Capítulo 68:

«¿Avonsville? ¿Tú y tu abuela son de Avonsville?». Lucas se quedó un poco sorprendido.

Siena: «No. Mi abuela y yo somos de Yonroeville».

Lucas se sorprendió aún más: «Eres de Yonroeville, pero te fuiste a vivir a un templo en una montaña de Avonsville. Ahora vives en Thopiavelle… ¿Tu abuela te llevaba a trabajar por el mundo?».

Siena estuvo un rato sin saber cómo explicárselo a Lucas.

Al fin y al cabo, ella no entendía qué pasaba con muchas cosas cuando era niña.

Hacía todo lo que su abuela le pedía y estaba allí donde estuviera su abuela.

Al ver que Siena estaba aturdida y no podía contestar, le preguntó: «¿Tienes parientes en Yonroeville?».

Siena negó con la cabeza: «No lo sé. Nunca he estado en Yonroeville. Nací en Yonroeville, pero desde que tengo memoria, no he estado en Yonroeville».

«¿Entonces por qué no vas a Yonroeville a ver?» Lucas no quería verla vivir tan mal, así que le dijo: «Ve a buscar a tus parientes, por si acaso tienes parientes…».

«Joven Maestro, ¿Quiere que viva en casa de un pariente y moleste a los demás?». Siena respondió: «Pronto seré adulta y no quiero molestar a nadie. Aunque tenga parientes dispuestos a reconocerme, ya no necesito un tutor.»

«No te estoy pidiendo que vivas en casa ajena». Después de que Lucas dijo esto, todas las palabras posteriores se detuvieron.

Él mismo no quería relacionarse con parientes, así que ¿Por qué le pidió a Siena que buscara parientes?

Ahora que Siena ya tenía la capacidad de mantenerse a sí misma, era bueno que estuviera desamparada y no tuviera ninguna carga como ahora.

«Joven Maestro, esta pregunta la hice yo. Ya he comprobado la respuesta. Echa un vistazo». Siena puso sus deberes delante de Lucas: «Tú también deberías empezar a estudiar. Si no, no podrás aprobar el examen de acceso a la universidad».

«¿Crees que mi padre me impedirá ir a la universidad?». Lucas echó hacia atrás sus deberes. «Lo que más odio son las artes liberales».

Siena: «Joven Maestro, ¿Es usted parcial?»

Lucas: «¿Es extraño?»

Siena: «Se me dan mejor las artes liberales que las ciencias».

Lucas: «¿Has pensado alguna vez qué hacer después de graduarte en la universidad?».

Esta pregunta fue muy difícil para Siena.

Aún no sabía en qué universidad podría ser admitida, tenía que ir a la universidad, y luego quería ver qué carrera podría estudiar.

Los niños de su edad en familias normales tienen padres y parientes que les ayudan a elegir carrera, pero ella no.

«No sé… no sé en qué carrera graduarme para conseguir un trabajo». Siena se debatía.

Al ver su lamentable aspecto, Lucas no pudo evitar decir: «¡Cuando gane dinero en el futuro, puedes seguir siendo mi criada!».

Siena se sintió un poco conmovida, pero también un poco avergonzada: «Joven Maestro, en realidad no quiero ser criada todo el tiempo. Quizá pueda hacer algo que contribuya a la sociedad…».

Lucas: «Te daré un sueldo alto».

Siena: «…»

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