Atraído por mi mujer de mil caras -
Capítulo 736
Capítulo 736:
Q dijo: «La criatura de la imagen fue una vez un humano normal. Después de infectarse con el nuevo virus, esta persona se transformó en lo que ves ahora. El cuerpo aún está cambiando y no sabemos en qué se transformará».
El corazón de Marissa latía con fuerza con esta nueva información. Por fin comprendía el origen del monstruo. La idea de que Tiffany pudiera transformarse en algo similar le produjo un escalofrío.
Sin embargo, Tiffany ya había contraído el nuevo virus. Marissa seguía sin conocer los detalles y el pánico no detendría la transformación de Tiffany.
Finalmente, Marissa averiguó que el lugar donde habían residido Lawrence y Lindsay era en realidad un centro de pruebas de la organización vinculada a Q.
Pero cuando Lawrence y Lindsay regresaron a Blebert, ella les hizo un examen exhaustivo, que incluyó análisis de sangre, y no encontró en ellos ningún signo del virus.
La gente del centro de pruebas no había inyectado el virus a Lawrence y Lindsay. En su lugar, emplearon un método único para enviárselos. Reflexionó sobre sus intenciones.
Inmediatamente, preguntó: «¿Estuvieron los hijos de Tiffany en su centro de pruebas? ¿Qué les ocurrió? ¿Y por qué me los habéis enviado de repente?».
Q respondió: «No tengo ningún control sobre las actividades de ese lugar, y la gente de allí me oculta los detalles. Así que me temo que no puedo darte ninguna respuesta».
Marissa se quedó sorprendida. No se había dado cuenta de que su organización disponía de varios centros de investigación. El alcance de esta operación secreta era mayor de lo que había imaginado.
Al principio había pensado que Q era una pieza clave de la organización, pero ahora parecía ser más bien una figura menor con una influencia y unos conocimientos limitados fuera de sus instalaciones.
Marissa preguntó: «Entonces, ¿cuál es exactamente su papel en la organización y cuánto sabe realmente de ella?».
Más opciones
Marissa estaba deseando descubrir la oscura organización que se ocultaba tras Q y saber más sobre quién era Q en realidad. Sospechaba que, aunque les interrogara, Q no revelaría nada.
Como esperaba, tras su pregunta, Q respondió con un emoji de alguien riéndose.
Q escribió: «¿De verdad crees que compartiría eso contigo?».
Aunque Marissa se había preparado para una respuesta así, le enfureció hasta el punto de apretar los dientes.
Marissa tecleó: «Q, no eres más que una lunática desvergonzada».
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