El amor comenzó con el primer encuentro
Capítulo 246

Capítulo 246:

«Señor Long, hay diez soldados, todos elegidos a dedo, de Ciudad A, esperando la orden.

Pero existe la posibilidad de que… Estén aquí para asesinarte». le advirtió Vincent al teléfono, con los dedos girando sobre el cable.

«De acuerdo», sin dejar traslucir ninguna emoción. Se arrodilló y le cambió la bolsa de hielo a Molly. «¿Hay algún progreso?», continuó. Su rostro era el de una piedra: frío y pálido.

«Tenía razón, señor. Justin Yan estuvo en la Isla del Dragón durante sus vacaciones». respondió Vincent, «pero no todo el mundo lo sabe debido a la política».

Brian frunció los labios: «Pero ya sabes -dijo, sarcástico-, Richie no es muy bueno guardando información. ¿Eh?»

Vincent no sabía qué decir: todo el mundo en la Agencia de Inteligencia XK sabía de lo que era capaz la familia de Brian. Para Vincent era aún más complicado porque trabajaba para ambos. A menudo no sabía a quién debía ser más leal. «Señor Long, acabamos de enterarnos por casualidad y, aun así, nada de esto es información confirmada», explicó Vincent.

Brian no sabía qué pensar de esto. Sin embargo, creyó a Vincent. Comprendía lo difícil que era intentar sonsacarle algo a Richie: Vincent debía de haber pagado un dineral para sacárselo. «¿Qué ha estado haciendo?

Richie, quiero decir», preguntó Brian.

«El Señor Long llevó ayer a la Señora Long al glaciar Matterhorn». contestó Vincent, con la voz en un tono neutro, como siempre la mantenía.

Brian sonrió al pensar que Richie había llevado a Shirley. Admiraba eso de ellos.

«Muy bien. Tu trabajo aquí ha terminado. Lo que ocurra después ya no te concierne», dijo Brian con tono de finalidad. Mientras pronunciaba estas palabras, miraba fijamente a Molly a los ojos.

«Estos soldados elegidos a dedo…».

«No significan nada para mí». dijo Brian, con dureza, antes de colgar el teléfono. Puso la palma de la mano en la frente de Molly. «Ya está mejor», pensó Brian.

Brian podía respirar mejor ahora que Molly empezaba a recuperarse de la fiebre. Hizo un gesto con la mano para indicar a Lisa que empezara a preparar la comida. Antes de salir de la habitación, Brian se volvió una vez más para echar un vistazo a Molly y comprobar si realmente se estaba recuperando; parecía que sí. Brian se dirigió a la sala de estudio para esperar la llegada de Harrow.

Cuando llegó Harrow, Tony lo acompañó a la sala de estudio. Brian estaba dentro escribiendo furiosamente en su teclado. Harrow había oído el nombre de Brian en la Agencia innumerables veces, pero ésta era la primera vez que lo vería. Tony conocía a Brian desde hacía bastante tiempo, pero verle trabajar con el ordenador seguía sorprendiéndole a veces.

Harrow vio la expresión de Tony y se preguntó a qué se debía. Miró a Brian, que seguía tecleando, e hizo un gesto hacia Tony como preguntándole qué estaba haciendo.

Tony cambió la mirada entre Harrow y Brian. Sabía lo que estaba haciendo Brian: estaba pirateando la base de datos de Richie. Sabía que lo más sensato era dejar a Brian en paz, pero, por desgracia, no pudo contener lo que decía: «Señor Long, si su padre se entera de lo que ha hecho… Me temo que no va a ser una imagen muy bonita».

«Puedo afrontarlo». Brian levantó la voz, un poco a la defensiva. Seguía trabajando duro en su ordenador. Al cabo de un rato, se oyó un pitido, según la expresión de Brian, no pudo piratear la base de datos. «Richie lo sabía. Me tendió una trampa», murmuró Brian.

Tony no sabía nada de piratería informática, pero conocía a Richie y no le sorprendió que le tendiera una trampa a Brian. Richie debía de haberlo previsto, debía de llevar tiempo esperándolo. Sabía que Brian iba a intentar piratear su base de datos. Lo sabía desde el principio. Llevaba tiempo preparándose para esto. Era evidente.

Brian tardó un rato en espabilarse: durante unos segundos se quedó sentado mirando el monitor. Cuando lo hizo, fue rápido. Apagó el monitor y giró la silla para quedar frente a Harrow: «Bueno, Harrow, ¿Cómo va el trabajo?».

«Rory Yan tiene los ojos puestos en MT desde hace tiempo. Planea convertirse pronto en accionista. Pronto como dentro de tres días», añadió Harrow, «Cuando se convierta en accionista, las acciones caerán al 20%, y al día siguiente otro 10%».

«¿Se puede liquidar?» preguntó Brian, con voz queda.

Harrow sabía que Brian no le había pedido su opinión, pero se la ofreció de todos modos: «Es un proceso bastante largo, señor. Por no decir extremo. ¿No afectará a la Señorita Yan?».

Brian se echó hacia atrás: «Haz lo que te digo. yo me ocuparé del resto. No tienes por qué preocuparte. No es asunto tuyo». Aunque era cierto que Brian quería a Becky, su familia era otra historia. Tenía que aprender a separar las dos cosas: el amor y los negocios. Y esto eran negocios.

Harrow se encogió de hombros: ¿Qué podía hacer? Su trabajo consistía en hacer lo que Brian le dijera. ¿Pero manipular las acciones hasta reducirlas un 30%?

Eso es algo que te hace subir la adrenalina sólo de pensarlo.

…

Isla QY Eric paseaba por la playa con gafas de sol, pantalones cortos de playa, chanclas y un refresco en una mano. Era la imagen de las vacaciones. Eric saboreaba los granos de arena que sentía en el pie y el brillo del sol al incidir sobre el agua azul y transparente.

Lenny estaba tumbada en su silla de playa, boca arriba, con las gafas de sol puestas, disfrutando de la luz del sol. Llevaba días haciéndolo y su piel ya no tenía un velo claro y pálido, sino que había sido sustituida por un bronceado dorado.

Lenny vigilaba a Eric: era su trabajo como guardaespaldas de Eric. Tenía que tener un sentido de la responsabilidad y de la protección hacia él; si llegaba el caso, podría pedírsele un sacrificio. Sin embargo, por mucho que lo intentara, seguía sintiéndose atraída por Eric, algo que nunca podría explicar, aunque lo intentara, aunque supiera lo arrogante que era Eric.

Frunció los labios, decepcionada consigo misma por no poder controlar sus pensamientos. Eres la guardaespaldas de Eric», se recordó a sí misma. Y sólo el guardaespaldas de Eric, nada más», añadió.

Volvió a mirar a Eric, que ahora estaba hablando por teléfono.

«¿Becky va a volver? preguntó Eric. Parecía preocupado, no contento. Eso era automático en él. Ni siquiera se daba cuenta de lo preocupado que estaba.

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