Atrapada con un doctor
Capítulo 180

Capítulo 180:

Después de sentarse primorosamente junto a la más honorable primera dama del país, Angela escuchó en silencio su charla con Nicole.

Al cabo de un rato, no importa cuánto exactamente, la primera dama se giró hacia Angela y le dijo: «He oído el rumor de que hace poco te han regalado una Perla de los Mares del Sur, la más famosa del mundo así que tengo que preguntarte… ¿Es cierto?».

Sus palabras atrajeron la atención de innumerables personas; ahora todos los ojos estaban puestos en Angela, esperando oír lo que diría a cambio.

«¿Tiene la perla en la mano?».

«¡No es nada extraordinario, después de todo es la heredera del Hospital Chengyang!».

«Pero he oído que la Perla del Mar del Sur había sido adquirida por una figura muy poderosa de la ciudad de J».

La perla blanca del Mar del Sur, del tamaño de un puño, ya fuera en el País C, en el Imperio Shine o en el país A, había sido el tema más candente de los últimos tiempos.

Angela, después de un rato, asintió con honestidad en su mirada.

Realmente no esperaba que la esposa del presidente conociera esa información, mucho menos que le preguntara directamente por ella.

La esposa del presidente asintió y no dijo nada más.

En cambio, una señora que estaba a su lado, y que había observado a Angela durante mucho tiempo, tomó la palabra e hizo la pregunta que todos los que conocían la Perla del Mar del Sur se habían hecho.

«¿Angela piensa vender la perla en algún momento? El dinero no es el obstáculo……»

“¿Dinero? ¿Por qué le hablaste de dinero?». Janet se rio sarcásticamente mientras comía pipas de girasol.

Angela también era una persona directa, no una boba hipócrita acostumbrada a andarse por las ramas; inmediatamente, le respondió. «Lo siento, esta perla me la regaló alguien muy importante para mí. Me gusta tanto que nunca la venderé».

¿Cómo puede dársela a otra persona? Es un regalo de Arvin.

La bella dama no esperaba que Angela rechazara su oferta, su rostro se coloreó un poco por la vergüenza.

Se obligó a decir: «Parece que a la mujer del presidente también le gusta… ¿Puede cederlo la Señorita Angela?»

La esposa del presidente miró a la señorita con reproche. «Bueno, la Señorita Angela ha dicho que le gusta mucho, eso significa que no podemos imponer…».

Una mirada de reproche, pero acompañado de un tono de conciliación.

¿Cómo podía Angela no ver la situación entre ellas?

Mientras se llevaba con indiferencia un trozo de carne de ciruela a la boca, masticándolo lentamente hasta el estómago, respondió: «Bueno… seguramente nuestra Señora Presidenta es sensata, a diferencia de ti. He dicho que nunca me desprenderé de la perla, pero aun así me lo has pedido. Sé que no tienes intenciones viciosas, al menos ninguna que yo conozca, aun así, ¡Algunas personas pensarían que estás aquí intencionadamente para hacerme quedar mal!».

«¿Cómo me atrevo a hacer eso?» La dama enrojeció cuando se lo dijo Angela, que también era la preciada princesa de la Familia Si.

Sólo podía contener su descontento en su corazón mientras las llamas raspaban cada una de sus fibras.

Los ojos de Nicole recorrieron a varias personas antes de mirar a Angela con una sonrisa de advertencia.

«Angela, la Señora Duan sólo preguntaba. No quería decir otra cosa, se lo aseguro. La perla de los mares del Sur te la ha regalado un hombre de gran prestigio. Es tuya y nadie te la puede quitar».

Nicole pronunció sus palabras lentamente para que Angela las entendiera a la perfección.

El significado de la bella dama debía ser claro para que Angela lo entendiera, pero sus palabras también servían para protegerla.

El significado de sus palabras declaraba directa e indirectamente que lo suyo era suyo, ¡Nadie podía quitárselo!

Janet escupió la piel de una semilla de girasol y le dijo a Angela: «Angela, ¡Tu novio te quiere de verdad! Te dio la perla de los mares del Sur valorada en miles de millones de dólares… ¡Como muestra de amor! Debes apreciarla con todo tu corazón».

¿Muestra de amor?

La gente que oía estas dos palabras refunfuñaba envidiosa, y el pensamiento recurrente entre ellos era: ‘¿Quién le ha regalado la perla? ¿Acaso una muestra vale miles de millones?’

El dinero no era la cuestión, la cuestión era que en el concurso en el que participaron diez mil hombres, acabó en sus manos.

Por lo tanto, esto demostraba que esta persona no sólo era rica, sino también… ¡Poderosa!

Algunas personas celosamente dijeron: «Señorita Angela, ¿Esta perla del Mar del Sur se la envió el Doctor Si, o fue su novio? ¿Puede confirmarlo para todos?»

