Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO -
Capítulo 37
Capítulo 37:
Sin querer continuar con esa conversación, ella preguntó qué debía hacer con la mujer después de recogerla.
«¿A dónde debo llevar a la señorita Thompson después de recogerla en el aeropuerto?»
«Llévala a la casa de mis padres,» respondió él. «Dile que estoy muy ocupado trabajando y la veré por la noche.»
«Está bien, haré lo que me pides.»
«Quiero que trates muy bien a mi prometida. Sofía, asegúrate de no hacer ninguna tontería, ¿me estás escuchando?» la advirtió.
«¿Usted tiene una prometida?» preguntó ella, incrédula.
La revelación de Ethan la tomó por sorpresa; no sabía nada sobre él, pero nunca había considerado la posibilidad de que tuviera una prometida. No quería hacer esa pregunta, pero al darse cuenta, ya estaba confrontándolo.
«¿Por qué la sorpresa en tus ojos? ¿Hay alguna objeción?» preguntó él, con un tono extraño, como si estuviera menospreciando su comportamiento. Ella debía trabajar en no ser tan evidente.
«No, no hay ninguna.» respondió, tratando de recomponerse.
«En realidad, aún no es mi prometida, pero estamos a punto de oficializar el compromiso, así que es solo cuestión de tiempo hasta que eso suceda.»
«Entiendo, señor.» respondió incómoda. «Si no desea nada más, saldré ahora mismo para ir a la floristería.»
«Puedes comprar un ramo para ti también.» dijo él.
«¿Por qué?» preguntó confundida.
«Dijiste que nunca recibiste flores, considera esto un regalo de mi parte.»
«No necesito eso.» respondió ella.
«Tú sabrás.» dijo él. «Solo estoy tratando de ser amable.»
«Agradezco tu amabilidad,» respondió con desdén. «Pero no lo necesito.»
«Sabes conducir, ¿verdad?» preguntó él.
«Sí, lo sé.» respondió.
«Eso es genial,» sonrió. «Tengo un coche de reserva en el estacionamiento, pide las llaves a mi chofer. Cuento contigo, Sofía, no me decepciones.»
«Puedes estar tranquilo, señor.»
Un sentimiento extraño se apoderó de su pecho. No sabía que se sentiría tan incómoda al enterarse de la relación de Ethan. ¿Cómo podía un hombre comprometido acostarse con otra mujer?
«Qué pregunta más tonta, Sofía.» Se dijo a sí misma, tomó su bolso y entró en el ascensor.
Con la trivialidad de los sentimientos en las relaciones, cada día que pasaba, las personas parecían perder el respeto mutuo. Él no parecía ser distinto, no era un hombre fiel, y su mala suerte fue haberlo conocido aquella noche y terminado en su cama, sin siquiera saber su nombre. Ahora, era demasiado tarde para lamentarse de cualquier cosa, ya que había decidido ocultarle su embarazo. Ya no importaba si Ethan estaba soltero o comprometido; ella no sentía nada por él, ¿verdad?
«Fue solo una aventura de una noche, no soy una romántica.»
Se decía a sí misma mientras tomaba las llaves del coche con el conductor. Al llegar al estacionamiento, presionó el botón de la alarma y se sorprendió al ver las luces de un Bentley rojo encendiéndose.
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