Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO
Capítulo 65

Capítulo 65:

La secretaria con el hombre que sabía que le gustaba le estaba causando incomodidad.

«¿Qué te parece este, cariño?» preguntó Eva a su prometido. Pero él no respondió nada, ya que tenía la mirada fija en algún lugar.

Mirando lo que Ethan estaba observando, Eva vio a Sofía probándose un anillo. Aunque se sentía insegura respecto a la secretaria de su novio, ya que se consideraba que ella era todo para él, no le gustaba ver a su futuro esposo tan hipnotizado por una mujer común.

«¿Por qué tanto silencio?» preguntó Eva a su prometido.

«¿Qué estás diciendo?» dijo él, volviendo su mirada hacia Eva.

«Está con su novio, por lo que veo, también están eligiendo anillos.»

«¿Y qué tengo que ver yo con eso?» preguntó él, algo nervioso.

«Me alegra ver que tiene un hombre que la controle. Si tu secretaria estuviera soltera, te pediría que pusieras a otra persona en su lugar.»

«¡Qué tontería, Eva! ¿Por qué no eliges ese anillo de una vez y nos vamos a casa?» replicó Ethan.

«Te estaba preguntando sobre las alianzas y parecías distraído,» respondió Eva.

«Te dije que no estaba de humor para esto hoy,» contestó él.

«Si no hubieras insistido, seguirías posponiéndolo más y más,» replicó ella.

«Está bien, elige cualquiera y vámonos,» dijo él.

«Lo elegiré sin apresurarnos. Usaremos el anillo que elijamos para el resto de nuestras vidas, no lo olvides.»

«Es solo un anillo,» respondió él, volviendo a mirar a Sofía, quien sonreía mientras admiraba otra alianza que Mateo colocaba en su dedo.

Aquella escena lo estaba incomodando. Si hubiera sabido que tomaría la tarde libre para esto, la habría dejado trabajando horas extras hasta tarde. De todo lo que pensaba sobre ella, no sabía que tenía pareja, y mucho menos que era este hombre con quien la comparó la noche en que se conocieron.

«¿Y este, Ethan, qué te parece?» Eva mostró otro par de alianzas. «Parecen más sofisticadas.»

«Elige cualquiera, yo me quedo afuera un rato,» dijo él, saliendo de allí.

Sofía se sintió algo incómoda frente a la empleada que la estaba atendiendo.

«Él no se está sintiendo bien hoy, aun así insistió en venir conmigo a elegir nuestras alianzas. Pensé que estaría nerviosa por el compromiso, pero siento que él parece más nervioso que yo,» mintió, disculpándose. Lo último que quería era que la gente murmurara sobre su relación.

«Entiendo, señorita. Deseo que todo salga bien con su compromiso,» dijo la mujer que la atendía. «Creo que ha hecho una excelente elección,» añadió, señalando la que más le gustaba.

«Gracias, me quedaré con esa,» respondió Sofía.

Entrando en la oficina con la asistente, Sofía sacó la tarjeta que Ethan le había dado para comprar lo que quisiera. Eligió una muy cara; no le importaba gastar el dinero de su prometido.

«Creo que esta es perfecta,» dijo Sofía, señalando el par de alianzas engastadas con tres diamantes que Mateo había elegido.

«Antonella y yo compramos las mismas,» dijo Mateo.

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