«¡Sí, todos tenemos curiosidad sobre esto!»

«¿Quién es el novio de la Señorita Angela?»

Había un pequeño número de tipos distinguidos en el País C que tenían la capacidad de ganar suficiente dinero para regalar algo así como una muestra de amor.

«En el País C, las familias ricas y poderosas incluyen sólo las Familias de Harry, Chuck, Eason y Samuel, los príncipes de las Familias de Harry y Eason se han casado. Entonces, ¿Él viene de la Familia de Samuel?».

El nombre de Scott les vino a la mente.

Scott estaba estudiando un máster en E$tados Un!dos. Un estudiante así dependía del dinero de la familia. Así que quizá no era el candidato idóneo para ir por ahí derrochando dinero en una perla. Si ese era el caso, Angela era la niña de los ojos de otra persona.

La conversación y suposiciones de todos iban escalando.

«¿Por qué tienen tantas opiniones y juicios hacia las mujeres? Esto no es más que una perla. El novio de Angela se la dio por amor; ¿Es eso tan anormal?».

Después de que Janet dijera estas palabras, nueve de las diez mujeres que participaban en la insípida pero animada discusión cerraron completamente la boca.

A expensas del sentido de la intimidad de Angela, una persona del fondo de la mesa, siguió preguntando de todos modos: «¿Quién es el novio de Angela? ¡Dilo en voz alta y que se entere todo el mundo!».

Cuando un hombre se atrevió a hablar, muchos le siguieron.

«Bueno… ¡Todos tenemos curiosidad y envidia!»

«¡Por favor, Señorita Angela, satisfaga nuestra curiosidad y diga su verdad!».

Si Angela no hablaba, habría un nuevo tema de discusión sobre la mesa, a saber, una discusión de ‘sombrero pero no ganado’, sobre el misterioso pero inexistente novio que ella seguía mencionando, la autenticidad de su existencia sería puesta en duda.

¿Se atrevía a inventarse una historia tan escandalosa en presencia de la primera dama del país?

Angela se arrepintió de haber asistido a aquel banquete sólo para mujeres.

Miró de reojo a la esposa del presidente, sentada en la silla de honor.

La primera dama sonreía con gracia todo el tiempo y susurraba a las personas sentadas más cerca de ella, como si no le importara lo que ocurría al otro lado de la mesa.

Cuando Nicole se dispuso a hablar, se oyeron exclamaciones y gritos, uno tras otro, procedentes de la puerta.

El ruido era tan fuerte que la gente no pudo evitar mirar hacia la puerta.

«¿Quién es? ¡Qué hombre más guapo!”

«¡Qué hombre tan guapo, desde luego que lo conozco, es Arvin, el médico más brillante del Imperio Shine!».

«¡Cielos! ¿¡Cómo puede ser tan guapo!?»

«¡Oh!»

«¡Se me va a salir el corazón del pecho!»

«Debe haber venido a buscar a alguien que conoce, pero ¿A quién?»

«¿A mí?”

Cientos de mujeres como éstas, apartadas de cualquier tipo de verdadero sentimiento de amor por parte de sus amargados maridos, dejaron paso inmediatamente a hombre que venía de paso.

Angela, que bebía un té helado Long Island, se atragantó de repente.

Se suponía que de emoción por aquel hombre despampanante.

Tras toser intensamente, su rostro se puso rojo.

Se frotó los ojos con incredulidad.

Era difícil imaginar que el hombre que se suponía que estaba en Ciudad J en ese preciso momento, acababa de aparecer de repente ante sus ojos.

Arvin, con dos ayudantes, se situó finalmente ante la mesa redonda de la primera dama.

Miró fijamente a las mujeres que tenía delante, una por una, y luego dijo cortésmente: «Siento muchísimo molestarlas, señoras, por favor, disculpe la intromisión, Señora Presidenta, estoy aquí para encontrar a alguien que conozco».

Ella conocía a Arvin, debido a un viaje al Shine Empire para una entrevista.

Había tenido una enfermedad repentina, Arvin fue quien le dio el tratamiento que necesitaba para vivir una vida plena y hermosa.

Arvin tenía un rostro muy apuesto, demasiado apuesto para olvidarlo fácilmente.

La esposa del presidente, que era una mujer de mediana edad, estuvo a punto de deleitarse con la belleza de aquel hombre, pero se le pasó cuando alguien le susurró.

Le dijo a Arvin con una sonrisa. «¡Doctor Gu! Es usted muy educado, pero… ¿Cómo voy a saber a quién busca? ¿Es alguna señora de aquí?»

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Nota de Tac-K: Tengan una linda linda tarde, Dios les ama y Tac-K les quiere mucho. ٩(^◡^ )

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