Descubriendo los secretos de mi esposa
Capítulo 256

Capítulo 256:

«Sybil organizó su grupo. Ella es cercana a estas personas y pretende que tú también te familiarices con ellos. Si encuentras a alguien que te guste, conversa más con él. Si no, ignóralos».

«De acuerdo.» Cuando Annalise escucho a Julian decir eso, ya no le importo el numero de personas. Todo estaba bien mientras todos se divirtieran. Además, Mina Simmons también vendría más tarde.

Pensando en esto, le dijo a Julian: «Entonces, iré a buscar a Sybil».

«Claro». Julian sonrió. Después de eso, Annalise arrastró a Chloe para saludar a Sybil, antes de proceder a observar a los peces. «¡Annalise!» gritó Sybil Annalise giró la cabeza hacia atrás, y Sybil le hizo una foto. Impotente, Annalise sonrió. «¡Eres súper guapa!» exclamó Sybil. Annalise sonrió una vez más. «¡Gracias!»

«Te lo enviaré cuando salga esta noche», dijo Sybil.

«De acuerdo», contestó Annalise. «¡Te haré una foto!». Henry Dalton intentó quitar la cámara del cuello de Sybil. «No, la tomaré yo misma». Sybil se negó. Ella sólo quería experimentar la alegría de tomar fotos, Henry inmediatamente sacó su teléfono y tomó una foto de Sybil. Sybil puso los ojos en blanco hacia Henry. «¡Joder!»

exclamó Henry. Estaba molesto por no haber podido hacer una foto del feo careto de Sybil mientras ponía los ojos en blanco.

Sybil volvió a hacer fotos. Llamó a Lianne Blake: «Lianne». Lianne se dio la vuelta. Sybil hizo una foto inmediatamente. Sin embargo, cuando vio la imagen resultante en su cámara, se quedó atónita. ¿Cómo podía alguien ser tan hermosa? El aura y la presencia de la gélida belleza eran realmente asombrosas. Si su relación con Henry no hubiera sido buena últimamente, incluso habría empezado a dudar de su orientación sexual. Por alguna razón, le gustaba demasiado el aspecto de Lianne Blake.

Sybil admiró la foto de la cámara durante un rato antes de girar la cabeza, momento en el que se dio cuenta de que Nancy Zeller miraba fijamente a Annalise. Nancy Zeller era precisamente la mujer que se parecía un poco a Sybil Xander. Era la actual niña mimada de la familia Zeller, y también la hijastra de Jimmy Zeller, el hermano menor del cabeza de familia Zeller. Este año cumpliría 25 años. Procedía de la familia Xander y era hija del hermano mayor de Sybil, Yechiel Xander.

Más tarde, después de que la esposa de Yechiel Xander diera a luz a dos hijas, se divorció de Yechiel y se volvió a casar con Jimmy Zeller, con lo que tuvo a su hija mayor, Nancy Zeller, que con el tiempo cambió su nombre por el de Nancy Zeller. Todo el mundo conocía la identidad de Nancy. Como sus padres estaban oficialmente divorciados y ambos eran personajes famosos, su identidad no fue criticada. Además, la familia Zeller la trataba muy bien. Cada vez que se producía un acontecimiento importante con la familia Xander, ella volvía para participar. Sin embargo, también pasaba la mayor parte de su tiempo viviendo con la familia Zeller, y para el público, era tratada como una hija de la familia Zeller. Al ver a Nancy mirando fijamente a Annalise, Sybil se sorprendió. «Nancy, ¿qué estás mirando?» Nancy sonrió y le susurró: «¡Qué guapa es Annalise Barton!». Cuando Sybil oyó a Nancy hablar de Annalise, las comisuras de sus labios se curvaron. «Anna es realmente una chica con tanto talento como aspecto. Es lista, ingeniosa, experta en medicina y valiente. Y lo que es más importante, tiene un lado amable».

Siempre había sentido envidia de este punto en particular porque ella nunca pudo aprender a ser gentil hiciera lo que hiciera. Lo único que sabía era maldecir a los demás. «Sí, es realmente excepcional», respondió Nancy. Al ver que su sobrina se comportaba así, Sybil la animó: «Tú también eres muy sobresaliente. Cada uno tiene su lado sobresaliente. Como persona, lo más importante es ser feliz. Mírame a mí. No sé nada de música, ajedrez, caligrafía ni pintura. No se me da bien nada de eso. Sin embargo, cuando se trata de comer, beber y divertirse, soy perfecta. Soy la versión femenina de un super derrochador. Los demás dicen que soy una derrochadora, ¡pero yo soy feliz por ello!».

