Destinados el uno al otro
Capítulo 4

Capítulo 4:

Ariana Fearon llegó al edificio de Matthew’s Group treinta minutos antes de lo previsto, ya que tenía que ir a Recursos Humanos para finalizar su contrato. Ariana está realmente emocionada por su nuevo trabajo pero nerviosa al mismo tiempo, ya había renunciado a Fearon’s Group ya que allí no hay sitio para ella.

«Nena, aquí lo harás muy bien. Ahora trabajas para la empresa mejor pagada de Westron y sólo deseo que estés a gusto». Emily Smith está aún más emocionada que Ariana. Es difícil saber quién va a trabajar aquí. Incluso se ofreció voluntaria para traer a su mejor amiga al trabajo el primer día. Emily había heredado la empresa de su familia, así que últimamente está bastante ocupada.

Ariana sonrió y no pudo evitar poner los ojos en blanco ante Emily. «¿Por qué estás tan emocionada?».

«Claro que me emociona verte haciendo algo que te gusta. Es hora de dejar a esa maldita familia tuya en el pasado». Emily debió ver el dolor en los ojos de Ariana así que se detuvo, «Lo siento nena, y sabes que a veces puedo dejarme llevar».

«No es tu culpa, sólo que siempre pensé que mi matrimonio sería por amor. Nunca pensé que me enjuagarían a un matrimonio arreglado». Ariana suspiró en su corazón.

«Entonces, ¿Sabes a quién te arreglaron esta vez?»

«No tengo ni idea porque no me interesa».

Emily se enfadó: «¿No tienen a esa z%rra de Gina para ponerla en venta si necesitan fuerza familiar?». Las lágrimas brotaron de los ojos de Ariana pero era demasiado terca para dejar caer sus gotas de lágrimas. Emily estaba tan atrapada en su ira que ni siquiera se dio cuenta del dolor de Ariana en este tema.

«No digas más. Sólo quiero ganarme la vida honradamente y dejar atrás a esa familia para siempre». Ariana realmente quería decir lo que decía pero Gina y Angela White seguían creándole problemas.

Emily pareció recordar algo. Miró a Ariana y le secó las lágrimas. «Recuerda que tienes como jefe al soltero más sexy de Westron City. Quizá puedas hacer que se enamore de ti».

Ariana se sonrojó y bajó la cabeza, «sabes que eso es imposible. Nos conocimos hace dos años por casualidad y además dudo que se acuerde de mí. Debe de tener mujeres de todas partes alardeando a sus pies. ¿Por qué querría a una don nadie como yo?».

«Nena, podrías sorprenderte y no eres una don nadie. Tú mi amor eres una reina, eres hermosa, de buen corazón, sofisticada y un día serás una gran esposa y madre. Además, el señor Matthews apenas aparece en los medios y nunca he oído rumores de relación entre él y ninguna mujer en los últimos dos años».

Ariana puso los ojos en blanco, «te gustaba decir tonterías, ¿Verdad?».

«De todas formas, estoy aquí para trabajar no para cazar marido». Aunque Ariana dijo que esperaba volver a encontrarse con Michael, no a nivel de relación sino para ver si estaba bien. Bueno, obviamente lo está, se había hecho cargo con éxito del Grupo Matthews de su familia. Estas familias adineradas confían más en el estatus familiar que en el amor a la hora de casarse. Ariana de repente sintió amargura en su corazón ‘Él está definitivamente fuera de mi alcance, ni siquiera soy amada por mi propia familia. Qué pena. ¿Por qué no puedo tener una vida normal?».

Emily se rió: «Vale, vale, no causaré más problemas. Vete antes de que se te haga tarde. Te recogeré más tarde si no tengo ninguna reunión». Ariana estaba agradecida por su mejor amiga, había hecho tanto por ella en los últimos cuatro años de Universidad. La única persona que de verdad se preocupa por ella y no puede esperar a devolvérselo algún día.

«Gracias Emily pero no es necesario, tomaré el autobús. Sé que estás muy ocupada». Ariana la abrazó mientras abría la puerta del coche. «Sabes que hubiera ido a tu compañía pero hubiera sido una distracción para ti. Te preocupabas demasiado por mí».

Emily hizo un mohín: «No me preocuparía si pudiera verte todos los días».

Ariana sonrió y besó la mejilla de Emily, «vale cariño, ya me voy».

…

Ariana entró en el edificio y se dirigió al mostrador de recepción. «Hola, ¿En qué puedo ayudarle hoy? ¿Es usted uno de los nuevos reclutas?», le preguntó amablemente la recepcionista.

