Déjeme ir, Señor Hill
Capítulo 343

Capítulo 343:

En el despacho, Catherine miró la hora. Eran las seis de la tarde.

Debería prepararse para volver.

En ese momento, Shaun de repente le envió un mensaje. [No volveré esta noche. Vete a dormir temprano].

Parecía que no había necesidad de apresurarse.

Volvió a coger la agenda pero no pudo ver ni una palabra.

¿Iba a acompañar a Melanie esta noche? ¿Iba a volver a la Mansión Hill para hablar de la boda?

Estaba a punto de casarse. Si seguía enredado con ella así después de casarse, Catherine se despreciaría de verdad el resto de su vida.

Tenía que ser fuerte para poder separarse pronto de él.

…

En la Mansión Hill.

Shaun salió del coche y vio a Melanie cogida del brazo de la Anciana Señora Hill mientras daban un paseo por el jardín.

Frunció el ceño e inconscientemente quiso darse la vuelta, pero la Anciana Señora Hill se había fijado en él.

“Shaun, llegas justo a tiempo. Melanie y yo vamos al huerto a coger fresas, ven con nosotros».

» Abuela, estoy cansado. Quiero volver a mi habitación…»

» Quiero que me acompañes y dices que estás cansado. ¿Tanto te desagrado?» La cara de la Anciana Señora Hill se volvió inmediatamente desagradable.

Shaun no tuvo más remedio que seguirles hasta el huerto.

La anciana señora se rezagó deliberadamente unos pasos y dejó que los dos caminaran delante de ella. Por el camino, Melanie charlaba con Shaun, pero por cada diez frases que ella decía, él sólo respondía con una.

Tras llegar al huerto de fresas, Melanie arrancó una y la probó. Le brillaban los ojos.

“Joven Maestro Mayor Hill, la fresa es tan dulce».

» ¿Nunca has comido una fresa? ¿Es necesario exagerar tanto?» Shaun no pudo evitar decir sarcásticamente.

» ¿Qué estás diciendo?» La Anciana Señora Hill le golpeó con su bastón enfadada.

“Abuela, no le pegues”.

Melanie detuvo apresuradamente a la anciana y miró a Shaun mientras se sonrojaba.

“Me he puesto en evidencia, Joven Maestro Hill. Las fresas son delicadas y bonitas, así que gustan mucho a las chicas».

Shaun tuvo un pensamiento después de escuchar sus palabras. A Catherine también le gustarían, ¿Verdad? Ella parecía muy asustada de él en estos días, pero definitivamente estaría feliz si él recogía algunas para ella.

Por lo tanto, levantó una cesta y recogió las fresas con seriedad, eligiendo las más grandes y rojas.

» Joven Maestro Hill, mira ésta. Es muy grande. Han crecido juntas como una flor de loto”.

Melanie consiguió coger una fresa especial y sonrió feliz.

Esta escena fue fotografiada rápidamente por la Anciana Señora Hill que no estaba muy lejos. Su técnica no era mala. Por la foto, parecían una pareja de enamorados.

Shaun no se dio cuenta y cogió la fresa de la mano de Melanie, metiéndola en su cesta.

Se la enseñaría a Catherine cuando volviera por la noche. Seguro que le gustaría.

Melanie, «…»

¿Qué quería decir el Joven Maestro Hill al llevársela sin decir nada? ¿Significaba que le gustaba mucho?

Era raro que Shaun quisiera algo suyo. El corazón de Melanie se sintió dulce.

Después de terminar de recoger las fresas, la Anciana Señora Hill le dijo al cocinero: «Coge las fresas de la cesta del Joven Maestro Mayor y prepara una tarta de mousse de fresa.»

» Tengo otros usos para estas fresas”.

Shaun subió la cesta.

La cara de Melanie cambió ligeramente. Parecía que no lo había pensado demasiado. Si un hombre había recogido tantas fresas, sin duda era porque quería dárselas a alguien. En cuanto a quién se las iba a dar…

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