Capítulo 47:

«A veces eres contestona, ¿sabías?», él la miró fijamente, haciendo que sus miradas se cruzaran.

«Solo cuando se pasan de la raya conmigo», respondió ella.

«¿Te estoy pasando de la raya ahora?», preguntó él.

«¿Tienes alguna duda al respecto?» Sofía levantó una ceja, tratando de mantenerse controlada. «Solo bebo un poco más de la cuenta.»

Aquí tienes la corrección del texto:

«¿No habías quedado en ver a tu prometida esta noche?», preguntó ella.

«No quise», respondió él.

«Seguramente ella tenía grandes expectativas», se arrepintió al darse cuenta de lo que acababa de decir.

«¿Leíste la nota en el sobre, verdad?», preguntó él, mirando los labios de ella.

«¡Por supuesto que no!», respondió rápidamente, pero los labios de Sofía temblaron.

«Sabía que lo leías», rió él. «Escribí a propósito, sabiendo que no resistirías y lo leerías para ver qué decía.»

«¿Qué quieres decir con eso?», preguntó ella, tratando de apartar la mirada de Ethan.

«¿Estabas celosa?», preguntó él.

«¿Por qué estaría celosa?», dijo nerviosa.

«Porque te gustó haber estado conmigo y te sentiste decepcionada al descubrir que yo era tu jefe. Aquella noche, mientras te besaba, dijiste que querías hacer eso siempre, ¿no recuerdas?»

El rostro de Sofía se ruborizó. Ella se esforzaba por olvidar, pero él la obligaba a recordarlo. Aquello parecía una tortura.

Realmente, él tenía razón. A ella le había gustado el hombre que conoció esa noche y había imaginado que podría conocerlo más, pero al enterarse de que era su jefe, sus planes se frustraron, aunque nunca lo admitiría.

«Te crees demasiado, Ethan Smith, deberías moderarte con la bebida.»

«Sé cuándo una mujer está interesada en mí, Sofía, no eres diferente a las demás.»

Sin decir nada más, él se acercó, tomándola por la cintura y uniendo sus labios con los de ella en un beso feroz y urgente. Sofía quedó totalmente paralizada; apenas percibía lo que estaba sucediendo. Aquel beso estaba bien, pero sabía que lo que estaba pasando no era correcto.

«¿Estás loco?», dijo, empujándolo y alejándose rápidamente.

«¿Por qué finges que te gustó?», le preguntó él mientras ella se apoyaba en una esquina del ascensor.

«¿Crees que puedes hacer esto solo porque pasamos una noche juntos? ¿Te olvidaste de que tienes una novia?»

«No sabes nada, Sofía», rió él. «Eres tan curiosa, pero parece que no te enteras de las cosas.»

«¿Por qué te ofendes?», preguntó ella confundida.

Antes de que él pudiera responder, la puerta del ascensor se abrió y Eva Thompson apareció de pie afuera.

«Ethan, ¿por qué tardaste tanto?», preguntó la prometida, sin haber notado la presencia de Sofía en un rincón del ascensor.

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