Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO
Capítulo 50

Capítulo 50:

«Eso no significa mucho. Hay hombres que envían flores y, en privado, son un desastre. Hablemos en serio, si él la quisiera, no habría salido esa noche contigo.»

«Tienes razón», admitió Sofía.

«Quizás sea un matrimonio por conveniencia. Y lo está haciendo por sus padres. Frente a eso, convencerá a su padre de que sea CEO de la empresa, tal vez su padre lo esté obligando a casarse por eso.»

«¿Tú crees?» preguntó reflexiva.

«Deberías saberlo tú. Esas historias que ves están llenas de situaciones como esa.»

«No estamos hablando de series, estamos hablando de la realidad. No creo que alguien se case sin amor solo porque sus padres lo obligan.»

«Amiga, en este mundo hay de todo. No descartes nada. Por si acaso, mañana investigaré sobre la vida amorosa de tu jefe», dijo Kate emocionada, levantándose de la cama.

«Para con eso. No es asunto nuestro.»

«¿Cómo que no? Él está en una relación y, aún así, te besó.»

«Eso sucedió porque estaba borracho.»

«Los borrachos solo hacen lo que desean cuando están sobrios.»

Rodando los ojos, Sofía vio cómo Kate salía de la habitación para acostarse y dormir.

Por la mañana, mientras se arreglaba para ir al trabajo, recibió un mensaje de Ethan. Le pareció extraño que su jefe estuviera tan tierno.

«¿Puedes hablar?», respondió un poco aprensiva.

«Vuelves a buscarme», la voz ronca de Ethan del otro lado de la línea la hizo estremecer.

«Dijiste que podía dejar el coche en la empresa.»

«Sí, lo dije, pero cambié de opinión, ¿puedo?»

«Claro que puedes», respondió ella, un poco despectiva. «Pero iré con mi amiga, no cambiaré mi rutina por tu culpa. Mi jefe, pero no puedes cambiar mi rutina sin previo aviso.»

«Como quieras respondió él. Solo respétame.»

Al decir esto, colgó el teléfono.

«¿Qué pasó? ¿Quién te llamó tan temprano?» Kate entró en la cocina, cuestionándola.

«¿Quién crees?» preguntó Sofía sin ganas. «Déjame adivinar, ¿se acordó de lo que hizo ayer y llamó para disculparse?»

«Ojalá, pero desafortunadamente ese no es el hombre que pide disculpas. Quiere que lo busque. Así que, ¿tienes mi café para que podamos irnos?»

«¿Qué tengo yo que ver con esto?» Kate preguntó, asustada.

«Estuve con su coche anoche. Como siempre vamos juntas a la empresa, decidí darme un paseo.»

«¿Quieres que vaya contigo a buscar al guapo?» bromeó Kate.

«Sí, aprovecha y obsérvalo de cerca.»

«No has tenido oportunidad de verlo de cerca, ¿verdad?»

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