Contra la tormenta
Capítulo 9

Capítulo 9: 

El destino es algo tan maravilloso que se cumple o se pierde…

Karin vuelve a la escuela desesperada, ella nunca imaginó que sería tan difícil verlo. Y aunque eso sea frustrante, no está dispuesta a darse por vencida.

Cuando pensaba que no encuentra salida, un titular de un periódico de entretenimiento atrae su atención: «La Familia Charlie organizará una mascarada el 13 de agosto».

‘¿Mascarada? ¿No es otra oportunidad para verlo?’.

Acude por segunda vez a casa de Charlie y se presenta como invitada. Sin embargo, olvida que la fiesta no es para que asista cualquiera, y que no podría entrar sin una carta de invitación.

Apoyada en la madera de botoncillo, observa a los demás entrar con grandeza, su corazón está sufriendo.

A Billie se la han llevado cinco días. Si no puede volver a ver a Charlie, las consecuencias serán impensables. Esta es su única oportunidad hoy. De todas formas, no debe perderla. Apresurada, detiene a un joven que pasa a su lado.

«¿Señor, puede entrar conmigo?”. Al ver los ojos del hombre llenos de dudas, ella le explica rápidamente: «Quiero entrar a buscar a alguien, pero no puedo entrar sin una carta de invitación. ¿Podría ayudarme?”.

Tal vez la urgencia y la ansiedad en sus ojos hacen que el hombre no pueda soportarlo, y acepta: «De acuerdo, sígame».

Karin le da las gracias, sujetando el brazo del hombre, y entra en la puerta de la ‘Casa Charlie’.

Dentro de la casa es otra escena. Es elegante y magnífica. Un imponente palacio se alza ante ella, dándole una ilusión como la de volver a la Dinamarca del siglo XIX.

Ella se pone una máscara de zorro de color púrpura y se despide del hombre que la hace entrar.

Cuando la rechazaron, tuvo dificultades para entrar. Ahora está dentro, y no sabe cómo encontrar a Charlie. Hay cientos de personas aquí, y los verdaderos rostros están ocultos bajo preciosas máscaras. La posibilidad de encontrar a la persona que busca con una sola mirada es muy escasa…

‘Bueno… ¿Dónde está Charlie?’.

Detrás de ella hay dos mujeres susurrando vestidas con extraños trajes. Karin levanta las orejas para escucharlas hablar, lo cual es demasiado importante para ella.

«Él debería estar todavía arriba. Siempre aparece al final del baile».

‘¿Arriba?’. Sus ojos se mueven al reposabrazos de madera tallado en la distancia. ¡Y ella realmente quiere ir hacia él directamente! Esto puede ser un poco abrupto, pero es más práctico que su búsqueda a ciegas entre la multitud…

Independientemente del éxito o del fracaso, no hay otro camino. Tiene que intentarlo.

Sube las escaleras, pero queda deslumbrada por el intrincado diseño de interiores frente a ella. Hay siete u ocho pasillos, sin mencionar cuántas habitaciones hay.

Explora de habitación en habitación y cree firmemente que, si sigue así, encontrará a la persona que busca.

Cuando llega a una de las habitaciones, la puerta está medio cerrada. Ella se dispone a entrar, pero de repente se oyen unos pasos que se acercan. Su mano en el marco de la puerta se ve repentinamente arrastrada por una brutal fuerza. Entonces, una persona con una máscara le tapó la boca, y estiró el dedo para pedirle que guarde silencio.

Karin contiene la respiración conmocionada, y una voz deliberadamente grave llega desde el exterior de la puerta: «¿Lo has encontrado?”.

«No.…».

«Sigue buscándolo…».

Ella levanta lentamente la barbilla, y mira hacia el par de ojos extraños bajo la máscara. Los latidos del corazón se aceleran de repente. ‘Es él’. Incluso después de dos años, todavía recuerda sus ojos fríos y profundos, ella aún los recuerda…

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