Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 133

Capítulo 133: 

Avery llevaba el cabello recogido en una sencilla coleta y estaba vestida con una chaqueta vaquera azul sobre un vestido blanco largo.

Con su guitarra en los brazos, tomó asiento en el taburete alto situado en el centro del escenario.

Mientras ajustaba el soporte del micrófono frente a ella, las luces de la sala se atenuaron y ella quedó iluminada por la luz del foco que la enfocaba.

El rasgueo melódico de la guitarra de Avery comenzó a resonar en la sala, seguido de su canto angelical.

Su mirada no buscó a nadie en particular entre la multitud, pero pudo sentir que un par de ojos la observaban con atención.

Avery cerró los ojos para sumergirse en su actuación.

Poco después, las luces del escenario se encendieron y una colorida ola de pétalos de flores flotó desde el techo

El público prorrumpió en vítores salvajes y frenéticos.

Avery abrió los ojos y sus gruesas pestañas se agitaron.

Su rostro era una imagen de desconcierto mientras los pétalos descendían frente a sus ojos.

Nadie le había dicho que habría una lluvia de flores durante su actuación.

¿Era un arreglo de última hora?

Las mejillas de Avery estaban calientes por la vergüenza, pero siguió con el resto de su canción.

De repente, un dron apareció de la nada y voló hacia el escenario.

Encima del dron había un ramo de flores.

El público estalló en otro rugido de emoción.

El corazón de Avery latía con fuerza junto a los entusiastas aplausos y vítores.

– Tammy sentía tanta envidia entre bastidores que empezó a resoplar.

«¡Ese vejestorio sí que tiene sus maneras!».

Acababa de llamar aburrido a Elliot Foster aquella tarde.

Sin embargo, no había nada de aburrido en esta lluvia de flores y en el dron de envío de ramos.

Tammy se sintió como si estuviera recibiendo innumerables bofetadas en la cara.

El dron se detuvo en el aire justo delante de Avery cuando llegó al final de su canción.

Con las cejas alzadas y los labios fruncidos, recogió vacilante el ramo de flores del dron.

Los aplausos y los vítores llenaron la sala.

«¡Feliz Navidad a todos!» dijo Avery por el micrófono mientras sostenía el ramo en sus brazos.

Su mirada recorrió la multitud hasta que se posó en la silueta blanca de la primera fila.

«¡Gracias! Gracias a todos».

El dron salió volando y los pétalos dejaron de caer del techo.

Elliot, que estaba sentado en la primera fila, tampoco aparecía.

Era como si todo no fuera más que un sueño.

Incluso ahora que había despertado del sueño, Avery seguía conmovida más allá de las palabras.

«¡¿Estás saliendo con alguien, Avery?! ¡Apuesto a que las flores eran de tu novio! ¡Incluso usó un dron para dártelas! ¡Eso es tan creativo!»

«¡¿Y esa lluvia de flores?! Tu novio preparó eso, ¿verdad? ¡Ninguno de nosotros recibió algo así durante nuestras actuaciones! Es muy romántico». Entre bastidores, un grupo de personas convergió sobre Avery y la rodeó.

Tammy corrió y la rescató de la turba.

Cuando irrumpieron por la salida de la sala, un estudiante alto y musculoso se interpuso en su camino.

«Hola, Avery. Me he enterado de que has salido de una relación hace poco… me enamoré de ti a primera vista cuando estaba en primer año, pero nunca he tenido el valor de decírtelo. Pronto te vas a graduar, así que…»

Antes de que Avery pudiera decir una palabra, Tammy saltó y rompió los sueños del estudiante.

«¡Está tomado! ¿Quién creías que había organizado esa lluvia de flores de hace un momento?

Además, ¿Crees que ese dron voló y le dio ese ramo porque sí?»

El estudiante se rascó la cabeza, y luego dijo: «Supongo que llegué demasiado tarde otra vez».

En ese momento, el sonido de unos pasos acercándose llegó desde detrás de ellos.

Avery se giró y vio el apuesto y sofisticado rostro de Elliot.

Bajo la luz perlada de la luna, sus rasgos parecían especialmente cincelados.

«Hola, tú…»

El estudiante observó cómo Elliot se dirigía al lado de Avery, y luego trató de adivinar quién era. «Tú debes ser el tío de Avery».

.

.

.