Atrapada con un doctor -
Capítulo 284
Capítulo 284:
En el laboratorio del Departamento de Investigación y Desarrollo, Angela se había puesto una bata de médico de asepsia, tras saludar a Malik Jia, entró en el laboratorio exclusivo de Arvin, donde no se permitía la entrada sin permiso previo.
Dentro del laboratorio, Arvin trabajaba atentamente en una prueba él solo.
Angela se acercó sigilosamente de puntillas a Arvin, pues quería que se sobresaltara, pero pronto se dio cuenta de que estaba muy concentrado en ello, así que decidió no seguir adelante.
Pero antes de que pudiera pronunciar nada, Arvin dijo de repente.
«Tráeme la botella de cloramina que está allí».
¿Qué?
Perpleja, Angela miró a su alrededor, pero no vio a nadie más.
«No mires a tu alrededor. Estaba hablando contigo».
Dijo Arvin sin voltearse, como si tuviera un ojo en la nuca vigilando cada movimiento de Angela.
Angela le acercó obedientemente la botella de cloramina, se la entregó y le preguntó.
«Oye, ¿Cómo has sabido que estoy aquí?».
Angela pensó que no había hecho ningún ruido al entrar en el laboratorio.
Arvin se dio la vuelta.
Debido a la máscara que le cubría la mayor parte del rostro.
Angela sólo pudo ver sus ojos sonrientes.
«Porque nuestros corazones están unidos».
Aparte de él, sólo Angela y Hogan Gu tenían permiso para entrar en este laboratorio Hogan estaba ahora de viaje de negocios en el País A, así que Arvin sabía bien que debía de ser Angela la que estaba allí.
Cuando Angela empujó la puerta para abrirla, oyó el sonido que hizo, así supo quién estaba allí sin siquiera girar la cabeza.
Angela se sonrojó; pero por suerte para ella, llevaba una máscara que le ayudaba a ocultar su timidez.
Dijo: «Señor Gu, ¿Sabe que tiene una lengua de plata para las palabras dulces?».
Arvin vertió cuidadosamente el líquido químico en el tubo de ensayo.
Cuando hubo llenado el tubo con la cantidad exacta, le contestó.
«No estoy seguro de si estaba diciendo algo dulce, pero… ¡Seguro que eres tú quien mejor sabe si mi lengua es buena o no!».
Angela sintió que el cerebro le iba a estallar.
‘¡Qué desvergonzado!’
El rostro de Angela enrojeció.
Hizo un puchero con los labios, miró a Arvin.
«¿No puedes tener una conversación normal conmigo? Desvergonzado».
A Arvin siempre le gustaba jugar con las palabras para flirtear con ella.
«No, ni siquiera puedo tener una conversación contigo siempre que estamos juntos, porque hay muchas más cosas que quiero hacer. Como esto…»
Atrajo a Angela entre sus brazos.
Como hicieron bajo el mar la última vez, Arvin la besó a través de la máscara.
«¡No!, ¡Hay una cámara de seguridad!»
Angela supuso que también había una cámara de seguridad en aquel laboratorio, como sabía que había una en el Laboratorio de la Mansión Shengfeng.
Arvin se burló.
«¿Quieres probar algo más emocionante aquí? ¿Qué te parece?»
«No, no. No debería interrumpir tu trabajo. Por favor, continúa con tu investigación».
Angela se sintió culpable por distraer a Arvin de su trabajo entrando en el laboratorio.
«Bien, entonces puedes quedarte aquí y ayudarme», dijo Arvin.
Dejó de coquetear con ella, ya que tenía una prueba importante en la que trabajar.
Arvin se concentró y siguió trabajando en su investigación.
Era sabido que un hombre concentrado en su trabajo era siempre el más guapo.
Angela le pasó cada elemento a Arvin, siguiendo sus instrucciones.
Había mucho silencio en el laboratorio.
Angela no podía evitar mirar el apuesto rostro de Arvin, con los ojos brillantes llenos de afecto.
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