras, estaba claro que Hannah pretendía algo. Viuda Negra permaneció callada, sin responder. Permaneció paciente y esperó a que fuera al grano.

Al darse cuenta de que Viuda Negra empezaba a captar la indirecta, Hannah dijo: «Ahora la policía te vigila de cerca. Si esta situación se prolonga durante tres meses y tus dr%gas permanecen estancadas en el almacén, creo que no podrás pagar a tus traficantes del Triángulo de Oro. Os quedaréis cortos de fondos». Tras decir esto, hizo una pausa y continuó: «Si eso sucede, ya sabes lo que ocurrirá después. Tu nombre figurará en la lista negra mundial y todos los narcotraficantes del mundo conocerán tu descrédito».

«Sé que eres inteligente.

Entiendes lo que intento decirte, ¿Verdad?», terminó con calma.

Al oír sus palabras, Viuda Negra no pudo comprender si trataba de ayudarla o de amenazarla. Muda fundada, ensombreció inmediatamente su rostro. Estaba más allá de sus expectativas que Hannah le hablara de esa manera. Para ella, Hannah no era más que una niñita que se escondía detrás de los pantalones de su abuelo.

«Antes de que saques tus conclusiones, sería mejor que me escucharas antes de enfadarte conmigo. No he venido a burlarme de ti ni a exponer tus problemas», dijo Hannah al ver la expresión ensombrecida de la seductora mujer. «Te he llamado porque quiero hacer un trato contigo, un trato que nos beneficiará a los dos.

Ahora, ¿Te interesa escucharme?», terminó.

«¿Ah, sí? Hablemos de ello», pronunció Viuda Negra mientras le lanzaba una mirada curiosa y altiva.

En el fondo de su corazón, Hannah estaba nerviosa, pero su miedo a desafiar el deseo de su abuelo distaba mucho de su deseo de conseguir lo que anhelaba. Bajando los ojos para evitar la mirada de la mujer, dijo: «Te cubriré para que puedas vender tus dr%gas hasta que alcances lo que Triángulo de Oro exige de ti. Y haré todo lo posible para ayudarte a conseguir tu objetivo», terminó, sonando más feroz y segura que nunca. Sorprendida por sus palabras, Viuda Negra miró a la joven que tenía delante con ojos llenos de dudas. Al notarlo, el desprecio de Hannah hacia ella se intensificó. Sentía que nunca había tomado en serio sus palabras y temía que aquel encuentro acabara en vano. «No me mires con esa expresión. Lo creas o no, la Familia Song sigue teniendo su propia red, a pesar de habernos limpiado las manos de industrias tan sucias durante tantos años. Como dice el viejo refrán, un camello hambriento sigue siendo más grande que un caballo. Nuestro poder no está tan minado como has visto superficialmente».

Las palabras de Hannah reflejaban el poder que poseía de su familia. Esto hizo que Viuda Negra se sumiera en el silencio. Era plenamente consciente de lo influyente que era la Familia Song en Ciudad A, a pesar de su intento de mantener un perfil bajo durante los últimos años. «Si es así, ¿En qué puedo ayudarte, jovencita?», preguntó la mujer narcotraficante.

Para ser sincera, la promesa de Hannah era demasiado tentadora. Sin embargo, no temía si las condiciones de Hannah irían más allá de sus capacidades. Gracias a la bocaza de Daniel, ya había adivinado qué era lo que podría querer a cambio de su tentadora promesa.

«No tengo la costumbre de hablar mucho. Si consigues vender tus dr%gas con éxito en el plazo de tres días tras recibirlas de tu proveedor, entonces te diré lo que necesito que hagas por mí», respondió Hannah en tono autoritario.

Sin palabras, Viuda Negra asintió ante las arrogantes palabras de Hannah. Puede que sus palabras fueran tentadoras, pero en el fondo, seguía manteniendo una actitud desdeñosa hacia la joven. ¿Quién te crees que eres? No eres más que una chiquilla que vive bajo la protección de tu abuelo’, pensó para sí, pues no quería tener a una jovencita mandoneándola. Sin embargo, sabía que necesitaba un poco de ayuda y Hannah era una buena opción. Aunque tu abuelo quisiera volver y recuperar su antiguo poder, en esta época no sería fácil. Sin embargo, seguiremos rindiéndole pleitesía si hace un buen trabajo que nos beneficie. Pero si no lo hace, nadie recordará su antigua reputación.

Por mucho que se esfuerce’, prosiguió en su mente.

En el mundo actual, sólo el dinero es el rey». terminó diciendo la Viuda Negra, con desprecio hacia Hannah en su corazón.

A pesar de su acalorada conversación, por otro lado, Molly se sentía la chica más afortunada del mundo aquella noche. En efecto, fue una noche llena de muchas sorpresas. Sucedieron muchas cosas, y pasaron tan deprisa que dudó de que todo fuera un sueño. Desde la conmovedora cena de cumpleaños hasta el anillo de diamantes azules, pasando por el testimonio de boda ante Dios, tan excéntrico pero impresionante, todo parecía tan surrealista. Y después de todo, este momento romántico a solas con Brian llenaba su corazón de tanta felicidad.

Bajo la luz de la luna, Molly estaba descalza en la tranquila playa. Este lugar estaba cerca de la iglesia, lejos del ruido y el alboroto del casino. Al ser una zona sin urbanizar, sólo acudían unas pocas personas durante el día y por la noche no se veía ni un alma. O, probablemente, la habían dejado vacía porque alguien quería compartir este tranquilo lugar a solas con su amada.

Sintiéndose aún surrealista, Molly se quedó mirando las olas junto al mar, que reflejaban tenues luces azules bajo el resplandor. Las centelleantes luces fluctuaban según subía y bajaba la marea. Las tenues luces azules se movían todas al mismo tiempo, que deslumbraban sus ojos.

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