Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 695

Capítulo 695:

Chelsea era despiadada y salvaje. Cualquiera que cayera en sus manos no acabaría bien,

«…haré que Chad haga que Ben vaya a buscar a Chelsea Tierney» De ninguna manera Mike iba a dejar que Avery fuera a ver a Chelsea. «Ella no quiere nada más que te pase algo malo. ¿Ir a verla ahora no sería buscarte problemas?»

La voz de Mike resonó en toda la villa.

Las expresiones en los rostros de Hayden y Layla se volvieron hoscas.

«No salgas, mamá», dijo Hayden con voz grave.

«Haz caso al Tío Mike y a Hayden, mami. Quédate en casa como una buena chica». suplicó Layla en voz baja mientras tomaba la mano de su madre. La aparición de sus hijos hizo que la razón volviera a la mente de Avery.

«No saldré». Cedió y se levantó del sofá. «Me voy a duchar».

Estaba tan ansiosa que sentía que su corazón ardía.

Quería hacer algo, pero todo su cuerpo se sentía pesado.

Antes, cuando estaba ansiosa por salir de casa, el bebé no dejaba de patearla como si supiera que algo estaba pasando.

Avery volvió a su dormitorio y cerró la puerta. Se apoyó impotente contra la puerta y respiró profundamente.

¿Realmente no podía hacer nada?

Si estaba en apuros, seguro que a Tammy se le ocurría alguna idea para salvarla.

No podía quedarse sentada en casa así…

De repente, el teléfono de Avery sonó y la devolvió a la realidad.

Después de contestar la llamada, la poderosa voz de Elliot llegó a través del teléfono.

«No te asustes, Avery. Ya he enviado gente a buscar a Tammy. La encontraremos, aunque tengamos que poner toda la ciudad patas arriba».

Sus palabras la dejaron ligeramente sin aliento.

«Quería enviarte un mensaje de texto antes, pero terminé enviando el mensaje a Tammy en su lugar. Ella sólo decidió venir a verme después de ver mi mensaje…»

«La secuestraron, Avery. Aunque no actuaran hoy, lo harían mañana o al día siguiente. Esto no tiene nada que ver contigo». Elliot corrigió los pensamientos erróneos de Avery.

«¿Por qué crees que no tiene nada que ver conmigo?». respondió Avery con voz ronca. «¡Aparte de Chelsea, no se me ocurre nadie más que pudiera hacer esto! Tammy nunca habría sido secuestrada si no fuera mi mejor amiga».

«Ben ha ido a buscar a Chelsea…»

«¿Crees que eso haría algo?» Los ojos de Avery eran fríos, pero su tono era más frío. «¿Crees que no conozco la relación entre Ben y Chelsea? si no estuviera llevando a tu hijo ahora mismo, ¡Ni siquiera te importaría la vida o la muerte de Tammy en absoluto!»

Elliot guardó silencio durante unos segundos y no discutió con ella.

«Voy a volver ahora mismo. Espérame».

Avery respiró profundamente y colgó el teléfono.

Arrastró sus pesadas piernas hasta el baño.

Abrió el grifo y se lavó la cara.

La idea de que Tammy pudiera estar siendo torturada en ese momento hizo que a Avery le doliera el corazón.

La pantalla de su teléfono se iluminó de repente. Miró con recelo el teléfono y vio el nombre de Tammy parpadeando en la pantalla.

Avery pensó que estaba soñando. Rápidamente cogió el teléfono y contestó a la llamada.

Una vez conectada la videollamada, en la pantalla del teléfono apareció un entorno desconocido.

Era un almacén oscuro con un grupo de hombres increíblemente sucios en él. Estos hombres miraban con ojos codiciosos a una mujer que estaba tirada en el suelo…

¡Tammy! ¡La mujer en el suelo era Tammy!

«¡Tammy! ¡Despierta, Tammy!» gritó Avery a todo pulmón. Al ver que Tammy no movía un músculo, sus uñas se clavaron en la palma de sus manos. «¡Suelta a Tammy! ¡Suéltala! Te daré todo lo que quieras».

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