Cuando sus ojos se abrieron -
Capítulo 686
Capítulo 686:
En el dormitorio principal de la villa, Avery estaba ordenando la ropa del bebé.
Tammy estaba sentada tranquilamente a su lado y la observaba atareada.
«¿En serio piensas criar al bebé tú sola, Avery? Eso sería agotador».
Avery dobló cada prenda de ropa una por una, y dijo suavemente: «Es cierto. Mi madre era la que me ayudaba antes con los niños. Nunca he tenido que pasar por ese tipo de agotamiento».
«Así es. Tu madre no está, y apuesto a que no te sentirías segura dejando al bebé con la niñera», dijo Tammy. «Dijiste que Elliot se mudaría entonces. ¿Es eso cierto?»
«Eso es lo que dijo». Avery colocó la ropa en el armario y luego dijo: «Entonces le dejaré hacerlo”.
«Si es así, ¿En qué se diferencia de un matrimonio normal?» exclamó Tammy, y luego se burló: «Oh, supongo que hay una diferencia. La diferencia es que él se muda a tu casa y no al revés».
La mención de Elliot hizo que Avery se diera cuenta de repente de que no se había puesto en contacto con ella desde hacía unos días.
«Creo que eres increíble, Avery. De hecho, has conseguido que tus tres hijos adopten tu apellido. » Tammy suspiró. «Si tengo hijos, tendrán que llevar el apellido de Jun. Puede que yo sea hija única, pero la situación de Jun es aún más extrema. Es el único hijo en tres generaciones de la Familia Hertz… ¿Qué puedo decir a eso? Mis padres tampoco tienen nada que decir». El corazón de Avery se hundió, y dijo en voz baja: «A los hombres les debe importar bastante que sus hijos lleven su apellido, ¿verdad?».
«¡Claro que sí! Sólo hay una razón por la que Elliot aceptaría que el bebé llevara tu apellido, y es porque te quiere. No se me ocurre ninguna otra razón».
«Dijo que no le gusta su apellido».
«¿Por qué no se lo cambia, entonces? Sus padres se han ido. ¡Podría cambiar su apellido si lo odiara! El hecho de no hacerlo es una prueba de que no lo odia tanto», planteó Tammy.
«No ha venido a buscarme en los últimos días. ¿Podría ser por esto?» Avery no pudo evitar pensar en exceso
«Es posible. Puede que diga que está dispuesto a dejar que el bebé lleve tu apellido, pero probablemente le importe mucho. Sólo se siente mal por haber peleado por ello contigo», continuó teorizando Tammy. «¿Qué te parece si sigues adelante y dejas que el bebé lleve su apellido?».
Avery asintió y dijo: «Lo hablaremos cuando nazca el bebé. Ahora todavía es pronto».
«¡Ja, ja! Pues dale una sorpresa», dijo Tammy, y luego acarició el largo cabello de Avery y preguntó: «¿De verdad estás dispuesta a cortar un cabello tan bonito?».
«Sería más conveniente». Avery pensaba cortarse el cabello corto.
«De lo contrario, la recuperación postnatal sería una molestia».
«¡Deberías conseguir más niñeras para que te atiendan!» dijo Tammy. «Si yo fuera tú, contrataría a diez niñeras y haría que me siguieran todo el día».
Avery no pudo contener la risa.
«Tú también podrías contratar diez niñeras ahora mismo».
«Todavía no estoy embarazada, ¿verdad? Realmente contrataré a diez niñeras cuando esté embarazada», dijo Tammy con seriedad. «No me extraña que Elliot quiera mudarse. Las cosas serían muy difíciles para ti si él no se involucrara».
«No es tan malo como lo haces parecer». Avery terminó de ordenar y luego arrastró a Tammy escaleras abajo. «¿Tienes hambre? Vamos a salir a comer».
«¡Claro! Conozco un sitio nuevo para hacer barbacoas. Allí tienen un helado muy bueno». Tammy estaba encantada con el tema de la comida. «Es una pena que tengas que vigilar lo que comes desde que estás embarazada».
«Eso es cierto. Me da un poco de miedo tomar algo demasiado frío, pero puedo comer carne».
Las dos charlaron mientras salían de la casa.
Al otro lado, Cole había pedido una mesa con deliciosa comida y una botella de vino tinto añejo.
Siguió cantando las alabanzas de Nora mientras inspeccionaba sus alrededores con el rabillo del ojo.
Cuando vio la figura negra que se acercaba a ellos, cogió la servilleta y se limpió la comisura de los labios.
La figura negra cargó hacia el lado de Nora, y luego salpicó una botella de líquido en la cara de Nora.
«¡Ah!» Nora gritó con agonía mientras se cubría la cara con las manos. La figura de negro escapó de la escena durante el caos.
«¡Nora! ¿Estás bien?» Cole dejó su servilleta y se apresuró a ir al lado de Nora.
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