Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 169

Capítulo 169: 

Avery sostuvo a Layla en sus brazos mientras ésta señalaba con su pequeño dedo a su hermano. «El hermano mayor me ha traído aquí».

«Oh… Hayden, ¿Cómo has sabido que estoy aquí?» Avery tenía una suave sonrisa en su rostro. No culpó a la niña. «¿Le pediste al Tío Mike que comprobara la ubicación de mi teléfono móvil?»

Hayden asintió.

Era el Tío Mike quien le había enseñado a hackear.

Avery desconocía en qué nivel se encontraban sus habilidades actualmente.

«¡Vamos! ¡Es hora de ir a casa! Tengo mucho sueño ahora». Avery ya no podía pensar con coherencia.

Salió del hospital con sus dos hijos y paró un taxi en la puerta. Se quedó dormida tras subir al coche.

Eran las 11:20 de la mañana cuando Zoe recibió una llamada de un desconocido. Le indicaron que fuera al Hospital Elizabeth.

Cuando llegó al Hospital Elizabeth, vio a Shea.

Tenía la cabeza vendada y los ojos cerrados. Estaba pálida.

Unas dos horas después, Elliot recibió una llamada de Zoe.

«¡Señor Foster, he encontrado a Shea! Está en el hospital. La he operado del cerebro». La voz de Zoe tenía una pizca de emoción.

En las últimas dos horas, Zoe había realizado un escáner del cerebro de Shea. ¡Descubrió que alguien había realizado una operación cerebral bastante delicada!

Zoe preguntó a la enfermera quién había realizado la operación, pero ésta le dijo que no lo sabía.

Aprovechando la oportunidad, Zoe tomó prestado el quirófano y fingió estar ocupada.

Cuando pasaron dos horas, llamó inmediatamente a Elliot y se atribuyó todo el mérito.

Como el buen samaritano no dejó su nombre, ¡No se podía culpar a Zoe por reclamar el crédito!

Elliot se apresuró a ir al Hospital Elizabeth.

Después de ver a Shea, su ritmo cardíaco disparado empezó a bajar.

«Doctora Sanford, ¿Qué está pasando?» Elliot se agarró al brazo de Zoe emocionado.

Zoe le cogió la mano grande y le dijo: «Shea se había desmayado y una persona amable la había enviado al hospital. Resulta que conocía a uno de los directores de aquí, y sabía que había vuelto a trabajar con ustedes. Así que me contó lo que había pasado, y aquí estoy».

Elliot no sospechaba que ella mintiera, pero seguía un poco confundido.

«¿Por qué la operas de repente?»

«No estaba en buen estado cuando la trajeron. Si me hubiera retrasado, aunque fuera un segundo, sus posibilidades de sobrevivir habrían disminuido. Así que la operé primero, y por eso no le informé del asunto antes». Zoe contó su historia rápidamente, ya que se sentía ligeramente culpable por la mentira que había dicho.

«¡Gracias!» Los ojos de Elliot se llenaron de lágrimas.

El hecho de que hubieran encontrado a Shea sana y salva, así como de que hubiera sido operada con éxito, era lo mejor que podía pasar.

Los dos últimos días habían sido una tortura para él.

Afortunadamente, Shea estaba bien.

«Señor Foster, ¿Quiere trasladar a Shea a un hospital mejor? Las condiciones de este hospital no son muy buenas», dijo Zoe. «Necesita recuperarse, y para eso necesita un hospital mejor».

Elliot asintió: «La trasladaré ahora». Zoe asintió satisfecha.

«Doctora Sanford, ¡Gracias por su duro trabajo!» Elliot le dio las gracias de nuevo. «¿Viste al amable individuo que la trajo? Debo agradecérselo personalmente».

«Cuando llegué, la persona ya se había ido. Como no se quedó, supongo que debe querer mantener su identidad en secreto».

Elliot asintió: «Tienes razón».

¡Ciento cincuenta y cinco millones!

En realidad, ¿Cómo podría alguien resistir la tentación de una suma de dinero tan grande?

Quería saber quién era esta amable persona.

Después de trasladar a Shea al mejor hospital, Elliot llamó a sus subordinados y les dijo: «Consigue las imágenes de la cámara de vigilancia del Hospital Elizabeth en la puerta principal.

Quiero que me envíen las imágenes de esta mañana».

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