Contigo
Capítulo 41

Capítulo 41:

POV: Alonzo.

Después de desayunar los acompañé, ella se puso su bata y un gorro en el cabello y comenzó a trabajar en sus mezclas, le daba de probar a Antonio y este le daba su opinión.

Hay mucha confianza entre ellos por lo que se ve, verla trabajar me deja cautivado, ella desde el primer día lo hizo, no solo con su belleza y su elegancia, si no con su inteligencia y determinación.

Esa chica ayudaba a su papá a pilotar un maldito helicóptero a los dieciséis y podía dirigir sola a los trabajadores en sus haciendas.

Ellos la respetaban a pesar de ser mucho mayores, como no enamorarse de una mujer así, no se vale solo de su belleza, sino que es trabajadora, talentosa, inteligente, decidida, es única.

Por eso, por más que busqué a alguien que se le acercara tan solo un poco, no lo logré, como ella no hay dos.

POV: Mónica.

Alonzo al parecer se volvió loco, regresó al día siguiente a mi casa y mi cerebro me decía que lo apartará, pero mi cuerpo no respondía.

Me contó la supuesta historia de por qué se comprometió con Isabel, pero no sé qué creer, quiero creerle cuando dice que aún me ama, pero no lo sé, algo dentro de mí me dice que esto no está bien.

Fuimos al comedor y lo invité a desayunar, está pegado a mi como una lapa.

Antonio me mira raro, él sabe todo lo que lloré por el idiota de Alonzo, así que es obvio que le parezca extraño su comportamiento ahora, más sabiendo que él está comprometido con otra mujer.

Mientras estaba en el laboratorio la mirada incomoda de Alonzo estaba sobre mí, no ha dejado de mirarme en todo el día.

Trato de ignorarlo, estoy sentada revisando algunas cosas con Antonio sentado a lado mío y Alonzo a cierta distancia que no despega los ojos de nosotros.

“Él es extraño, me da escalofríos”, dice Antonio de manera que solo yo escucho lo que dice.

“Quiere que le dé una oportunidad”, digo sin apartar mi vista de lo que estoy haciendo.

“Él está comprometido Mónica, sabes que te aprecio y por nada del mundo voy a dejar que te traten como plato de segunda mesa, mereces que te amen y te respeten”

Ahí si mire a Antonio con una gran sonrisa en mi rostro.

“Gracias, eres un gran amigo”

“No voy a dejar que ese tipo se te acerque hasta que no resuelva sus asuntos, así que más te vale no enojarte conmigo, a veces eres medio bruta, más cuando estás enamorada”

“Tenías que decir algo tan lindo para luego arruinarlo”, dije frunciendo los labios, pero sé que él tiene razón.

Cuando terminamos en el laboratorio, Antonio no permitió que Alonzo me abrazara en cuanto vio sus intenciones, este último se enojó.

“hazte a un lado”, exigió Alonzo a Antonio.

“Señor, si mal no recuerdo usted está comprometido, y está mocosa de aquí es mi amiga, no voy a dejar que usted la lastime”

“Eres un simple guardaespaldas, más te vale que aprendas cuál es tu lugar y te dejes de confianzas con tu jefa”

Se lo dijo en tono severo y yo no pude evitar enojarme por la forma en la que trato a Antonio.

“Y tú no eres nadie para darle órdenes a mi personal, Antonio es más que mi guardaespaldas, es mi amigo y él está en lo correcto, tú estás comprometido y en lugar de estar perdiendo tu tiempo aquí deberías de estar con tu prometida, espero sea la última vez que tratas a Antonio así”

Tomé a Antonio de la mano y pasé por su lado.

“Deberías irte”, le dije a Alonzo.

