Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO -
Capítulo 88
Capítulo 88:
La nueva jornada comenzó y Sofía llegó a la empresa dispuesta a poner al jefe en su lugar. Era hora de mostrarle a Ethan que no cabía en su vida, no importaba lo guapo y atractivo que fuera.
Mientras organizaba sus cosas en el escritorio, comenzó a preparar la agenda del jefe. Reunión con el departamento de propuestas para mañana y, por la tarde, una reunión con el equipo de marketing. Al día siguiente, Ethan tenía un viaje de tres días para cerrar nuevas asociaciones con los inversores.
«Tres días sin verlo, eso será un alivio», murmuró para sí misma, pensando en la paz que encontraría sin su presencia.
El sonido del ascensor la sacó de sus pensamientos. De él salió Ethan Smith. A pesar de querer mantenerse firme, al ver a ese hombre, su corazón se aceleró y sus piernas temblaron.
«¿Cómo puede ser alguien tan hermoso?», pensó mientras se levantaba para saludarlo.
«Buenos días, señor.»
«Tráeme mi café, necesito hablar contigo», dijo, entrando en su oficina.
Por su tono de voz, parecía nervioso, pero ella fingió que no le importaba. Mientras buscaba su café, pensaba en lo que Ethan tendría que decir. ¿Insistiría con la idea de ayer? Si ese fuera el caso, tendría que enfrentarlo.
«No conmigo, Ethan, busca a otra persona para tus juegos.»
Al golpear la puerta y escuchar que podía entrar, lo encontró sentado, revisando su celular.
«Aquí está su café, señor», dijo, colocando la bandeja en la mesa.
Él miró la bandeja y luego la miró a ella.
«Cancelarás tus compromisos en los próximos tres días», dijo.
«¿Por qué?», preguntó, confundida.
«Vamos a viajar.»
«Pero no me avisaron que mi presencia era necesaria en este viaje.»
«Te lo estoy avisando ahora. ¿No escuchaste?», dijo, sin esconder su impaciencia.
«Pero señor…»
«¿Realmente vas a cuestionar algo, Sofía?», la interrumpió, mostrando impaciencia.
«No, señor», respondió, recordando que en su contrato de trabajo había una cláusula sobre viajes de negocios, que requería su presencia si se solicitaba.
«Puedes tomarte un rato para organizar tus cosas. Salimos de madrugada», dijo, volviendo su mirada a la pantalla de su celular.
«Está bien.»
Se retiró de allí sin entender el motivo de su estrés. Debería ser ella quien estuviera nerviosa.
El destino del viaje era Japón, así que comenzó a investigar cómo estaba el clima allí. Pensó en qué ropa llevar, pero sus planes de paseos durante esos tres días se desmoronaron.
Cuando salía para avanzar en los preparativos, se encontró con su amiga Kate para contarle sobre el viaje.
«Recuerda mantener una relación profesional», la alertó Kate.
«¡Claro! Solo iremos a trabajar, cualquier conversación que se desvíe de ese tema será cortada», completó Sofía.
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