Destinos entrelazados – Mi bebé es hijo del CEO
Capítulo 154

Capítulo 154:

«No lo sé. Me estoy haciendo la misma pregunta».

«Deberías ir a casa a descansar».

«Creo que si fuera a casa, sería mucho peor», confesó. «No hay ningún lugar en este mundo donde pueda descansar hoy».

«¿Por qué esta fecha es tan mala para ti?»

Él la miró por un momento, pensando si debía decirle o no.

«Sabes, a veces cuando te miro, siento la impresión de que puedo confiar en las personas, y creo que el mundo puede ser un buen lugar para vivir».

«¿Qué quieres decir con eso?»

«Siento ganas de seguir adelante y olvidar algunas cosas, pero luego, pasan unos minutos y lo único que quiero es que todos se vayan al diablo».

«¿Por qué no me cuentas qué te molesta tanto?» preguntó. «Sé que no es asunto mío, pero me hiciste venir hasta aquí. Siempre dices algunas cosas que me confunden y termino perdiéndome en nuestra conversación».

«No quiero hablar, solo quiero que te quedes conmigo por un momento, ya te lo dije».

«No es a mi presencia a la que deberías acostumbrarte», respondió.

«Lo sé», suspiró. «Pero hay límites, y no me gusta eso».

«Está bien. No preguntaré más. Solo me quedaré un rato más aquí, luego me iré a casa. No quiero pasar el primer día del año con mi jefe», dijo en un tono más animado.

Ethan parecía triste, pero no la iba a presionar. No debía estar allí, pero lo estaba. Así que le daría un poco de su compañía a su jefe, sin segundas intenciones.

Varios autos pasaban y algunos ciclistas hacían su primera pedalada del año. Los dos se quedaron allí, parados unos minutos en silencio, solo observando el paisaje.

«¿Alguna vez has pensado cómo sería tu vida si no hubieras conocido a una persona específica?» preguntó Ethan después de unos minutos de silencio.

Aquello la hizo detenerse a pensar un poco. Si no lo hubiera conocido, no estaría embarazada, así que aún estaría enamorada de Mateo. Y con su cercanía nuevamente, seguramente aceptaría sus sentimientos y los dos comenzarían a salir.

«Sí, ya he pensado mucho en eso».

«¿Crees que el curso de tu vida sería el mismo, o cambiaría en algo?»

«Todo cambiaría», respondió rápidamente. «Cada persona que aparece y entra en nuestra vida cambia el curso de algo».

«Mi vida cambió totalmente su curso, por culpa de una sola persona», confesó Ethan. «Maldita persona», gruñó. «Esa desgraciada acabó con toda la humanidad que había dentro de mí».

Sus palabras la dejaron pensativa, aunque él no quería que hiciera preguntas.

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