Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO
Capítulo 70

Capítulo 70:

«Creo que mi vida monótona se está volviendo demasiado agitada», reveló Sofía.

«¿Eso no es bueno?»

«No, no lo es. ¿Por qué las cosas suceden cuando no las quiero?»

«¿Qué pasó? Pensé que descansarías, ya que tomaste el día libre.»

«Ese era mi plan, pero Mateo me llamó y terminé saliendo de mi ruta.»

«¿En serio?» Kate se sentó en el sofá junto a Sofía. «¿A dónde fueron?»

Ella le contó lo que pasó con Mateo y el encuentro con Ethan en la tienda.

«Realmente, fue muy inoportuno», dijo Kate. «Lo escuché tanto que le respondí.»

«No necesitas responderle. Que piense lo que quiera.»

«Tienes razón. Lo único es que a veces siento que necesito darle explicaciones, como solía hacer antes.»

«Ya no es tu jefe. Y ustedes no tienen ninguna conexión. Como dije antes, él nunca te buscó, ni siquiera mandó un mensaje. No puede querer volver a entrar en tu vida como si el tiempo que pasó en silencio no hubiera interferido en nada.»

«Alienes razón», respondió Sofía.

«¿Qué pasa? ¿Acaso todavía te gusta él?» Sofía se quedó en silencio. «Necesitas ser sincera contigo misma. Si sientes algo por él, no necesitas esconderlo.»

Ella pensó por unos instantes antes de responder.

«No, no me gusta. Lo que pasa es que cuando lo veo, termino recordando el pasado, me siento confundida a veces.»

«¿Y eso?» preguntó Kate.

«¿Qué quieres decir con eso?» Sofía se levantó rápidamente del sofá. «¡No me gusta él! Es irónico, sarcástico, juega conmigo, además de ser un hombre comprometido», respondió nerviosa.

«Estaba preguntando sobre eso», respondió Kate, extrañada por la actitud de su amiga. «Solo quería saber si averiguaste algo sobre su relación, no necesitas ponerte así, sé que no te enamorarías de una persona como él.»

Sofía suspiró, dándose cuenta de que se había alterado sin razón. Pensar en Ethan la estaba dejando desequilibrada.

«No descubrí nada. Solo me di cuenta de que parece tan emocionado con su prometida como aparentaba el primer día.»

«Entonces, este matrimonio debe ser por conveniencia», concluyó Kate. «Descubrí que la prometida de él es la hija de un magnate, dueño de una gran constructora.»

«No esperaría menos. Esos ricos solo se casan con ricos.»

«Entonces, este matrimonio no es por amor, sino por dinero.»

«Amiga, despierta. Solo nosotros, los pobres, nos casamos por amor en estos días», se rió Kate.

«Quiero casarme con un chico rico, pero también que me ame», reveló Kate.

«Daniel es un buen partido, ¿no crees?»

«Sí, lo es. Es el primer chico que me trata como una princesa, además siempre me lleva a los mejores lugares de Nueva York.»

«Entonces aprovecha. Encontrar a un chico guapo que te ame y tenga dinero en el bolsillo, hoy en día, es una rareza.»

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