«Sí, me llamo Ariana Fearon». Ariana sonrió y respondió con confianza.

«La recepcionista consultó su ordenador y dijo: «Bien, señorita Fearon, venga por aquí. Primero tendría que firmar su contrato con el Departamento de Recursos Humanos y luego la llevarán al departamento que le han asignado.»

……

Dentro de la sala de conferencias había otras dos personas. Una joven de unos 22 años, con la cara maquillada y aspecto poco acogedor. La otra persona es un varón, tenía una sonrisa en la cara en cuanto vio a Ariana. «Hola, me llamo Kevin Levy. Estaré en el Departamento Financiero y esta es una de mis compañeras de clase, se llama June Ingram. Ambos terminamos nuestros estudios en el extranjero, pero ella estará en el Departamento de Marketing».

«Hola, soy Ariana Fearon. Yo también estaré en el Departamento de Marketing pero estudié en la Universidad Hampton of Business». Ariana respondió amablemente con una leve sonrisa.

«¿Alguien te ha dicho lo guapa que eres cuando sonríes?» dijo Kevin Levy que no apartaba los ojos de Ariana desde que entró en esta habitación. Ariana Fearon no supo cómo responder a su cumplido, la hizo sentir extraña y antes de que Ariana pudiera responder, su tren de pensamientos fue interrumpido por la apertura de la puerta. Todos miraron en dirección a la puerta para ver de quién se trataba.

Entró una mujer regordeta de mediana edad vestida con un traje de oficina negro y saludó a todos los presentes: «Buenos días a todos, me llamo Gilda Manning y soy la directora de Recursos Humanos. No les haré perder el tiempo, así que vayamos al grano. La empresa ya os había enviado vuestros contratos por correo electrónico y sólo tenéis que firmarlos hoy». Les entregó a cada uno sus respectivos contratos. «Por favor, háganme saber si tienen alguna pregunta».

Ariana miró su contrato y frunció el ceño, cuando se volvió para mirar a los otros dos parecían contentos con los suyos. Ariana se levantó y se dirigió al director: «Este no es el contrato que he recibido. Se supone que estoy en el Departamento de Marketing, no en el de secretaría».

«Lo sé pero esta es la petición de los de arriba, necesitaban una nueva Secretaria y pidieron cogerla de este grupo». Respondió el Gerente un poco irritado.

Ariana también estaba un poco molesta, «¿Por qué yo?».

«No lo sé, puedes preguntar a los de arriba cuando llegues». se burló Gilda.

«¿Cómo puedo hacer eso? No es que esté deseando que me despidan en mi primer día de trabajo. Bueno, da igual, ¿Qué tan difícil puede ser?

Todos firmaron sus contratos y fueron conducidos a sus respectivos departamentos. A Ariana la llevaron a la planta sesenta y ocho. El espacio de esta planta era enorme y el paisaje de toda la ciudad era magnífico. Imagínate que fuera de noche y las luces de la ciudad estuvieran encendidas. Ariana estaba tan absorta en las vistas que no se dio cuenta de que estaba en la misma planta que el Presidente.

«Aquí está su puesto, señora Fearon, y éstas son sus colegas Janice Lee, Phoebe Watson, Laurie Michaels y Michelle Sinclair. Puede preguntarles cualquier cosa que no entienda». Dijo Alex amablemente.

Con una sonrisa, Ariana dijo a las cuatro señoras: «Hola, me llamo Ariana Fearon y espero que puedan ayudarme en lo que sea necesario para que podamos trabajar como una sola en el futuro.»

Todas sonrieron y le dieron la bienvenida delante de Alex Jones y eso hizo que Ariana se sintiera bienvenida.

«Janice por favor asigna el trabajo de la señorita Fearon para ella, puedes empezar con la carga de trabajo más sencilla hasta que esté lista para otras cosas». Afirmó Alex.

«¡Sí Sr. Jones!» Janice respondió cortésmente.

«Muy bien entonces, me despido».

«Srta. Fearon si necesita algo, no sea demasiado educada para pedirlo».

«¡Claro, gracias!» Ariana puede ver que respetaban a Alex Jones, después de todo es el Asistente Personal del Presidente. Cuando Alex salió del despacho, Ariana se volvió hacia Janice y le preguntó: «¿Por dónde puedo empezar?».

Janice la miró con desprecio y se mofó: «Limpia nuestras mesas y cuando termines, limpia el almacén».

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