Contigo
Capítulo 81

Capítulo 81:

POV: Mónica.

“Gracias, me gustaría haberla tenido conmigo este día”.

“Ella siempre está con nosotros mi niña”, me dio un beso en la frente.

“Luces preciosa”.

“Gracias, tú también te ves muy guapo”.

“Claro, soy tu abuelo pequeña”, ambos reímos y escuchamos la puerta abrirse.

“¿Puedo?”, preguntó papá asomando la cabeza.

Los últimos meses ha estado más tranquilo ya el hecho de no tener a Ester no le duele tanto, ella tuvo que seguir su vida sin el apoyo de papá ya que este se hizo a un lado totalmente y su madre pues está en prisión pagando sus delitos

“Claro”, le respondo con una sonrisa que el devuelve a penas su mirada se cruza con la mía.

“Luces preciosa princesa”, dijo con lágrimas también en los ojos.

“Alonzo es muy afortunado en tenerte, eso nunca lo olvides, tu eres mi mayor tesoro”.

“Papá…”, dije con lágrimas en los ojos que estaba evitando qué salieran para no arruinar mi maquillaje.

“No llores amor, sabes que estaré para ti cuando lo necesites”.

“Lo sé, te amo”.

“Yo también princesa”, me dio un abrazo.

“Ahora es momento de entregarte, aunque si te arrepientes estas a tiempo”, sonreí por su comentario.

“Después de todo lo que Alonzo y yo hemos pasado creo que ninguno se arrepentirá en este momento”.

“Bueno, tenía que intentar hasta el final que el no se quedará con mi princesa”, dice con una sonrisa que yo devolví.

Tome mi ramo y camine con mi papá y mi abuelo al altar, si camine con ambos porque ambos merecen ese honor.

Ambos los dos hombres que más amo me entregarán hoy al amor de mi vida y por primera vez ninguno de ellos discutió, eso me hace realmente feliz porque son capaces de dejar sus diferencias a un lado por verme feliz el día de hoy.

Fuera de la habitación mis amigas esperaban con sus trajes de damas de honor, el cortejo fue haciendo su entrada, claro que estoy nerviosa y feliz al mismo tiempo.

Realmente esto es solo para hacerlo legal porque hemos estado viviendo juntos desde hace meses y desde hace meses también compramos nuestra casa juntos así que no sé por qué estoy nerviosa.

Empieza la marcha nupcial y todos se ponen de pie, es mi turno de entrar y encontrarme con el amor de mi vida al final del pasillo.

POV: Alonzo.

El papá de Mónica de verdad se transformó antes ni pasaba pendiente de su hija ahora quiere estar al lado de ella todo el tiempo.

Mónica dice que está asimilando la pérdida de Ester como hija pero de verdad me está sacando de quicio.

Primero quería que Mónica se fuera con el cuándo fuera dada de alta cuando ella ya prácticamente vivía conmigo, a que otro lugar podría ir ella qué no sea a mí casa donde ya conoce y se siente cómoda porque es su casa y el usando la excusa de que como si hija va ir a la casa de un hombre.

Por favor, a estas alturas, cree que todos estos años que hemos dormido juntos en la misma cama hemos estado jugando a las muñecas o que.

Al final acepto que ella se fuera conmigo, pero el iría todos los días a visitarla, nunca pensé que se lo tomará tan a pecho había días en los que llegaba incluso cuando nosotros no nos habíamos ni despertado o se quedaba a dormir en mi casa.

Cuando Mónica decidió volver al trabajo no estaba tan de acuerdo, pero al final ella siempre termina haciendo lo que quiere.

Al menos de esa manera su papá la ve en la oficina y no viene a estar todo el día en la casa con ella.

No me deja ni un minuto a solas con mi prometida, creo que tendré que darle un nieto para que concentre su atención en él.

Le he dicho muchas veces a Mónica que tengamos un bebé pero ella insiste en que aún no es tiempo y no sé por qué, yo creo que ella sería una excelente mamá y yo la ayudaría todo el tiempo.

Ella, mamá y las demás están con los preparativos de la boda me preocupa que Mónica se sobrecargue con el trabajo, la boda y encima su rehabilitación pero ella luce feliz con todo y eso me tranquiliza un poco.

El día que su médico le dio el alta del todo y ya no tuvo que hacer más rehabilitación tuve que pedirle a Antonio qué entretuviera a mi suegro.

Claro que en estos meses hemos tenido se%o pero siempre siendo cuidadoso de no lastimar su hombro hoy pienso hacerlo como nos gusta así que necesito al señor Harper lo más lejos posible, ambos disfrutamos como hace meses no lo hacíamos.

Los meses fueron pasando y decidimos que nos casaríamos en Napa esa casa y esa hacienda eran de la mamá de Mónica es una forma de tenerla a su lado este día.

Por fin llego el día, estoy ansioso por fin su papá dejará de discutir conmigo porque técnicamente “no soy nada de Mónica”. Hoy será mi esposa será toda mía y nada mi nadie la podrá apartar de mí.

Me parece irreal pensar en todo lo que hemos vivido juntos, hemos tenido nuestras idas y venidas pero ni el tiempo ni la distancia han podido reducir el amor que nos tenemos.

Desde esa ves que la vi cuando ella tenía dieciséis años y yo dieciocho supe que ella era la indicada, cambie todo por ella, porque sé que lo valía y aún sigo pensando en que si volviera a ese día que tome la decisión que ella sería para mí la volvería a tomar sin dudarlo.

Cuando volvió después de seis años confirme que no había otra mujer con la que quisiera pasar el resto de mi vida más que con ella.

Estoy esperando en una de las habitaciones a que llegue el momento mis papás están más que felices con esta boda, mamá ha estado pendiente de cada detalle, ellos adoran a Mónica, siempre la han considerado como de la familia.

Aún recuerdo cuando mamá se molestó conmigo y no me hablo cuando Mónica me dejo por idiota, estaba furiosa y me regaño como nunca lo había hecho y sabía que tenía razón yo mismo me reprendí en ese entonces por perder al amor de mi vida,

Gracias a Dios lo recupere y hoy estamos aquí a unas cuantas horas de unir nuestras vidas para siempre frente a nuestros seres queridos. Mis papás entran a la habitación con una gran sonrisa en sus rostros.

“Luces guapísimo”, dice mamá mientras me da un beso en la mejilla.

“¿Listo?”, pregunta papá.

“Claro, he estado preparado para este momento desde que ella aceptó la primera vez ser mi novia”, le dije con una sonrisa.

“Más te vale que no lo arruines”, advirtió mamá.

“jamás lo volvería a arruinar, me costó mucho convencerla llegar a este punto”.

“Lo que vale la pena cuesta hijo”.

“Lo sé”.

Bajamos y me coloque en mi lugar a esperarla. Nuestro pequeño secreto esperaría toda la vida, de eso estoy seguro.

Cuando la marcha nupcial comenzó a sonar mi corazón se aceleró la vi al final del pasillo con su abuelo y su papá a cada lado.

Se veía hermosa son su vestido blanco qué se amoldaba perfectamente a su hermosa figura.

Su sonrisa iluminaba su rostro.

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