Cuando sus ojos se abrieron -
Capítulo 58
Capítulo 58:
«¿Es la señorita Avery Tate?»
La voz baja y profunda al otro lado era cálida y educada.
«Sí, ¿Y usted es?» preguntó Avery.
«Hola, soy Charlie Tierney de Trust Capital. Conseguí su número a través del departamento de recursos humanos de su empresa. Me gustaría proponerle una colaboración», dijo Charlie.
«¿Trust Capital?»
«Así es. ¿Tiene tiempo para reunirse hoy? Estoy cerca de su oficina ahora mismo», dijo Charlie en un tono serio y sincero.
Tras pensarlo un momento, Avery aceptó su invitación.
Una vez que decidieron el punto de encuentro, llamó al director de recursos humanos de Tate.
«¿Conoces a Charlie Tierney de Trust Capital?»
«Es un inversor impresionante. Trust Capital es uno de los diez mejores bancos de inversión del país, por eso no dudé en darle tu número cuando me lo pidió antes», respondió el director de RRHH.
«Entendido», dijo Avery
«¿Necesitas que te acompañe cuando vayas a tu reunión? Me preocupa que te agobies si vas sola», preguntó el gerente.
La moral en Industrias Tate sufrió un gran bajón cuando Shaun dejó la empresa. También había provocado la renuncia de un puñado de empleados.
Si seguían sin conseguir inversores, la empresa no tardaría en encontrar su perdición.
«Está bien. Es fin de semana, así que deberías descansar», respondió Avery.
Buscó a Charlie Tierney en Internet de camino a la reunión.
Se quedó sorprendida cuando apareció su foto.
Parecía mucho más joven de lo que ella esperaba.
Miró su edad y descubrió que, efectivamente, era bastante joven.
Era extraño. Tenían la misma edad, pero ¿Por qué ella pensaba que Charlie parecía más joven, pero Elliot parecía mayor?
Volvió a mirar la foto de Charlie y encontró la respuesta.
Charlie tenía una sonrisa elegante en la foto, mientras que Elliot tenía una cara de póquer constante.
Cuando Avery entró en el Café Meadow, Charlie se levantó inmediatamente y la saludó.
Se sentó en la silla de enfrente y dijo: «Encantada de conocerle, Señor Tierney».
«Aquí no hay necesidad de formalidades. Llámeme Charlie», dijo con una cálida sonrisa mientras le pasaba el menú.
Avery agitó torpemente la mano en el aire y dijo: «No bebo café», luego hizo una pausa y se inventó una excusa: «He tenido problemas para dormir, así que el médico me dijo que dejara la cafeína».
Charlie dejó el menú y dijo: «Lo siento, no tenía ni idea. Vamos a otro sitio».
«Está bien, sólo tomaré un poco de agua», respondió Avery inmediatamente. «Ha mencionado estar interesado en una colaboración, Señor Tierney. ¿Le importaría decirme por qué está dispuesto a trabajar con nosotros?»
Charlie pidió una taza de café y un trozo de pastel, entonces le pasó el menú al camarero.
«Desde el punto de vista empresarial, quiero trabajar con ustedes porque tengo una buena opinión de Industrias Tate», dijo.
Avery lo miró fijamente y preguntó: «¿Está interesado en nuestro programa de autoconducción?».
La expresión de Charlie se volvió ilegible. Tras reflexionar un momento, dijo: «Tu padre quería aventurarse en el sector de los vehículos privados con el programa de autoconducción, pero creo que podemos hacerlo mejor. Podríamos llevar el programa al sector de la exploración, la búsqueda y el rescate, o incluso al militar… ¿No te parece?»
Las posibilidades en la mente de Avery se ampliaron de repente.
«Aplicar el sistema al sector privado es demasiado arriesgado», continuó Charlie. «Si algo sale mal, incluso uno o dos accidentes letales destruirían por completo la reputación de la empresa».
Avery asintió y dijo: «Es un punto muy bueno, Señor Tierney. ¿Puedo preguntar qué tipo de colaboración espera tener con nosotros?»
Charlie se ajustó las gafas, esbozó una ligera sonrisa y dijo: «Por lo que tengo entendido, alguien está interesado en adquirir Industrias Tate».
«Sí», respondió Avery. «Quiere comprarnos».
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