Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO
Capítulo 67

Capítulo 67:

«Está bien, por ahora lo que sé es suficiente.» La conversación entre los dos fue interrumpida por la llegada de Eva.

«Ya terminé, si quieres, podemos irnos,» dijo Eva a su novio.

«Está bien, te llevaré a casa de mis padres.»

«No quiero ir allí, quiero quedarme en el apartamento,» reveló, ignorando la presencia de Sofía. «Hoy es viernes, podemos pasar el fin de semana juntos.»

«Pero no vas a trabajar,» dijo él.

«Pero no trabajas los sábados.»

«Hubo un imprevisto, justo estaba hablando con Sofía de que necesitamos organizar algunos informes mañana.» Él miró a Sofía, esperando que confirmara su mentira.

Aunque no le gustaba mentir, el escalofrío en el tono de Ethan indicaba que si ella desmentía eso frente a la futura esposa, seguramente habría consecuencias.

«Sí, desde que el señor Ethan asumió la dirección, hay algunos asuntos que necesita revisar lo antes posible,» dijo Sofía, ayudándole a confirmar la mentira.

«Pero al menos cenaremos juntos, ¿verdad?» preguntó ella, con aire de decepción.

«Ya te he dicho que tengo horarios muy apretados, deberías conformarte con la tarde que me tomé.»

«Está bien, Ethan, ya entendí,» suspiró frustrada.

«Nos vemos mañana, Sofía, aprovecha para irte a casa y descansar también.»

La pareja se despidió de ella, dejándola con muchas preguntas en la mente.

En el primer día, Ethan parecía más interesado por la llegada de su prometida, pero ahora, parecía estar evitándola de alguna manera, como si no estuviera tan emocionado con el compromiso.

«Ya terminé,» dijo Mateo, sacándola de sus pensamientos.

«¿Todo salió bien?» preguntó ella.

«Sí, gracias por acompañarnos.»

«Espero que a Antonella le guste mucho y sea muy feliz.»

«¿Qué tal si salimos a cenar? Quiero agradecerte por hoy.»

«No necesitas agradecerme, no hice mucho.»

«Aun así, insisto.»

Ella asintió con la cabeza en señal de acuerdo. Antes de salir de la tienda, Mateo miró a su alrededor, como si estuviera buscando a alguien.

«¿Está pasando algo?» preguntó ella.

«¿Tu jefe y su novia ya se fueron?»

«Sí, ya se fueron hace un momento. ¿Por qué?»

«No me gusta ese tipo,» confesó. «Algo me dice que no es una buena persona.»

La confesión de Mateo la tomó por sorpresa. Era la primera vez que lo veía sacar conclusiones tan rápidamente sobre una persona.

«No deberías juzgar a las personas por su apariencia,» dijo ella, subiendo al coche con él.

«No estoy juzgando, estoy hablando de mi primera impresión. Tal vez no te diste cuenta, pero él apartaba los ojos de nosotros desde que nos vio entrar en ese lugar.»

«Probablemente se sorprendió al verme allí,» respondió ella. «Después de todo, esta es una tienda de lujo muy cara, no es común que una simple secretaria como yo frecuente este tipo de lugares.»

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