Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 955

Capítulo 955:

Avery sabía que Elliot y Eric tenían una mala relación, por lo que le resultaba bastante extraño verlos juntos.

«Nada que hablar», Elliot miró a Eric con frialdad y respondió a Avery. «Eric está preocupado por tu vida en la cama, así que me ha recordado que haga un poco más de ejercicio».

«¡¿No tienen nada mejor de lo que hablar?!» Las mejillas de Avery se pusieron rojas y se alejó enfadada.

Eric perdió la calma al ver que Avery se enfadaba. «¡Qué poca vergüenza puedes tener, Elliot!».

Elliot contestó despreocupado: «Me temo que no tan desvergonzado como tú. Las palabras no son una indicación de la destreza de un hombre. En lugar de preocuparte por si aún puedo levantarme, podrías buscar una mujer para demostrar que aún eres capaz».

Eric se fue enfadado después de escuchar eso.

«Estás frito», le dijo Mike a Elliot. «¡Cuando Layla se entere de que has enojado a Eric, seguro que se enfadará contigo!».

Elliot sintió una punzada en la sien.

No podía perseguir a Eric.

Por otra parte, tampoco quería hacer enfadar a Layla.

«Tengo una manera», dijo Mike inmediatamente. «Tú también deberías irte. Así, Layla no se enfadará contigo». Elliot frunció el ceño.

No quería irse todavía.

Pronto se iría de viaje de negocios y no podría ver a los niños hasta dentro de una semana. Por eso, quería pasar un poco más de tiempo con ellos.

Después de pensar detenidamente en la propuesta de Mike, Chad le convenció: «Señor Foster, creo que es mejor que se vaya, porque si no Layla se enfadará y tardará mucho tiempo en entrar en razón. Además, Avery también está enfadada ahora».

Un frío relámpago recorrió los ojos de Elliot.

Pensar que Eric -un rival derrotado- se atrevería a provocarlo. Si Eric no hubiera empezado la provocación, no se habría defendido en absoluto.

Después de que se fuera, Mike fue a convencer a Avery. «Ya se han ido. No te enfades, de acuerdo. Todavía hay muchos invitados aquí».

Avery frunció el ceño y comentó con resentimiento: «Se han pasado de la raya».

«Te juro que eso no tuvo nada que ver conmigo ni con Elliot. Eric fue el que empezó», explicó Mike, «Es porque no puede ganarse tu corazón que está en contra de Elliot. Por supuesto, no tienes que culparlo a él. Al fin y al cabo, es joven y está muy nervioso. Es normal que sea un poco impulsivo».

«¿Y eso significa que tú también tienes que ser igual de impulsivo?» Avery respondió: «No es que vaya a ir más allá si no echas leña al fuego».

Mike se rió y cambió de tema: «Por cierto, ¿Ha mejorado hoy tu relación con Elliot? Te he visto tomar la iniciativa de buscarle un par de veces».

Avery tenía una expresión fría y le siguió el juego. «¡Claro que sí! Incluso hemos acordado casarnos mañana».

La sonrisa en el rostro de Mike desapareció inmediatamente. «Me equivoqué. No debería haber bromeado contigo. Respira hondo y cálmate. Mientras tanto, iré a ver qué hacen los niños».

En otro lugar, en casa de Elliot, la Señora Scarlet se preguntaba por qué Elliot había vuelto tan pronto, pero no se atrevía a preguntar por qué.

«¿Supongo que aún no ha comido, Señor Elliot?»

«Sí.» Elliot se quitó la chaqueta y la tiró en el sofá.

«Descansa un poco. Ahora mismo le prepararé algo», dijo la Señora Scarlet, y luego caminó rápidamente hacia la cocina.

Elliot cogió un vaso y se sirvió agua fría para beber.

El agua estaba fría, pero su cuerpo aún se sentía caliente.

Se aflojó el cuello de la camisa y caminó hacia el segundo piso.

Se dirigió a la ventana y cerró las cortinas tras entrar en el dormitorio principal. Luego, sus delgados dedos se dirigieron a la tapeta de su camisa mientras se desabrochaba los botones uno a uno.

En ese momento, sus ojos miraron de repente el papel de la mesilla de noche.

Era el mismo papel que su guardaespaldas había enviado la noche anterior. En él estaba impresa la captura de pantalla de vigilancia del extraño hombre de mediana edad de la noche anterior. Elliot se acercó, encendió la luz y levantó el papel.

.

.

.