Capítulo 326:

Al día siguiente, Elliot se presentó en la unidad de cuidados intensivos a primera hora de la mañana.

Después de beber la sopa que la Señora Scarlet le preparó la noche anterior, la mente de Shea se nubló.

Se sintió agotada y se quedó dormida.

Cuando se despertó después de una noche de sueño, sus ojos estaban sin vida.

Eso fue hasta que apareció Elliot.

«¿Cómo te sientes hoy, Shea? ¿Te duele la cabeza?»

Su voz suave y familiar hizo que la emoción volviera al rostro de Shea.

«¿Por qué no viene Avery a verme, hermano mayor?», preguntó abatida.

Las cejas de Elliot se fruncieron ligeramente y la ternura de sus ojos desapareció.

«Ella no vendrá a verte. No pienses más en ella ni en sus hijos, Shea».

Ahora estaba aún más alterada.

«Ninguno de ustedes me cree… Avery habló conmigo. Me hizo muchas preguntas…»

A Elliot le dolió el corazón al ver la tez enfermiza de su hermana.

«No es que no te crea. Quizá te habló de verdad, pero sólo fue en tus sueños».

«¿De verdad?» Shea miró a Elliot, como si estuviera en trance.

¿Era realmente todo un sueño?

«Siempre sueño con nuestra infancia, pero vuelvo a la realidad cuando me despierto. Por muy reales que parezcan las imágenes y los sonidos, todo sigue siendo un sueño. Nada es real», explicó Elliot con paciencia.

Shea bajó la mirada, como si estuviera procesando y tratando de aceptar sus palabras.

Elliot salió del hospital a las diez de la mañana y se dirigió al Grupo Sterling.

La Señora Scarlet estaba cuidando de Shea, así que no se preocupó.

Shea estaba un poco abatida hoy, pero seguía siendo un estado de ánimo más adecuado para la recuperación en comparación con las intensas emociones del día anterior.

La Señora Scarlet mencionó que Zoe había recetado algunos sedantes a Shea.

¿Quizás esto era obra de la medicación?

Hablando de Zoe…

Cuando Avery le dijo anoche que viviera una buena vida con Zoe, se puso tan furioso que no pegó ojo.

Sin embargo, su opinión cambió ligeramente después de tener tiempo para calmarse.

Cuando Elliot llegó a el Grupo Sterling, entró en su despacho con Chad siguiéndole de cerca.

«Tate Industries tiene problemas, señor. ¿Ha visto las noticias?» preguntó Chad.

«No me interesa», respondió Elliot con frialdad.

Chad se había enterado por Mike de la pelea de Elliot con Avery, así que no le sorprendió la reacción de su jefe.

«El asunto es que Tate Industries ha hecho una declaración pública esta mañana anunciando su decisión de retirar todos los drones de la Serie Storm», dijo Chad con cautela mientras observaba la expresión de Elliot. «Mike me llamó esta mañana y quería que te preguntara si querías devolver todos los productos que habíamos comprado antes».

Elliot encendió su ordenador, luego levantó las cejas y dijo con despreocupación: «¿Sabes por qué Mike fue el que se puso en contacto contigo?».

Por supuesto que Chad sabía la razón, pero no se atrevió a mostrarla.

«Avery bloqueó mi número», dijo Elliot con una risa amarga. «No puede contactar conmigo, así que le pidió a Mike que lo hiciera». Chad se quedó sin palabras.

¡No se esperaba esto en absoluto!

Peleas aparte, ¡¿Había necesidad de algo tan infantil como bloquear el número de alguien?!

«¿Qué te gustaría hacer?» Chad vio el corazón roto de Elliot a través de su fría risa e intentó adivinar lo que estaba pensando. «¿Devolvemos todo y dejamos que sufran la pérdida?»

La expresión de Elliot se congeló.

«No sufrirá una pérdida monetaria. No devolveré nada. Que se sienta mal por ello».

Chad se quedó boquiabierto.

Cada vez le costaba más entender cómo funcionaba la mente de su jefe.

¿Quería que Avery sufriera, o se sentía mal por hacer que Avery devolviera el dinero?

Chad llamó a Mike cuando salió de la oficina.

«¿Cómo ha ido? ¿Qué dijo Elliot Foster?» preguntó Mike.

Chad se ajustó las gafas y luego dijo: «¡Haz que Avery desbloquee el número de mi jefe de inmediato! Está furioso por esto».

Mike se sujetó la cabeza con la mano y dijo: «¿No devolverá la mercancía si ella lo desbloquea?».

«Así es», dijo Chad con seguridad.

Mike abrió la puerta del despacho de Avery.

No había nadie dentro. Avery se había ido a la oficina a primera hora de la mañana para ocuparse de este fiasco.

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