Cuando sus ojos se abrieron
Capítulo 106

Capítulo 106: 

Elliot fue detenido por los guardaespaldas de la Familia Tierney en su camino hacia la zona sur de la villa.

«No puede entrar ahí, Señor Foster».

«¡Déjeme entrar!» Elliot rugió con una furia salvaje. «¡Mi mujer está dentro!»

«¿Se refiere a la Señorita Tate?», preguntó el guardaespaldas, y luego añadió: «Acaba de salir de excursión con el Señor Tierney».

Elliot frunció los labios mientras sus ojos se convertían en orbes glaciales de hielo más frío que el abismo.

El guardaespaldas señaló en dirección a una colina no muy lejana y dijo: «Se fueron por ahí, pero ya está oscuro y es una caminata bastante empinada. Si no conoces el camino, te sugiero que los esperes dentro. Estoy seguro de que volverán pronto».

Elliot apretó los puños y subió furioso la colina.

En la sala de estar del ala sur de la villa, después de escuchar la lección de historia de dos horas del padre de Charlie sobre la creación de su empresa y sus pensamientos sobre Industrias Tate, Avery estaba desesperada por escapar.

«Gracias por dedicar su tiempo a hablar conmigo, Señor Tierney. Como hoy es su cumpleaños, hablaré con Charlie en otro momento de negocios».

Si el padre de Charlie no fuera la estrella de la noche, probablemente no habría podido aguantar sus divagaciones durante mucho más tiempo.

Charlie miró su reloj y luego le dijo a su padre: «Descansa un poco, papá. Avery y yo vamos a comer algo».

Mientras salían del salón, Avery se fijó en el cielo nocturno y sintió una peculiar oleada de pesadumbre en su interior.

Tal vez fuera porque era la primera vez que estaba allí, pero se sentía inquieta por el vasto terreno desconocido que la rodeaba.

“No tengo planes de aceptar tu inversión, Charlie” -dijo Avery cuando por fin se armó de valor para darle a Charlie su respuesta.

Charlie se quedó helado y la caballerosidad desapareció de su rostro cuando dijo: «¿Por qué? ¿Puedes darme una razón clara?»

«Es porque eres el hermano de Chelsea. No puedo mantener mi tranquilidad y aceptar tu invitación», dijo Avery sin rodeos.

«¿Te ha dicho algo Elliot Foster? ¿Planeas que invierta en tu empresa en su lugar?».

A Charlie no le sorprendió su respuesta, pero de todos modos se sintió herido.

«Tampoco voy a aceptar ninguna inversión de él», respondió Avery con ojos tranquilos y voz decidida. «Tengo que coger el metro para volver a casa, así que me temo que no me quedaré a cenar».

Ella había aceptado su invitación simplemente para darle su respuesta.

Ahora que había aclarado las cosas con él, era hora de que se fuera.

Charlie no esperaba que fuera tan insensible a toda la situación.

Su forma de hacer las cosas era sorprendentemente similar a la de Elliot.

¿Era esa la razón por la que no podían evitar sentirse atraídos el uno por el otro?

Charlie se agarró al brazo de Avery y le dijo: «Cena algo antes de irte. Elliot está aquí, así que puede llevarte a casa después. Si no, me preocuparé».

Avery retiró el brazo y dijo: «He llamado a un taxi antes. Debería llegar en cualquier momento».

«¡Quédate a cenar!» Charlie se quejó. «No hay razón para que nuestra relación se agriete sólo porque no vayamos a trabajar juntos. No soy tu enemigo, Avery».

Avery respiró profundamente.

Nunca había planeado estar en malos términos con Charlie.

Era imposible que fueran amigos, pero no necesitaba otro enemigo en su vida.

Cuando Charlie acompañó a Avery de vuelta a la sala de banquetes y la sentó, Chelsea cargó hacia ellos con dagas heladas que salían de sus ojos.

Se detuvo frente a Charlie y lo arrastró del brazo hacia el exterior.

La visión de los hermanos Tierney alejándose hizo que Avery perdiera el apetito.

La expresión de Chelsea antes era extrañamente oscura, como si algo malo acabara de suceder.

Avery miró inquieta a su alrededor.

Aparte de los que estaban en su mesa, los demás invitados no parecían haberse dado cuenta del extraño comportamiento de los hermanos.

Charlie mencionó que Elliot estaba allí, pero ¿Por qué no estaba a la vista?

Chelsea arrastró a Charlie fuera de la sala de banquetes y luego gritó: «¿Dónde está Elliot, Charlie? ¿Dónde diablos está?»

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