Casi perfecta
Capítulo 20

Capítulo 20:

“Si solo trataré de averiguar que no tenga algún otro documento que te comprometa, pero está bien. Ahora haré lo mejor para ti y para…”.

Ella me mira el v!entre y sin esperarlo me abraza y sentí, después de mucho tiempo, una contención que no tenía idea.

Imaginé mi vida con ella y con mi mamá y este bebé. Sin dudarlo imaginé y quiero una vida con él.

Hablamos un rato, él nos dejó.

Ella debía contarme muchas cosas.

En eso, él entra.

“Debo salir. Iré al pueblo en dos horas regreso. Anna…”, dice Karim.

“Si, ve yo la cuido”, le respondo.

Él se marcha.

“Anna, ¿Segura que mi madre nunca supo de ti? mira qué…”, me pregunta

“No, sé que tu madre al regresar a la vida de tu padre no le interesó su pasado y en parte la comprendo. Lo que no entiendo es como Ihlar nunca te dijo nada al menos para amargarte”, le explico.

“Es que al comienzo todo era perfecto y cuando se puso turbio menos sabía de él y de su vida… perdón, papá murió y fue allí donde el de verdad mostró su faceta”.

“Supe que tu padre drogaba a tu madre, ¿Cuál era el fin, matarla?”, le pregunto.

“No, sino ya lo hubiera hecho. Creo que la quería retener a su lado”.

“¿Cómo alguien puede vivir así?”, pregunto con lástima.

“Sé que a mi madre la muerte de mi hermano la dejo muy mal, pero son temas que ella no quiere tocar”

“¿Hermano?”, pregunto con curiosidad.

“Si, tuvimos un hermano”

“No sabía de él. Otro secreto bien guardado”.

Nos miramos y se nota que hay muchas cosas aún por decir.

…

Miro y no dejo de ver las fotos que Anura me trajo en la carpeta es una mujer hermosa casi perfecta como si de verdad mi mente ya no recordara la cara el rostro de hace tantos años.

“¿Quieres algo más?”, le pregunto.

No le diré que de verdad muchas dudas ahora mismo me están dejando casi sin pensar, no hablaré de mis temores con alguien que no podía ni responder

“No está bien, puedes irte”, me responde.

Él se marcha y no esperare más. Sé que Luz está con Anna entonces lo haré ahora mismo.

Salí de allí y me fui al barco, sé que llegaré al amanecer.

Tomo mi móvil y solo dejo un mensaje.

[Debo irme regreso pronto, cuídate, te amo]

Por más que ella no crea en mi palabra es algo que solo ella tendrá de mí. Seré un ser el cual no se mucho de esto pero aun así quiero toda la vida con ella.

Sé que me ama, sé que ahora el enojo de cómo se dio todo no la deja ver pero cuando lo haga yo estaré allí para ella.

Tomo el bote para ir a la ciudad. Debo salir a verla, tocarla, mirarla a los ojos y sobre todo  ponerla a salvo.

Ella es todo lo que amo en mi vida y ahora que logro ver que puedo tener una vida la tendré a ella.

Mi madre es lo que me hizo sumergirme en este oscuro mundo donde la luz dejó de entrar hace mucho, pero no la culpo, sé que los destinos están escritos.

Ya en el mar muchas cosas debo de pensar, cómo ponerla a salvo, el saber por qué esta en esa clínica y que comprenda que el miedo ya no estará en nuestras vidas porque ahora yo cuidaré de ella.

…

Mucho después…

Ya ha amanecido.

Todo está radiante, no es de los días que más me gustan. Los días nublados y lluviosos son los que prefiero.

Bajo del barco, tomo las llaves y el capitán me da la camioneta que está estacionada esperando por mí.

Tengo todo preparado, alquile una casa en el Norte y allí la alojare y si es necesario la llevaré con una enfermera.

No sé qué es lo que tiene pero al fin la veré.

Conduzco ansioso como si de verdad un niño lo llevaran al mejor parque, así como cuando ella me regalaba letras para terminar mis tareas.

Una lágrima se aloja en mí pero no se atreve a hacer y conduzco.

Cuando llego miro la fachada de la clínica y si no me equivoco, es la misma clínica donde está la madre de Luz.

Bajo y me dijo que iría a la recepción.

“Hola, busco a la Señora Samira Aleka”.

La Señorita busca pero no parece encontrar banda.

“Señor tengo una Samira pero es Hokin”

Me quedo pensando que ese es el apellido de Luz, será que su madre se llame como la mía tal coincidencia.

Saco el móvil para mostrarle la foto.

“Mire, esta es la señora que busco quizás esté con otro nombre es mi madre pero…”.

“Si ella es Samira Hokin es una mujer amorosa y su hija igual. No sabíamos que tenía un hijo, si quiere acompañar lo acompaño”.

Todos mis sentidos se paralizaron.

Las palabras de la chica no me dejaban pensar.

Le digo que sí y ella me guía por un pasillo.

Quizás esta confundida o los nombres fue la confusión.

Cuando llego, ella está en una banca leyendo un libro de espaldas a mí, cada paso que voy mi corazón se acelera hasta que la chica la llama.

“Señora Hokin su hijo vino a verla. Sabe que no puede recibir visitas pero por hoy será un para que esté más tranquila”, dice la Señorita.

Ella se para y al verme, el libro cae de sus manos y sin pensarlo corre a mis brazos. La tomo y la aprieto sin lastimarla.

Es mi madre, después de tantos años mi madre está aquí junto a mí.

Todo lo malo que ha pasado en mi vida ya no importa este abrazo lo cura todo.

Ella se para y cuando está tocando mi cara con sus ojos llenos de lágrimas se desmaya en mis brazos. La tomo y el médico llega a mí, la llevamos a una habitación.

La sorpresa fue mucha, se nota que es un shock para ella.

“Hola soy el Doctor Pier, ahora ella va despertar ¿Cuál fue el motivo de su visita? No está registrado como visita y su hermana no dejo datos de que vendría”, le dice el doctor.

“Es que estuve fuera del país durante muchos años y cuando supe que ella está aquí me preocupe, ¿Por qué está ingresada?”, le pregunto.

“No sabía que no estaba al tanto, su madre está en un plan de desintoxicación. Parece que fue drogada durante un tiempo y ahora debemos eliminar esa medicación de su cuerpo. Su hermana por seguridad nos pidió que no dejáramos que nadie la visite”

“¿Cuando habla de mi hermana, se refiere a Luz?”, le pregunto incrédulo.

“Si, Luz Hokin. Ella es la que está a cargo de todo y me alegra mucho que ella ahora tenga apoyo, ya que sabemos que la situación de su madre no es fácil”.

En eso sentimos que ella está volviendo en sí.

“Karim…”.

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