Capítulo 732:

«Cuando asalté la mansión Skytop para robar el chip, descubrí el virus que Clarissa y tú habíais desarrollado. La persona detrás de Clarissa se enfureció al saberlo. La reemplazó y la tomó bajo control», reveló Marissa.

«Ya veo. Sabía que Clarissa era una tonta inútil». replicó Q, con su decepción palpable en la pantalla.

Una mueca de desprecio escapó de los labios de Marissa. Q y Clarissa eran aves de la misma pluma maligna. Ella era lo bastante sabia como para no involucrarse en su disputa, así que no dijo nada.

«¿Qué más sabes? ¿Sabes quién está detrás de Clarissa? ¿Y quién es el nuevo presidente del Consorcio Peridot?». Q la inundó de preguntas.

Un trato malvado

«No lo sé», respondió Marissa rápidamente.

Estaba maravillada ante el poder y las capacidades de Paul. No esperaba que Paul ocultara su identidad con tanta eficacia. A pesar de la prolongada colaboración encubierta de Q y Clarissa, Q no había descubierto que el escurridizo jefe del Consorcio Peridot era el propietario del Sunrise.

«Clarissa es ferozmente leal a su jefe. He trabajado con ella durante años, he probado todos los trucos, pero nunca me ha dicho quién era su jefe», admitió Q.

«Ahora que ha sido sustituida y está bajo control, mi pista ha desaparecido. El nuevo presidente del Consorcio Peridot es un misterio aún mayor. Si quiero asociarme con el nuevo presidente, tengo que reconstruir mis conexiones. Maldita sea».

Marissa leyó las quejas de Q en voz baja. Supuso que Q debía de estar enfadado por haber confiado en ella, una desconocida. De lo contrario, no habrían revelado tanto.

Ya que Q había dicho tanto, continuó. «¿No te uniste a Clarissa para robar el chip? Ahora que lo tienes, ¿para qué necesitas al nuevo presidente?».

«Necesito un patrocinador rico para financiar mi investigación. ¿Por qué si no crees que llevo tanto tiempo tratando con esa tonta de Clarissa?

Mencionó que tenía un rival fuerte y que necesitaba un equipo poderoso para competir. Dijo que sin el equipo, estaría acabada. Yo tenía el virus; ella tenía los fondos. Unimos fuerzas».

Después de leer esto, Marissa conectó los puntos.

El rival fuerte de Clarissa era Kevin. Para competir con él, compró el nuevo virus a Q a un precio muy alto y creó agentes como Ayla. Era más un trato malvado que una cooperación de investigación científica.

En ese momento, Q se dio cuenta de que habían hablado demasiado y envió un emoji de arrepentimiento.

«No debería haber compartido todo esto contigo. Maldita sea. Pero Clarissa ha perdido su poder, así que no importa que lo sepas».

Marissa sabía que era poco probable que Q compartiera más, pero continuó: «¿El virus que pusiste en Tiffany es el mismo que el de Ayla? Házmelo saber».

Inesperadamente, Q respondió: «Pertenecían al mismo lote. Pero este nuevo virus muta a diario, y su forma final es aún incierta. Además, la velocidad y la dirección de la mutación varían de una persona a otra.

Así que no es posible tratarlos de la misma manera. Como no podemos predecir la velocidad y la dirección de la mutación, los efectos secundarios siguen siendo desconocidos. Cada persona reacciona de forma diferente al virus.

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