“Mónica, lo siento, no debí hablarle así, dijiste que me darías una oportunidad”

“No te prometí nada Alonzo, tú tienes relación, hiciste tu vida ahora déjame hacer la mía”

“Sabes por qué me comprometí con ella”

“¿Qué? ¿Esperas que esté aquí esperándote todo el tiempo? ¿Qué te cases con ella y yo sea tu amante?, lo siento, yo no puedo hacer eso”

“No, te dije que iba a buscar la manera de romper ese compromiso, que ella me deje”

“No tienes el valor de dejarla, eso dice mucho de ti”

“No puedo, hice una promesa”

“Una promesa vacía según tú, en la vida y gracias a ti aprendí a alejarme cuando algo no me hace bien, dices que no la amas y no te hace feliz, pero sigues atado a ella, aunque eso te lastimé. Yo estuve muy asustada cuando te dejé, te amaba y me hacías feliz, pero esa relación no me hacía bien, prometidos estar juntos, pero me elegí a mí, yo puse en juego mucho por mí y tú supuestamente no sientes nada por ella”

Doy un paso adelante.

“Pongo las cosas en una balanza y no te entiendo, no te estoy pidiendo que la dejes por mí, no soy egoísta, te estoy diciendo que si no te hace feliz la dejes por ti mismo”

“Me siento culpable, por mí perdió a mi hijo”

“Ese fue el destino, por algo ese niño no nació, no me imagino creciendo en un hogar sin amor, las cosas suceden por algo” dije y seguí mi camino con Antonio.

“Bien jefa, así me gusta que te des tu lugar”

“Sabes, todo este tiempo no llegué a amar a alguien como lo ame a él, pero de una cosa si estoy segura, me amo mucho más a mí y sé lo que valgo, tienes razón yo no soy la otra y no pienso serlo nunca”

“Ves, mocosa, te he educado bien”

“¿Qué dices?”, dije mientras ambos reíamos.

POV: Alonzo.

Mónica me dijo unas cuantas verdades, ella por su felicidad me dejó aun amándome y yo no soy capaz de dejar a Isabel aun cuando no siento nada por ella, más que culpa.

Salí de la hacienda con las palabras de Mónica en mi cabeza, cuando perdí a mi hijo dejó de importarme mi felicidad, pero ahora que veo a Mónica siento que debo estar a su lado porque ahí es donde soy feliz.

Llego a la habitación con la idea de decirle a Isabel que no puedo seguir con nuestro compromiso, me asusta su reacción así que voy a intentar ser lo más delicado posible. Entro a la habitación y la veo hablando por teléfono en el balcón me acerco, al parecer no ha notado mi presencia y escucho algo que me deja helado.

“Se fue detrás de esa estúpida apenas la vio, ya no siente culpa, tengo que volver a embarazarme para que se quede a mi lado… Sí, tienes razón podría volver a embarazarme de otro y volverle a decir que es suyo, la primera vez ni siquiera lo dudo y eso que realmente no estuvimos juntos, no lo hará ahora, él es iluso… No, nos casaremos en cuanto esté embarazada y después lo vuelvo a ab%rtar por si se le ocurre hacer una prueba de ADN ya aborté uno solo para obligarlo a quedarse a mi lado otro no será problema”

Se gira y me mira, mi expresión es seria, cuelga la llamada.

“Así que me viste el rostro de tonto”

“No mi amor, no sé qué escuchaste, pero te lo puedo explicar”

“No era mi hijo y el ab%rto no fue por la discusión, tú lo abortaste”

“No, eso…”

“No más mentiras Isabel, sabias que no te amaba, nunca lo he hecho, que amo a Mónica, pero te aprovechaste de mí”

“¿Qué querías que hiciera?, ni siquiera cuando ella se fue me volteaste a ver, buscaste otras cuando me tenías a mí ahí y no te importo, te dije que estaba enamorada de ti”

“Esa no es excusa, te quiero fuera de mi vida, si te vuelves a cruzar en mi camino te juro que te arrepentirás, cuando llegue a Los Ángeles no te quiero en mi casa ¿Me entendiste?”

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