Contigo
Capítulo 67

Capítulo 67:

POV: Mónica.

“Vamos a darnos un baño”, dijo mientras yo estaba colgada de él como un coala, abrió la ducha, me puso en el lavado nos desvestimos y nos metimos juntos a la ducha donde volvimos a hacer el amor.

Para el domingo nos quedamos todo el día en la cama haciendo el amor, él dice que se toma muy en serio el encargo del abuelo de darle un bisnieto.

Pará el lunes me fue a dejar a la oficina papá me escribió que quería hablar conmigo y con Ester ya sé lo que va a hablar.

Entre a mi oficina y Ester no tardó en entrar.

“Eres una arpía”.

“Buenos días Ester”, dije con sarcasmo.

“Le dijiste todo a papá y por tu culpa Rodrigo está en problemas”.

“Yo no le dije a papá él se dio cuenta y más te vale decirle la verdad cuando llegue si no quieres meterte en más problemas y con lo de Rodrigo él solito se buscó los problemas”.

“No, tú eras la que lo buscaba, eres una z%rra, que acaso no tienes suficiente con revolcarse con Alonzo, tenías que engatusar a Rodrigo y para que Alonzo no descubriera tu infidelidad inventaste que el intento abusar de ti”.

“Mira que buena historia, deberías venderla para una película.

“Eres una…”.

Papa entro a la oficina deteniendo lo que Ester iba a decir, se veía muy serio.

“Buenos días, las quiero a las dos sentadas”.

Él se sentó en mi silla detrás del escritorio y nosotras en las sillas frente a este.

“Quiero que me expliquen por qué una ha estado firmando documentos desviando fondos y la otra sabía todo y no me dijo nada”, dijo mientras nos veía a ambas.

Papá nos miró muy serio no pensé que se enoja ría por no haberle dicho que sabía en lo que estaba metida Ester.

“¿Entonces cuál de las dos hablara primero?”, nos dijo a ambas.

“Le estaba dando tiempo para que ella fuera la que hablara”, le dije.

“¿Y tú, que tienes que decir?”, le dijo a Ester.

“Tu hermana dice que te dio tiempo para hablar ¿Por qué lo hiciste?, nunca te ha faltado nada Ester”, dijo con un tono de decepción en la voz y Ester lloraba en silencio

“Lo siento”, dijo apenas Ester

“Ella no es la autora intelectual”, solté de un solo sin pensar, lo que hizo que ambos me miraran pero la mirada de Ester era de enojo y sorpresa por haber dicho eso, solo me encogí de hombros.

“Explícate”, pidió.

“Papá veras sin querer escuché una conversación…”, dije.

“Mónica, cierra la boca”, dijo Ester con los dientes apretados interrumpiéndome.

“Déjala terminar”, le espetó papá un poco molesto.

“Rodrigo ideó todo el fraude, pero Ester fue la que se embarró porque está enamorada de él”.

“Ester, ¿Lo que dice Mónica es cierto?”.

“No, claro que no, yo idee todo”.

“Ay por favor”, dije ya un poco hastiada

“Si Rodrigo ni siquiera te quiere de lo contrario no te hubiese pedido que cargues con la culpa”, le dije.

“Tú no sabes nada, el me ama claro, por eso ayer intento abusar de mi”.

“Seguro tú te le ofreciste como has venido haciendo todo este tiempo”, me gritó molesta.

“Basta las dos”, nos dijo papá mientras se masajeaba la frente.

“Ester tienes que saber que Rodrigo está siendo procesado por la ley, ayer intentó abusar de Mónica, hay videos donde el intenta forzarla, no quiere a ese hombre cerca de ninguna de ustedes”, advirtió en tono serio.

“Y en cuanto al fraude, es mejor que hables Ester, de lo contrario me veré en la obligación de retirarte mi apoyo, el abuelo de Mónica y los Spencer saben sobre el fraude, ellos dijeron que tomarán la vía legal para resolverlo, no puedo ayudarte si no hablas cariño”, Ester no dejaba de llorar.

“Es que él se molestara y dejara de quererme”, soltó entre sollozos

“Ay, por favor”, dije volteando los ojos.

“Mónica”, dijo papá para que me callara en tono serio.

“Ester cariño, esa no es manera de demostrar amor, si el deja de quererte por hablar con la verdad quiere decir que nunca te quiso”.

“Ustedes no entienden, no saben lo difícil que ha sido para mí encontrar a alguien que no me compare con Mónica todo el tiempo, él dice que soy única que me quiere”.

“Te aseguro que alguien más verá eso pero no te pedirá que hagas estas locuras por el cariño, claro  que no eres igual que Mónica mis dos hijas son totalmente diferentes pero ambas son listas, tienes mil cualidades cariño eres hermosa, inteligente y trabajadora cualquiera se enamoraría de una niña como tú”, en esta ocasión se lo dijo con un tono más tierno.

“Necesito que Rodrigo pague por lo que hizo Ester, no voy a permitir que tu pagues por él”.

“Yo lo amo”, dijo viendo a papá a los ojos, de verdad quería decir algo pero me abstuve porque sabía que papá me iba a volver a reprender

“Lo sé cariño, pero debes amarte más a ti misma,  si tú no te amas primero, no puedes amar a otros”, comenzó a llorar un mar de lágrimas, papá me pidió en tono bajo que me retirara y eso hice.

Salí de la oficina y Estela mi secretaria se acercó.

“Tu papá ya sabe todo”, me informó.

“Lo sé, llegas un poco tarde con la información, en este momento está hablando con Ester”, le dije

“¿Crees que esa niña hable?”.

“En teoría ya admitió que si fue Rodrigo ahora solo falta que entregue las pruebas.

“¿Crees que tenga pruebas?”.

“Ester puede parecer ingenua pero no es tan tonta estoy segura que tiene pruebas en contra de Rodrigo”.

“Espero tengas razón, nos ha costado encontrar algo contra él, por cierto te fuiste temprano del evento y hoy no he visto a Rodrigo por ningún lado”.

“Ni lo veras Estela, ni lo veras”.

“¿Por qué? ¿Sucedió algo anoche?”, pregunta.

“En efecto, pero será papá quien informe la causa del despido de Rodrigo”.

“Entiendo”.

Me quedé otro rato hablando con Estela, papá tardó una eternidad con Ester cuando salieron de mi oficina, papá me hizo un pequeño y apenas perceptible movimiento de cabeza dándome a entender que Ester le había contado todo, eso como sea me quito un peso de encima.

El resto del día pasamos todos incluido el abuelo revisando las pruebas que Ester tenía contra Rodrigo, sobra decir que la reprimenda que el abuelo le dio a Ester hasta a mí me hizo sentir mal.

Le exigió a papá que la sacara de la empresa, pero papá se negó y como siempre se armó una gran discusión entre ambos que duro un buen rato.

Discutimos al punto que Maga, Ester y yo los tuvimos que dejar solos porque no dejaban de discutir y no avanzábamos nada.

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