Atraído por mi mujer de mil caras -
Capítulo 994
Capítulo 994:
Percibiendo la incomodidad de Marissa, Paul cambió suavemente de marcha.
«Everett, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos, y hace poco que he recuperado la memoria. Hay tanto de lo que ponernos al día… ¿podemos?».
Everett sonrió cálidamente.
«Será un placer. Por favor, guíame».
Cuando Paul empezó a andar, Everett se puso detrás de él, cogiendo sin esfuerzo la mano de Marissa y guiándola con él.
Marissa era plenamente consciente de lo mucho que Everett había ayudado a su familia y sabía que estaban prometidos, pero seguía sintiéndose como una extraña. Después de todo, hoy era su primer encuentro cara a cara.
Sin embargo, en un lugar tan público, Everett le estrechó la mano con fuerza. Esto la hizo sentirse incómoda, provocando un deseo instintivo de apartarse.
Everett parecía haber predicho su reacción. Justo cuando ella empezaba a retirar la mano, él la apretó con más fuerza, impidiéndole escapar.
Levantando la vista hacia él, captó su mirada justo cuando él se volvía hacia ella. Hubo una tensión incómoda por su parte, mientras él le ofrecía una suave sonrisa.
Con calidez en la voz, dijo: «Marissa, a tus ojos, este es nuestro primer encuentro. Sin embargo, siempre has sido una parte importante de mi vida. Te he observado desde lejos desde que eras una niña. Podría decirse que te he visto crecer».
Este comentario pilló desprevenida a Marissa, que casi se ahoga.
Sonaba como si él fuera mucho mayor que ella, haciéndola sentir algo eclipsada por él.
Everett continuó: «Te encontré cuando sólo tenías doce años, todavía en la escuela secundaria, mientras que yo tenía dieciocho y ya era un adulto. Desde ese momento, te he custodiado en silencio, sin dejarte ver».
El silencio envolvió a Marissa.
Las palabras de Everett confirmaban que había sido una presencia constante en su vida. Sin embargo, ella no había sido consciente de su vigilancia, que ahora la hacía sentirse asfixiada.
Mientras tanto, a los ojos de Everett, su papel había sido más protector que meramente observador.
Sonrió una vez más, diciendo: «Así que, por favor, no me rechaces. Intenta aceptarme. He esperado diez años para cogerte de la mano, aguantando mucho para esto».
Sus declaraciones supusieron una enorme carga para Marissa.
El compromiso la había pillado desprevenida y no estaba preparada para aceptarlo. Había pensado en proponer una alternativa para devolver el favor de la familia Brock y disolver el compromiso.
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