Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 139

Capítulo 139: 

«Avery, voy a comprar comida. Descansa un poco si estás cansada», dijo Laura.

Avery abrió sus maletas y sacó sus pertenencias una por una.

«Ten cuidado ahí fuera, mamá. No estoy cansada, así que empezaré a deshacer las maletas».

«De acuerdo, ya me voy».

Una vez que Laura se fue, la casa se sumió instantáneamente en un tranquilo silencio.

Avery terminó rápidamente de desempacar, luego se levantó y revisó a los niños. Layla seguía profundamente dormida mientras Hayden yacía a su lado con los ojos cerrados.

Cuando Avery salió de la habitación, suspiró mientras una pizca de tristeza bañaba su rostro.

Hayden era un niño sano, pero era diferente a los demás.

Era un niño callado que se negaba a hablar con extraños.

Ya tenía cuatro años, pero nunca había ido a la escuela.

Avery lo había llevado a innumerables exámenes físicos.

Todos los chequeos salían normales, con la excepción de que su corteza cerebral estaba mucho más desarrollada que la de una persona normal.

El problema de Hayden era psicológico.

Sin embargo, ni siquiera los psiquiatras que visitaron pudieron resolver sus problemas.

Era bueno que Layla estuviera bien.

Puede que no le gustara hablar con extraños, pero al menos era capaz de expresarse.

El teléfono de Avery empezó a sonar de repente.

Lo cogió y contestó a la llamada.

«¿Has encontrado un lugar donde quedarte, Avery?»

Al otro lado de la línea estaba el asistente del Profesor Hough, Wesley Brook.

«Lo hicimos. Hayden y Layla están durmiendo, y mi madre ha salido a hacer la compra», respondió Avery.» ¿Cuándo vas a volver? Deberíamos quedar cuando lo hagas».

«Iré a verte cuando vuelva», dijo Wesley, y luego su tono se volvió solemne al continuar: «Hay algo que tengo que contarte. Hace unos cinco años, Elliot Foster encargó al profesor que hiciera algo por él. Era un asunto de alto secreto que el profesor ni siquiera me reveló. Hace unos tres días, Elliot Foster comenzó a reunir información sobre los estudiantes del Profesor Hough».

«¿Qué está buscando?» Se preguntó Avery.

«Cuando la policía estaba investigando la muerte del Profesor Hough, encontraron una grabación de su última conversación telefónica con Elliot Foster. Durante esa llamada, el profesor le dijo que le pasaría el caso a un alumno suyo, pero murió antes de poder mencionar un nombre. Supongo que… usted es la estudiante del que hablaba el Profesor Hough». Avery se quedó sorprendida.

«Es imposible que yo sea capaz de averiguar algo que el profesor no consiguió resolver después de cinco años».

«Nadie está más cualificado que tú. El Profesor Hough me dijo una vez que tus habilidades ya han superado las suyas…» Wesley hizo una breve pausa, y luego continuó: «Sé que intentas evitar a Elliot Foster, así que no incluí tu nombre en la lista de alumnos del profesor. Sólo le di una lista de alumnos que se convirtieron en médicos después de haberse graduado.

Nadie sabe que te quedaste en el laboratorio del profesor una vez que te graduaste. No hay forma de que lo averigüe».

«¡Gracias, Wesley!» dijo Avery mientras dejaba escapar un suspiro de alivio. «¡Las bebidas van por mi cuenta cuando vuelvas!»

Sus hijos eran su máxima prioridad.

Por el bien de su seguridad, no quería tener ningún contacto con Elliot.

«Ni lo menciones. Ahora estás en la misma ciudad que él, así que tienes que ser más precavida».

A las nueve de la noche, Hayden y Layla estaban tumbados en la cama con pijamas a juego.

El cálido brillo de la lámpara de su mesita de noche centelleaba en sus ojos brillantes y abiertos.

«¿Has averiguado quién es nuestro padre, Hayden?», preguntó Layla.

El rostro de Hayden era severo cuando respondió: «Cole Foster».

«¿Eh? ¿Se llama así?» preguntó Layla emocionada mientras se agarraba al brazo de su hermano. “¿Cómo lo has averiguado? ¿Cómo es?»

Las cejas de Hayden se fruncieron, su expresión fría era la viva imagen de Elliot.

Se levantó de la cama, y Layla le siguió justo detrás.

Hayden abrió una foto en su portátil y se la mostró a Layla.

«Ese es Cole Foster. Ese es nuestro padre».

Aquella tarde había hackeado el sistema del Hospital Avonsville y había encontrado el historial médico de Avery de hacía cuatro años. Su expediente médico materno de entonces decía que el padre de los niños era Cole Foster.

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