Déjeme ir, Señor Hill -
Capítulo 231
Capítulo 231:
Catherine se quedó de piedra. En realidad había planeado preguntarle a Shaun por su identidad. Sin embargo, el hecho de que le pidiera a Willie que ocultara su identidad demostraba que no tenía ganas de revelársela. En ese caso, no se molestaría en preguntarle.
» No.»
Shaun bajó lentamente la mirada. Catherine miró la hora y dijo: » Esta noche voy a asistir a una subasta, así que no estaré en casa para cenar. ¿Quieres… acompañarme?».
Preguntó con cautela, aunque intuía que él no aceptaría acompañarla. A juzgar por su carácter arrogante, no estaría interesado en este tipo de ocasiones.
» De acuerdo.»
» ¿Eh?» Catherine estaba aturdida, pensando que le había oído mal.
» He dicho que vale. ¿Por qué te sorprendes?»
Shaun miró su expresión aturdida con una sonrisa.
«Pero a ti no te gusta participar en los eventos que se celebran en Melbourne».
» Vengo para evitar que algún hombre coquetee contigo».
Condujo seriamente con los ojos fijos en la carretera. Catherine giró la cabeza y observó por un momento su perfecto perfil lateral. No pudo evitar darle un beso en la mejilla.
El volante en sus manos tembló, entonces dijo con impotencia: «No coquetees conmigo cuando estoy conduciendo».
La frase le sonó familiar. Catherine soltó una risita y contestó: » Lo sé. Hará que el coche vuelque, ¿Verdad?».
» No”.
La miró.
“Hará que me salte el corazón”.
Su respiración se entrecortó.
Una atmósfera ardiente parecía llenar el espacio cerrado. Su corazón se aceleró aún más después de que él coqueteara con ella.
En ese momento, sintió un fuerte deseo de besarle apasionadamente. Aun así, dio más importancia a la seguridad vial.
…
7:30 p.m.
Una subasta estaba a punto de comenzar en la sala de convenciones.
Las figuras conocidas de Melbourne entraron en el recinto una a una. Como actual presidenta de Hudson, Catherine parecía ser el centro de atención del acto.
La multitud se abalanzó sobre ella en cuanto entró.
Al ver desde lejos lo solicitada que era, Ethan se sintió lleno de amargura.
Ni en sus mejores sueños había imaginado que la novia a la que había dejado se convertiría en la nueva presidenta de Hudson en poco tiempo.
Hoy en día, mucha gente le consideraba un insensato.
Efectivamente, Ethan había sido un insensato. Se equivocó con Catherine y perdió la oportunidad de estar con ella. Ahora, con un hombre mejor a su lado, calculaba que ella no se preocuparía por él.
Su prometida, Tracy Steele, estaba sentada a su lado y le pellizcó el brazo.
“He oído que es tu ex novia, ¿Verdad?
Eso es agua pasada”.
Ethan forzó una sonrisa. Era consciente de que por ahora sólo podía esforzarse por complacer a la Familia Steele.
» Es bueno que lo sepas. Mientras estés perdidamente enamorado de mí, mi familia te apoyará», dijo Tracy en voz baja.
…
Al otro lado.
Catherine también vio a Ethan por su llamativo traje blanco.
Una extraña mujer de una eminente familia estaba junto a él.
En el fondo, Catherine suspiró al pensar en el hombre que entonces había considerado perfecto. Contra todas sus expectativas, el hombre se convirtio en alguien que se sacrificaria por el poder y la fama.
«¿Estás mirando a Ethan?» La voz admonitoria de un hombre sonó de repente.
» Estaba pensando en algo».
» ¿En qué estabas pensando?» Shaun estaba molesto.
«Se acerca un buen espectáculo. Lo descubrirás dentro de un rato”.
Catherine levantó la cara, sus ojos brillantes resplandecían con jocosidad y astucia.
El ceño de Shaun se frunció lentamente. Cualquier cosa le parecería bien con tal de que ella superara lo de Ethan.
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