Déjeme ir, Señor Hill
Capítulo 2714

Capítulo 2714:

«Yo nunca solía ser así». Chester miró fijamente a Charity y dijo de repente: «Por aquel entonces, yo también quería amar a alguien con todo mi corazón. Sin embargo, justo cuando empecé a enamorarme de ella, ocurrieron muchas cosas que me llevaron a dejar de creer en las relaciones.»

Charity se quedó de piedra.

¿Se había enamorado Chester de alguien entonces?

¿De quién?

¿Podría haber ocurrido antes de que se juntara con ella?

Ahora que lo recordaba, era pura carne de cañón.

«Tengo curiosidad por saber qué clase de mujer consiguió atraparte, Joven Maestro Jewell». Charity se dio la vuelta y se sirvió un vaso de agua.

«Tú también la conoces. Es Charity, Charity Neeson». La voz de Chester sonó desde atrás.

«Cough, cough».

Charity se atragantó con el agua que acababa de tragar.

Tosió durante largo rato hasta que sus ojos enrojecieron. Entonces, una mano le acarició suavemente la espalda. «¿Estás bien?»

Charity se encogió de hombros y lo fulminó con la mirada, los ojos llenos de resentimiento. «No lo estoy. Chester, por favor, no hagas chiste de un muerto».

«¿Crees que intento divertirte?». Chester la miró con expresión adusta.

«Si no, ¿Qué es esto?» se burló Charity. «¿Cómo es posible que quieras a Charity? Sólo engañabas a una joven inocente. Fuiste tú quien la envió a la cárcel».

Si no fuera Charity, podría haber caído en las palabras de Chester.

Sin embargo, ella era la parte implicada.

Sabía muy bien cómo la trataba Chester.

Después de invitarla a salir por primera vez, y de que estuvieran pasando un buen rato, le dijo sin piedad que quería romper con ella.

Incluso le dijo que sólo estaba tonteando con ella.

Dijo que para una mujer como ella, que soñaba con casarse con él, era un honor perder la v!rginidad con él.

Por cierto, llegó a decir que para que ella perdiera la v!rginidad con él tan fácilmente, se preguntaba si su himen era artificial.

Charity pensó que no había nada en el mundo más despiadado e hiriente que los comentarios de Chester.

Podía hacer que alguien cayera del cielo al infierno.

Si a eso lo llamaba amor, ella no podía aceptarlo.

Además, no se creía su historia.

La mirada resentida de la mujer hizo que Chester frunciera aún más el ceño.

Encendió un cigarrillo y se sentó en el sofá detrás de él.

«Hubo un malentendido entre Charity y yo. Fue el malentendido lo que me hizo odiarla y encontrarla repugnante. Por eso siempre ponía mala cara cada vez que la veía, pero sólo cuando volví a ver a Sarah descubrí la verdad. De hecho, a Charity y a mí nos engañó Sarah».

«¿Qué dijo Sarah?»

La pregunta escapó instantáneamente de la boca de Charity.

Las palabras desesperadas de la mujer hicieron que Chester levantara la vista y la mirara sorprendido. «Pareces muy interesada en saberlo».

«Claro, Charity es mi amiga. Quiero saber todo lo relacionado con ella». Efectivamente, a Charity le picaba la curiosidad.

Sarah debía de haber hecho muchas cosas malas, y lo que dijo en el juicio no era más que la punta del iceberg. Seguramente había muchas otras cosas que aún no había sacado a la luz.

«Ya que quieres saberlo…». Chester se estremeció y cruzó las piernas.

«Sírveme un vaso de vino».

«Entonces no lo digas. Guárdatelo para ti». Charity se dio la vuelta y se marchó.

Con alcohol de por medio, era fácil que las cosas se descontrolaran entre un hombre y una mujer, así que ¿Por qué iba a beber con un hombre a una hora tan tardía? Tampoco estaba loca.

«En realidad, rompí con Charity porque Sarah hacía travesuras en secreto». La voz de Chester sonó por detrás. La Charity quedó momentáneamente aturdida. Se detuvo en seco, pero no miró atrás.

Chester dio una calada profunda a su cigarrillo. «Sarah imitó deliberadamente la letra de Charity y escribió un diario, que yo encontré. En el diario había muchas cosas escritas, como que yo no le gustaba a Charity, que lo único que le gustaba era mi estatus y mi riqueza, que quería aprovecharse de mí y que le gustaba un compañero de clase llamado Larry Parker.»

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