Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 312

Capítulo 312:

La pregunta de Wesley dejó a Avery en silencio por un momento.

«¿Has amado alguna vez a alguien, Wesley?». Preguntó Avery en voz baja. «Si lo has hecho, entonces probablemente no te cueste tanto entender lo que siento».

Wesley negó con la cabeza.

«Uno se vuelve posesivo cuando ama a alguien. Quiero todo lo que tiene, y quiero ser la única a la que vea. Y lo más importante, quiero que la relación no tenga reservas», dijo Avery. Luego sonrió y continuó: «Tú mismo lo has visto. Tiene a Shea y está dispuesto a venderse por su tratamiento».

«Antes de conocer la discapacidad mental de Shea, la veía como una espina clavada. Después de descubrir que no era normal, la hostilidad que sentía contra ella empezó a desaparecer lentamente. Por supuesto, puedo llevar a cabo la segunda operación de Shea, pero no lo haré».

Wesley miró fijamente a Avery.

«¿Cómo crees que reaccionaría Elliot si se enterara de que puedo tratar a Shea?» preguntó Avery. Se sirvió una copa de vino y continuó: «¿Cómo ha tratado a Zoe? Está tan agradecido con ella que está dispuesto a concederle todas las peticiones… Wesley, no quiero que me dé las gracias por el bien de otra mujer».

Avery soltó una carcajada amarga y luego dijo: «¡Eso no me interesa en absoluto!».

Wesley le quitó la botella de vino a Avery y luego dijo: «Lo entiendo, Avery. Si no puede darte un amor perfecto, entonces prefieres no tomar nada de él».

«Eso no es todo. No sólo es incapaz de corresponder a mi amor, ¡Sino que también es incapaz de ser un padre para mis hijos!»

Avery sólo había bebido una copa de vino, pero su rostro se había vuelto escarlata y el tono de su voz estaba lleno de dolor y aversión.

«¡Él no quería a nuestros hijos! ¿Por qué permite que Zoe se quede con su bebé?

¿Por qué no la obliga a ab%rtar? ¿Eh?»

Wesley le sirvió a Avery un vaso de zumo y le dijo: «No te enfades, Avery».

«¡No te enfades, mamá!» Layla tiró del brazo de Avery. «Hayden y yo no necesitamos a una papa basura. Sólo necesitamos a mamá».

Avery acarició la cabeza de su hija y luego dijo con ojos sonrientes: «No estoy enfadada. Sólo estoy pensando en voz alta para despertarme».

Cuando Wesley le preguntó si quería contarle a Elliot la verdad, los ojos inocentes de Shea aparecieron al instante en la mente de Avery.

Había sentido que su corazón se ablandaba.

Lo había dicho todo en voz alta para que Wesley lo oyera, pero también era para ella misma.

Lo peor que podía pasar si Zoe operaba a Shea era que no hubiera ningún progreso.

Esto era aceptable.

Sin embargo, si Elliot se enteraba de que la persona que había operado a Shea era Avery, ¡Seguro que acabaría enredado con ella de nuevo!

Como si tener a Shea cerca no fuera suficientemente malo, ¡Ahora habría una Zoe embarazada para darle a Avery un dolor de cabeza aún mayor!

¿Cómo iba a decirle a Elliot la verdad? Era lunes en el jardín de infantes Starry River.

La escuela estaba situada cerca de la Starry River Villa.

Avery enviaba a sus hijos a la escuela todas las mañanas.

Si no podía llegar a tiempo por las tardes, Hayden llevaba a Layla a casa primero.

Los niños estaban prestando atención a la lección del profesor cuando una figura apareció de repente en la puerta del aula.

Layla reconoció inmediatamente a la persona.

«¡Hayden, Shea está aquí!» gritó Layla, y se dirigió a la puerta del aula con Hayden.

Una oleada de pesadumbre inundó el rostro de Shea cuando los vio.

«Tengo que entrar en quirófano mañana. Tengo miedo», murmuró en voz baja con una voz llena de ansiedad.

«¿Te va a operar la Doctora Sanford?» preguntó Layle.

Shea asintió.

«No dejes que te toque el cerebro, Shea. Para empezar, no eres tan inteligente. ¿Y si te hace aún más tonta?» dijo Layla. «Deberías esconderte como hiciste la última vez. No dejes que nadie te encuentre. Así no podrán obligarte a operarte».

Hayden miró atentamente a su hermana y dijo: «¡Deja de entrometerte!».

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