Cuando sus ojos se abrieron -
Capítulo 996
Capítulo 996:
«¿Qué hojas de papel?» Elliot se quedó pensando un rato y preguntó: «¿Son los papeles que saco del correo?».
Layla asintió: «Parece que sí, si no, no sé de dónde lo ha sacado. Mamá debe estar en un gran problema».
La razón por la que Layla lo dijo tan seriamente fue para que papá ayudara a mamá. No quería que su madre sufriera sola.
Elliot se tomó a pecho las palabras de su hija. «No te preocupes, papá definitivamente la ayudará. Cuando vayamos al funeral más tarde, tendré una buena charla con ella».
Layla dijo: «No digas que te lo dije. Porque dijo que podía resolverlo ella sola».
Elliot acarició la cabeza de su hija y se rió: «Tu madre no te ha criado en vano».
«Por supuesto, a la que más quiero es a mamá».
«La última vez me pareció escucharte decir otra cosa. Dijiste que a quien más quieres es a tu hermano». Elliot le puso deliberadamente en un dilema.
«¡Mamá y mi hermano mayor son mis favoritos!» Dijo Layla sin dudar.
«¿Y yo qué?» Elliot quería saber dónde estaba ahora en el corazón de su hija.
Layla miró fijamente su rostro apuesto y maduro, después de considerarlo detenidamente, dio una respuesta: «Debes estar detrás de mi hermano menor».
Elliot quedó bastante satisfecho con esta respuesta: «Siempre que pueda ser clasificado delante de tu Tío Mike. Papá estará satisfecho. »
Layla frunció el ceño: «¡Debes estar por detrás del Tío Mike! ¿En qué estás pensando? El Tío Mike es muy bueno conmigo, es mejor que tú en todo, excepto en que no es mi padre». Elliot se quedó sin palabras.
Para que sus palabras fueran más convincentes, Layla le dijo a Robert que abriera los ojos en la cuna: «Hermano, hermano, ¿Es cierto no?»
Elliot: «…»
Layla: «Mira, mi hermano asintió».
Elliot lo veía, pero Robert no asintió en absoluto.
Pero no podía refutar a su hija, de lo contrario se enfadaría.
Sabía que era demasiado impaciente.
Mike y Layla vivían juntos desde hacía seis o siete años, y tenían una profunda relación. ¿No había sido él un sustituto de su padre?
Preguntaría nuevamente luego de estar con su hija durante seis o siete años.
…
En el dormitorio.
Avery guardó los resultados del análisis en el armario, y luego se puso un vestido negro de primavera.
Tras salir del dormitorio, se acercó al padre y a la hija.
«¿De qué estaban hablando hace un momento? Se escuchaba fuerte».
Elliot se avergonzó, no quería decirlo y que se rieran de él.
Layla dijo: «Le he preguntado a papá hace un momento quién es su mujer favorita. Sólo podía decir una, y mi padre ha dicho…».
Elliot suspiró sin poder evitarlo: «Layla, ¿No le prometiste a papá que no lo dirías?».
Layla parpadeó con sus brillantes ojos de albaricoque: «¡Pero si ya le prometí a mi madre que se lo contaría todo!».
Avery miró a Elliot con una expresión de suficiencia y luego le preguntó a Layla: «Esa pregunta de hace un momento, ¿Qué respondió tu papá?».
Layla dijo: «Papá dijo que su mujer favorita es mamá». Avery se quedó atónita por un momento.
Los ojos de Layla brillaron: «Le pregunté si se refería a su madre o a la mía, ¡Adivina qué respondió!».
Elliot levantó la mano para apoyarla en la frente.
Avery lo miró con una sonrisa y luego se giró hacia su hija: «¿Dijo que era su madre?»
«¡No no no! dijo que era mi madre, que eres tú! ¡Jajaja!» La risa de Layla penetró en todo el salón.
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