Capítulo 1915:

El aeropuerto de Yonroeville.

Había pasado media hora después de que Elliot y Katalina terminaran de hablar por teléfono.

Katalina expresó por teléfono que quería ayudar a Layla a ajustar su actitud de aprendizaje, y esperaba obtener su apoyo.

Como padres, por supuesto, esperan que sus hijos puedan tener una actitud de aprendizaje positiva, así que los dos aceptaron la propuesta de Katalina.

Tras la llamada, Katalina les habló de su relación con Norah Jones. Y les explicó sinceramente que ella y Norah Jones no se conocen mucho.

Después de que Elliot escuchara la noticia, parecía estar petrificado por la mirada de alguien, así que Avery le acercó el teléfono a Katalina y le dijo que estaba bien.

Avery le dijo a Elliot: «¿No hay cámaras de vigilancia en toda la escuela? Dijo que podía utilizar sus descansos para ayudar a Layla con las tutorías y el trabajo ideológico, así que entonces sería bueno que los guardaespaldas vigilaran. He oído que su tono es muy sincero. Y aunque sea la prima de Norah Jones y tenga una buena relación con ella, no necesariamente le hará nada malo a nuestra hija, ¿Verdad? Además pudiste entregar las Tate Industries a Norah Jones, entregar a Layla a su prima no es un problema, ¿No?»

Elliot: «…»

Le pareció sentir insatisfacción en su tono.

Elliot: «El trabajo es el trabajo, mi hija es mi hija, ¿Cómo se pueden confundir las dos cosas?»

«Tate Industries también era como mi hijo». Avery sintió que ambos pueden confundirse.

Elliot: «¿Entonces te lo devuelvo?»

Avery: «¿No se lo has dado ya a Norah Jones?»

«Firmé un acuerdo con ella. Para ser precisos, ella aún no ha firmado el acuerdo y todavía lo está considerando. Porque le puse un objetivo casi imposible. Aunque las Tate Industries no sean suyas, son mías. ¿Cómo podría dársela fácilmente a gente extraña?». Elliot expresó su actitud: «No escuches los rumores de los demás, no veas las noticias ni digas tonterías». Avery le miró fijamente.

Elliot pensó que Avery estaba conmovida y que tenía algo que decir, pero Avery bostezó inesperadamente.

«¡Primero vamos al hotel! Tengo mucho sueño». Cuando Avery terminó de hablar, salió del aeropuerto.

En el avión, Avery no durmió.

Normalmente, en un avión de tan larga distancia, Avery suele quedarse dormida en el avión.

Pero esta vez, como Elliot estaba sentado a su lado, se sentía incómoda y no podía dormir.

El grupo llegó a un hotel de cinco estrellas en el centro de la ciudad y se registró.

«¡Vamos a dormir en una habitación!» Elliot discutió con Avery en voz baja: «Es más seguro así».

Avery levantó las cejas: «¿Es más seguro dormir contigo? ¿Crees que eres mejor que mi guardaespaldas? Si tengo que quedarme con alguien, bien podría vivir con mi guardaespaldas».

El guardaespaldas de Avery se sintió halagado, y las comisuras de sus labios se levantaron inconscientemente.

La jefa le tiene en gran estima y quiere dormir con él. Está muy contento.

El rostro de Elliot era sombrío y miró al guardaespaldas.

La alegría en el rostro del guardaespaldas desapareció de repente sin dejar rastro.

«Dormiremos en la suite presidencial». Elliot retiró la mirada y se giró a mirar a Avery. «Es más cómodo hacer videollamadas para los niños todos los días así. Tú podrás elegir en qué habitación dormir primero, y en cuál dormiré yo, depende de ti».

Tenía una actitud muy buena, a Avery le incomodaba un poco negarse.

Por lo general, una suite presidencial más grande tiene al menos varias habitaciones, y la distancia entre ellas puede ser mayor que la de las habitaciones individuales.

«¿Cuántas habitaciones hay en la suite presidencial de su hotel?» le preguntó Avery al recepcionista.

Después de comprobarlo en el ordenador, la señorita de la recepción respondió: «Una tiene cinco habitaciones y la otra nueve. Sólo quedan dos suites presidenciales en nuestro hotel».

Avery pensó un poco y dijo: «¡Entonces reserva la de cinco habitaciones! Dormiremos los cuatro juntos».

Elliot: «…»

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