«Tía, tienes una buena personalidad». Nancy se rió. Sybil levantó una ceja y sonrió. «Ya ves, soy tan inculta, y aun así te caigo bien y me elogias. No importa quién sea, habrá gente a la que le caigamos bien y gente que nos odie. Sólo tenemos que pasar nuestro tiempo jugando alegremente con la gente a la que le gustamos». Suspiró. El hecho de que su sobrina fuera tres años mayor que ella, unido a su antigüedad en la familia, la hacía parecer vieja para sí misma.

«La tía tiene razón», asintió Nancy. Entonces Sybil susurró sigilosamente al oído de Nancy: «Oye, Alan Jones está allí. No digas que no te he creado una oportunidad». Nancy le había mencionado dos veces que tenía una buena impresión de Alan Jones. «Vale, pero no voy a ir ahora mismo. Esperaré la oportunidad adecuada», respondió Nancy. «De acuerdo, haz lo que creas conveniente. Ustedes diviértanse, yo iré a tomar fotos». Sybil se fue sola a seguir haciendo fotos. Nancy miró disimuladamente a Annalise una vez más.

Luego, miró a Julian Parks una vez más. Vio a Julian con sus ojos gentiles tomando fotos de Annalise en secreto con su teléfono. Sus pupilas se llenaron de celos. Sabia que su tia y Julian Parks eran muy amigos, y que su tia era la persona que tenia mas oportunidades de acercarse a Julian. Quería utilizar a su tía para acercarse a Julian, así que deliberadamente le dijo a su tía que tenía una buena impresión de Alan Jones. Hora de comer. Todos comieron juntos, y había más de diez personas en la mesa. Nancy quería sentarse junto a Julian, pero Henry Dalton se le adelantó.

Al final, Julian tenía a Henry Dalton a un lado y a Annalise Barton al otro. Como Nancy no podía sentarse al lado de Henry sin motivo, optó por sentarse frente a Julian. De este modo, pensó que podría ver mejor a Julian. La mayoría de los platos de la granja eran de caza, como liebres, hongos silvestres, almejas, caracoles y jabalíes. La mayoría de las verduras también eran silvestres. Julian cogió algunos de cada plato y se los dio a Annalise. Cada vez que la veía a punto de terminar un plato, cogía un poco más para ella.

Annalise extendió una mano por debajo de la mesa y dio un tirón a Julian, susurrándole: «Puedes comer. Yo me encargo de los platos». Aunque estaba bien en casa, con tantos pares de ojos mirando, ¡se sentía tan incómoda siendo mimada por Julian! Julian sonrió amablemente. «Alimentarte es uno de mis placeres». Escoger comida para ella era algo que él quería hacer. No quería limitarse sólo porque estuvieran en público. Le gustaba poner comida en su cuenco, y también era bueno mostrar al mundo su amor por ella.

Los hermosos dedos de Alan Jones agarraron sus palillos. Comía con elegancia y no parecía en absoluto femenino. Al ver el descarado favoritismo de Julian, sus labios se curvaron en una sonrisa y sus ojos se llenaron de alivio y bendiciones. Era estupendo que viviera felizmente En realidad, esta granja también se llamaba villa termal. Además del estanque koi, había huertos de hortensias, miradores de estrellas y fuentes termales naturales. La fuente termal natural estaba a sólo unos minutos del restaurante. Además, era la estación perfecta para bañarse en las aguas termales.

Tras la comida, todos decidieron qué hacer después, y la decisión fue sumergirse en las aguas termales. Por la tarde. Todos fueron a las termas. Annalise quería bañarse en las termas con Chloe. Sin embargo, Chloe la rechazó y le dijo: «No quiero atraer su odio. Ve y flirtea con tu Julian».

«¡Podemos ir juntas!» dijo Annalise. «No, buscaré una pequeña piscina yo sola», insistió Chloe.

Había más de veinte fuentes naturales, y muchas de ellas eran especialmente pequeñas, aptas para que se remojaran dos o tres personas. La propia Cloe encontró una piscina especialmente pequeña y sumergió su cuerpo en ella. Su cuerpo se hundió en las aguas, y su expresión mostraba que era muy cómodo. Julian también llevó a Annalise a otro pequeño manantial. Para coquetear, llevó a Annalise a un manantial especialmente apartado. El entorno era tranquilo, y sólo estaban ellos dos. Julian condujo a Annalise al pequeño manantial, antes de inclinarse lentamente hacia ella…

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