Dulce esposa mía
Capítulo 899

Capítulo 899:

Heredera de la buena presencia de Natalia y Archie, Anne presumía de una belleza impresionante.

A pesar de ello, empezó a vigilar su figura.

Natalia descubrió que Anne estaba reduciendo secretamente su dieta, rehuyendo la carne y tomando únicamente verduras y frutas bajas en calorías.

Natalia estaba algo preocupada.

Sabía que lo que más importaba a los niños de la edad de Anne era el crecimiento y la nutrición, y no la apariencia.

Por eso, Natalia intentaba por todos los medios alimentar a Anne con carne en todas las comidas.

Como no tenía más remedio, Anne comía la carne que Natalia le daba.

Luego preguntó con curiosidad: «Mamá, ¿con quién está hablando papá por teléfono?».

Natalia miró a Anne y le dijo tranquilamente: «No tiene nada que ver con vosotros».

«De acuerdo», respondió Anne.

La niña engulló su comida y dijo: «Ya he terminado».

Siguiendo el ejemplo de su hermana, Oliver dejó de comer.

Dejó los cubiertos y declaró con voz infantil: «Mamá, yo también he terminado».

Natalia miró a los dos niños con resignación.

Les limpió la boca y dijo: «Pues a jugar». Con una ovación, los niños corrieron inmediatamente a la sala de juegos.

Al verlos, Natalia esbozó una sonrisa silenciosa y sacudió la cabeza.

Sentada sola a la mesa, contemplaba la suntuosa comida sin apetito.

Miró hacia atrás y vio que Archie seguía al teléfono, de espaldas a ella.

Frunció las cejas.

Aunque Felix no dejó claro por teléfono para qué llamaba, Natalia intuyó instintivamente que se trataba de algo de gran importancia.

De lo contrario, el orgulloso Felix nunca vendría a Archie.

Así que pensando, Natalia bajó los ojos, sintiendo un rastro de alarma.

En poco tiempo, Archie terminó la llamada.

Al verlo de vuelta, Natalia preguntó de inmediato: «¿Qué pasó? ¿Para qué te llamó Felix?»

Archie le lanzó una mirada tranquila, le devolvió el teléfono y dijo: «Terminemos de comer y luego te cuento».

A Natalia se le atragantaron sus palabras.

Aumentó su curiosidad, pero no dijo nada más y siguió comiendo.

Después de cenar, Natalia pidió a dos niñeras que cuidaran de los niños en la sala de juegos y los acostaran a tiempo.

Luego ella y Archie subieron al dormitorio.

Al entrar en el dormitorio, Archie dijo: «Felix quiere aliarse conmigo, dice que ha descubierto quién fue el que manipuló tu avión y fue a por ti antes».

Natalia se quedó atónita.

Abrió los ojos con incredulidad.

Después de que Nancy y ella volvieran sanas y salvas del accidente de avión, habían enviado a muchas personas para que investigaran el caso y descubrieran a los manipuladores entre bastidores.

Habían enviado un grupo tras otro de personas, pero no había habido noticia alguna.

Finalmente, habían obtenido un poco de información sobre el paradero de los asesinos que habían ido tras Natalia.

Sin embargo, cuando llegaron al lugar, hacía tiempo que los asesinos estaban muertos, sus cuerpos casi reducidos a huesos.

Era obvio que los habían matado al instante, cuando el plan había fracasado.

Los manipuladores entre bastidores eran tan crueles y contundentes que no dejaban pistas sobre ellos.

La familia McCarthy sólo podía ejercer su poder en Ambario, mientras que el lugar donde ocurrió el accidente de Natalia estaba en el extranjero y más allá de su dominio. Con otras cosas ocupando su atención, la investigación, aunque seguía en marcha, había dejado poco a poco de ser su prioridad. La única precaución que tomaban ahora era reforzar la seguridad cuando salían cada día.

Ahora Felix les decía que había rastreado la identidad de los asesinos.

Fue una gran conmoción para Natalia.

Dudando un momento, preguntó: «¿Qué quiere decir con lo de formar equipo con vosotros? ¿Un equipo contra qué? ¿Y quiénes son esos asesinos?»

Archie dijo con voz grave: «No dijo nada al respecto. Sólo me dijo que mañana fuéramos a su casa a hablarlo cara a cara». Natalia vetó esa idea con prontitud.

«No, no te dejaré ir allí».

Archie le clavó una mirada profunda.

Natalia dijo con aprensión: «No conoces a Felix. Debe haber algún problema real que él no pueda manejar, o nunca te pedirá ayuda. Ahora que la familia McCarthy y la familia Bissel están en una relación tan delicada y tensa, Felix puede estar tendiéndote una trampa al llevarte allí, una trampa en la que caes directamente.»

«Pero es una oportunidad maravillosa», dijo Archie con calma.

Hizo una pausa y continuó: «No podemos vivir alarmados para siempre. Natalia, tuviste suerte de sobrevivir a su plan la última vez, pero ¿tendrás tanta suerte la próxima vez?

Ninguno de nosotros puede asegurarlo. Así que si realmente tenemos la oportunidad de descubrirlos, haré cualquier cosa por ello».

Natalia se quedó atónita ante las palabras de Archie.

Mirando fijamente sus ojos profundos y su semblante tranquilo y decidido, dudó.

«Pero…»

«Está decidido».

Archie dijo con decisión: «No te preocupes. No se atreverá a tenderme una trampa. Después de todo, el negocio doméstico de la familia Bissel está bajo mi control. Aunque sea un hijo ilegítimo resentido con su familia, seguro que espera conseguir su parte de los bienes familiares.»

«Así que no me hará ningún daño. Me ha pedido que vaya allí probablemente porque él y yo nos enfrentamos ahora a los mismos enemigos.»

«Si es así, él y yo nos convertimos en amigos. Incluso si la amistad es temporal, ambos podemos conseguir lo que queremos. Así que, ¿por qué no intentarlo?». Natalia se sumió en el silencio.

Las palabras de Archie la hicieron pensar de nuevo en la situación.

En realidad, ella no insistía en que Felix le tendiera una trampa a Archie. Era sólo que Felix le parecía un hombre demasiado sofisticado y astuto como para cooperar con él.

¿Cómo podía Felix hacer semejante favor a los McCarthy a cambio de nada?

Tiene que haber algo raro.

Pensando en eso, Natalia dijo con el ceño fruncido: «Está bien. Puedes irte, pero yo voy contigo».

Archie frunció las cejas.

Natalia dijo: «No discutas por eso, o ninguno de los dos irá».

Archie intentó detenerla. «Natalia, tú…»

«No lo escucharé».

Natalia lo interrumpió. Mirándole a los ojos, le dijo: «No me digas que me quede en casa por el bien de los niños. Archie, eres mi marido y comparto tus penas y aflicciones. Lo más importante es tu vida y tu seguridad. Si pasara algo malo, prefiero morir contigo que vivir sola». Archie se sintió profundamente afectado por las palabras de Natalia.

Su corazón se derritió y rebosó ternura.

Estaba abrumado de amor por Natalia.

Extendió la mano y estrechó a Natalia entre sus brazos.

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