Capítulo 808:

Elliot temía que, una vez que viera a Avery y a los niños, estuviera tan absorto en la felicidad que no fuera capaz de enfrentarse con calma a la oscuridad que había detrás.

No quería que sus terribles problemas la afectaran a ella y a los niños.

Avery miró a Elliot permaneciendo en silencio. Pudo ver la complicada mirada que tenía. No podía leer sus expresiones.

Pensó que mientras ella tomara la iniciativa de invitarlo y fuera la primera en admitir la derrota, él la aceptaría. Sin embargo, ¿Por qué permanecía en silencio?

¿En qué estaba pensando?

«Está bien si no estás libre». Avery no podía soportar ese silencio y esas especulaciones interminables, así que dijo: «Layla dijo que ibas a pasar el Año Nuevo solo, así que yo…»

«¿Deseas que vaya a tu casa?» Elliot la interrumpió.

Si la rechazaba, se pondría triste. Y lo que menos le apetecía era que se pusiera triste.

Avery se sonrojó ante su pregunta. Ella ya lo había invitado abiertamente, ¿Y él todavía quería que expresara su opinión una vez más?

«Si quieres venir, ven. Si no…» Antes de que pudiera decir: «Olvídalo», Elliot la interrumpió. «Miraré los vuelos».

Al recibir su respuesta, el corazón apretado de Avery se relajó.

«Es hora de alimentar a Robert. Iré a prepararle la leche», dijo Avery, «¡Colgaré!».

«Hmm». Elliot ya estaba completamente sobrio.

Sabía lo que estaba diciendo hace un momento. También sabía lo que iba a hacer.

Layla ya lo había aceptado. Hayden no se resistía tanto a él como antes. Avery tampoco le culpaba de haberse enfadado con Robert.

Avery y los niños le recibieron con un abrazo abierto. Elliot no podía resistirse a semejante tentación. Aunque sólo fueran unos días de calor, tenía que aprovechar la oportunidad.

Después de reservar su boleto de avión, fue a ducharse.

Un momento después, se vistió y bajó las escaleras con una maleta.

Ben y Chad le vieron bajar. Se sorprendieron bastante porque parecía animado. Había desaparecido el cansancio de la primera vez que subió.

«Elliot, ¿Te vas?» Ben se acercó a él FIIJDR>d lo evaluó. «¿Te has duchado y te has puesto colonia? Recuerdo que tu gel de ducha no huele así».

Chad le dio un codazo a Ben por detrás. «Señor Foster, ¿Se va lejos? ¿Se dirige al aeropuerto? Sólo he bebido un poco de vino. Lo llevaré».

Elliot rechazó a Chad. «Ambos apestan a alcohol. Por favor, aléjense de mí».

Ben y Chad nunca pensaron que serían despreciados por él. Estaban un poco desconsolados.

«Se necesitan más de diez horas para llegar a Bridgedale. Aunque no huelas a alcohol, apestarás a otros olores…» Ben intentó responder.

«Ustedes dos sigan bebiendo. Yo me voy», dijo Elliot con calma y se fue con su maleta.

Ben lo vio salir. Hizo una mueca y suspiró. «¡Mira qué arrogante es!

Una vez que tiene una mujer, ¡No nos ve!»

«Ben, no estés celoso de él. Aunque tiene una mujer en su vida, se pelea y discute con Avery cada dos por tres. Apenas pasan un tercio del tiempo juntos en un año», consoló Chad a Ben.

Ben se sintió mucho mejor al escuchar lo que dijo Chad.

«¿Cómo podríamos compararnos con él? Él ya tiene tres hijos. Nosotros no tenemos ninguno», dijo Chad una vez más.

Esta vez, a Ben se le rompió el corazón.

En Bridgedale, después de que Avery diera de comer a Robert, la pantalla de su teléfono se iluminó una vez más.

Levantó a Robert con la mano derecha, por si vomitaba leche. Con la otra mano, cogió el teléfono y vio la información del vuelo que le había enviado Elliot.

En unas diez horas más, él aparecería delante de ella. Al pensar en eso, Avery sintió la necesidad de informar a Mike y a los niños sobre esto.

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