Destinos entrelazados
Capítulo 290 - Una extraña para ella

Capítulo 290: Una extraña para ella

Todo esto fue inesperado para Charlotte.

«Suelta». La voz de Charlotte se volvió fría y su tono se volvió decisivo.

Diana negó con la cabeza y se abrazó a sus piernas: «¡Charlotte, por favor, voy a morir, voy a morir!».

Charlotte se mordió el labio inferior y no pudo contener las lágrimas.

«Es tu vida. Si tú no la valoras, ¿Por qué deberían valorarla los demás?». Charlotte volvió a increpar en voz alta.

«Diana, ¿Por qué? Es tu vida. Me llamaste para verme por última vez, pero te intentaste s%icidar. Te envié al hospital, pero me culpaste de haberte salvado la vida. ¡Y ahora me amenazas con la vida que te he salvado, diciendo que no quieres vivir más y que te entregue a mi marido! Diana, si no te conociera desde hace muchos años, ¡Realmente no me atrevería a creer que seas tú!»

«……»

Diana se quedó atónita, mirando a Charlotte con la cara llorosa y los ojos rojos.

Se conocían desde hacía muchos años y nunca había visto a Charlotte tan enfadada. Incluso después de su divorcio y de casarse con la Familia Moore, nunca había estado así, pero ahora…

Diana había conocido a Charlotte durante tantos años, ¿Cómo podía no tener sentimientos? Ahora viendo a Charlotte así, se sentía apenada, pero quería a Kennedy.

Sentía que quería estar con Kennedy. Si estaba con Kennedy, sería dos veces, no, diez veces buena con ella.

«Sé que no hay nada que pueda decir ahora. Lo siento. Pero……» Diana se mordió los dientes con fuerza.

Desde que había hecho eso, Diana ya no tenía vuelta atrás.

Pensando en esto, Diana miró a los ojos de Charlotte, puso su mano en su abdomen, «De hecho, hay otra razón por la que quiero estar con él. Charlotte, estoy embarazada».

…

Por un momento, Charlotte sintió que había algo mal en su oído, de lo contrario… ¿Cómo podría haber escuchado la impactante noticia?

¿Diana dijo que estaba embarazada?

«El niño es suyo, Charlotte, tú llevas el hijo de otro, pero yo llevo el suyo. Si te vas con Manfred, tal vez no sea embarazoso». La cara de Charlotte se fue poniendo pálida, incluso se olvidó de llorar.

«¿Dices que estás embarazada del hijo de Kennedy?» Charlotte temblaba, «¿Crees que te voy a creer? Es sólo un truco tuyo para engañarme».

Diana finalmente soltó sus piernas, se levantó del suelo, mirando a Charlotte,

«Charlotte, nos conocemos desde hace muchos años, nunca te he engañado. Ya sabes la clase de persona que soy. Nunca bromeo con cosas así».

Al oír eso, la cara de Charlotte se puso más pálida. Su delgado cuerpo parecía recibir un fuerte impacto.

Dio un paso atrás.

«No quería hablar de ello, pero… no tengo otra manera. Charlotte, incluso ahora, ¿Todavía no quieres entregármelo?»

Charlotte no podía escucharlo. Parecía real. Aunque no quería creerlo, ¿Diana no bromearía con ello?

Ante ese pensamiento, Charlotte frunció sus finos labios, miró fríamente a Diana y se dio la vuelta para marcharse.

Diana se cubrió el vientre sintiéndose complacida.

Parecía que la creía con toda probabilidad.

Ante ese pensamiento, Diana le dijo a su espalda: «Charlotte, si le gustas, no tendrá un hijo conmigo. Él es el Señor Kennedy de la Familia Moore, ¿Pero tú?». Al oír eso, Charlotte se congeló y la miró fríamente.

«¿Quieres llamarme mujer de segunda mano?»

Diana, «No quise decir eso. Sólo quiero decirte que tú y Kennedy no son del mismo mundo. Si intentas meterte a la fuerza en su mundo, vas a tener una vida muy miserable».

Al escuchar esto, Charlotte finalmente no pudo evitar reírse a carcajadas. Su risa duró mucho tiempo.

Diana se asustó con su risa. Preguntó: «¿Por qué te ríes?».

«Entonces, como mi amiga, ¿Crees que no tengo suficiente dolor?»

Diana, «…»

«La última vez dije que no podía perdonarte, pero podía entender tu amor por Kennedy, ¡Porque el amor es incontrolable! Pero hoy, retiro mis palabras». Charlotte se mordió el labio inferior, mirando firmemente a Diana. Dijo: «No mereces ser perdonada, Diana, después de muchos años por fin sé qué clase de persona eres. Ya no somos amigas».

Diana sintió que su corazón se pinchaba sin piedad, lo que la dejó sin aliento. Conmovida, miró a Charlotte: «¡Charlotte, yo, yo no quería decir eso! Te cuento todo esto por tu propio bien».

Mientras hablaba, dio un paso hacia delante como si fuera a coger la mano de Charlotte.

Charlotte retrocedió unos pasos para alejarse de ella. Su rostro y sus ojos se volvieron fríos.

«No seas hipócrita. No volveré a confiar en ti por lo que has dicho hoy».

Diana quiso subir de nuevo, pero de repente Charlotte gritó con fuerza: «¡Rebecca!».

Rebecca, Sebastian y Megan habían estado esperando fuera. Rebecca parecía haber oído algo y estaba preocupada, pero Sebastian la dejó sentarse tranquilamente, así que tuvo que sentarse y así sucesivamente.

Finalmente oyó que Charlotte la llamaba por su nombre, así que no pudo esperar a levantarse y empujó la puerta y entró corriendo.

«¡Señorita Moore!»

Cuando Rebecca se apresuró a entrar, Diana se quedó atónita. Parecía una criada para Charlotte. ¿Kennedy arregló eso?

Rebecca se acercó rápidamente a Charlotte y la encontró llorando. Se quedó paralizada en su sitio.

«Señorita Moore, por qué está…» Sacó un pañuelo de su bolsillo para Charlotte.

Megan y Sebastian siguieron a Rebecca a la sala. Al ver eso, Diana cargó en el suelo. Megan estaba allí para cuidar de ella, por lo que sólo podía ayudarla a levantarse. En ese momento, Charlotte cerró los ojos y dijo: «Vamos».

«Muy bien, Señorita Moore».

Cuando Rebecca la ayudaba a salir, Charlotte se sintió que desde el momento en el que saliera por la puerta, Diana sería una extraña para ella.

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Nota de Tac-K: Tengan una excelente noche, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. (ɔO‿=)ɔ ♥

Nota 2 de Tac-K: Gracias especiales por el apoyo al suscribirse Verónica, Betza Rivas, Elisaa Fernández, Diana Iglesias, Florismar Rojas y Melina Cantero, gracias n.n

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