Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 270

Capítulo 270:

‘¿Cumplen años el mismo día? ¿Una coincidencia?’, pensó Avery.

Avery tomó la mano de su hijo y se dirigió hacia la puerta.

Una figura imponente apareció ante ella.

Elliot estaba vestido con una gabardina negra que le daba un aspecto frío y distante. No estaba segura de si eran sus ojos los que le jugaban una mala pasada, o si realmente parecía delgado.

Tras dos segundos de duda, Avery decidió desearle un feliz cumpleaños. Justo cuando iba a decir algo, vio que Shea se lanzaba sobre Elliot y, rodeándolo con los brazos, le dijo: «Hermano mayor, aquí tienes tu pastel».

Avery estaba de pie junto a Elliot y escuchó cada palabra que dijo Shea. ‘¡¿Hermano mayor?!’, pensó, ‘¿Shea acaba de llamar hermano mayor a Elliot?’.

Avery frunció el ceño mientras observaba a Shea.

Shea pudo sentir la mirada de Avery, y se encontró con los ojos de ésta. Tal vez fuera por la expresión severa de la cara de Avery, pero Shea se sintió ligeramente nerviosa.

Quiso invitar a Avery a compartir el pastel, pero acabó ahogándose en sus palabras.

«¿Le has llamado Hermano Mayor?» preguntó Avery con brusquedad. No tenía intención de asustar a Shea, pero no pudo evitar que sus palabras sonaran agudas.

Sobresaltada, Shea se escondió detrás de Elliot y éste se agarró a su mano con fuerza. «No tengas miedo, Shea. Vamos a por un poco de pastel».

Los dos pasaron junto a Avery y entraron en el aula.

Cuando Hayden vio el estado de aturdimiento en que se encontraba su madre, tiró de ella y le dijo: «Mamá, vamos a casa». Avery apartó la mirada, se reajustó y se fue con su hijo.

Cuando estaban dentro del coche, Hayden notó el ceño fruncido en la cara de Avery y dijo: «Shea también me llama hermano mayor».

Avery se giró para mirar a Hayden cuando cayó en la cuenta.

¿Cómo podía olvidar que Shea era discapacitada mental? El hecho de que llamara a Elliot ‘hermano mayor’ no significaba que realmente fuera su hermano. Se había dirigido a Hayden de la misma manera porque para ella, Hayden era mayor que ella. Tal vez se refería a Elliot como tal por la misma razón.

«En el expediente de Elliot no se menciona que tenga una hermana», continuó Hayden.

Avery se desperezó al instante.

‘¡¿Qué estoy fantaseando?! ¡Es imposible entre Elliot y yo!», pensó.

Mientras conducía, preguntó: «Pensé que no te gustaba Shea. ¿Por qué estabas celebrando su cumpleaños?»

Naturalmente, Hayden no iba a decirle a su madre que lo había hecho porque había llegado a un acuerdo con Elliot, así que se quedó callado.

«Sé que eres un chico de buen corazón. Shea es una mujer lamentable, así que no me molesta que hayas celebrado su cumpleaños con ella».

Hayden no quería responder a nada relacionado con Shea.

«El cumpleaños de Elliot es hoy también». Hayden no recordaba el cumpleaños de Elliot, y sólo se había dado cuenta de que era hoy cuando vio que había dos pasteles en el aula de Shea. Uno de los pasteles tenía escrito «Elliot» y el otro tenía escrito «Shea».

«¿Cómo lo sabes? ¿Tanto te importa?» Avery miró de reojo a su hijo. ¿Por casualidad quieres reconocerlo como tu padre?»

«No necesito un padre».

Avery se sintió ligeramente molesta.

«Si las cosas no fueran tan complicadas, creo que tú y Layla serían más felices con un padre».

«¡No necesito uno!» Hayden insistió tercamente.

La imagen de Elliot se había arraigado en la mente de Hayden, y éste nunca se lo perdonaría.

Elliot había traído a Shea de vuelta a casa cuando vio a Rosalie y a la familia de su hijo mayor. Cuando Elliot los vio, el disgusto llenó sus ojos.

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