Capítulo 959:

Melinda siempre había sido la fiel compañera de Chloe, prestando mucha atención a todo lo que decía y hacía. En ese momento, no pudo ignorar la mirada señalada que Chloe lanzó en dirección a Derek. Había algo inusual, algo que Melinda no podía identificar.

Curiosa y atrevida como siempre, Melinda se acercó a Chloe y le preguntó sin rodeos: «¿Has descubierto algún oscuro secreto sobre esa zorra, Tiffany? No deja de mirar a Derek. ¿Está relacionada con él?».

La pregunta hizo que a Derek se le revolviera el estómago de inquietud. Había trabajado incansablemente para guardar el secreto al que Melinda aludía sin saberlo. Si saliera a la luz ahora… No podía imaginar las consecuencias.

Aelfric, ferozmente protector con su hermana, nunca toleraría ninguna injusticia contra ella. Si descubría el pasado compromiso de Derek con Marissa, su furia sería inevitable. Incluso podría cancelar el compromiso entre Derek y su hermana, Chloe.

Aunque había sido expulsado de la Base del Juicio Final y despojado de gran parte de su influencia, Aelfric seguía siendo el cabeza de familia de los Warren, un hombre con un poder considerable. Sólo un tonto se arriesgaría a ofenderle.

Derek sabía que no podía permitirse perder el apoyo de Aelfric antes de forjar con éxito su conexión con Black Mallow.

«Chloe», se apresuró a decir Derek, forzando una sonrisa desarmante, »Tiffany no tiene nada que ver conmigo, así que, por favor, deja de mirarme así. No quiero que Melinda se haga una idea equivocada».

Los labios de Chloe se curvaron en una mueca, sus ojos brillaron con una expresión inescrutable que no hizo sino profundizar el misterio.

Melinda miró a Chloe y a Derek, y su desconfianza crecía a cada segundo que pasaba. A pesar de lo que sentía por Derek, su lealtad hacia Chloe era inquebrantable. Si alguna vez tenía que elegir entre los dos, Melinda sabía que apoyaría a Chloe sin hacer preguntas.

«Por favor, dímelo», le suplicó Melinda a Chloe, con la voz llena de urgencia.

Chloe lanzó otra mirada aguda a Derek.

«Mira, Derek, nunca fue mi intención desvelar tu secreto, pero esto afecta a la futura felicidad de Melinda. Me temo que no tengo elección».

La expresión de Derek se endureció. Ya no cabía la menor duda: Chloe había descubierto su compromiso pasado con Marissa y estaba a punto de exponerlo a todos los presentes. Él era incapaz de detenerla.

El corazón se le aceleró en el pecho y sintió que se le iba el color de la cara. El terror de lo que pasaría si se revelara su secreto le consumía.

Por desgracia, su visible reacción no pasó desapercibida. Sólo confirmó las sospechas de todos de que la revelación de Chloe estaba ligada a él de alguna manera.

«¿Qué pasa, Cloe?» preguntó Aelfric, su tono oscureciéndose a cada momento.

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