Capítulo 422:

Cuando Leo Foster, el director técnico de Windsoul Robots, llamó «jefa» a Marissa, Joziah se puso tenso. Le preocupaba que su negligencia pudiera revelar la identidad de su jefe.

Marissa mencionó que revelar su identidad podría traer problemas y poner en peligro el futuro de Windsoul Robots, incluidos sus planes para una oferta pública inicial. Sin embargo, Marissa manejó la situación con elegancia, ofreciendo a Leo una sonrisa tranquila.

Leo y Joziah, técnicos cualificados formados por el Dr. Finley, eran de los pocos en Windsoul Robots que conocían la verdadera identidad del Dr. Finley. La relación entre Leo y Marissa era tan estrecha como la que ella compartía con Joziah. Con una sola mirada, Leo se dio cuenta.

Al darse cuenta de su error, Leo mantuvo la calma y sonrió. «Sra. Daniels, he oído que tiene intención de invertir en Windsoul Robots y que ya ha hablado con el Dr. Finley. ¿Debo empezar a llamarla ‘jefa’ ahora?».

Marissa le devolvió la sonrisa y dijo: «Es demasiado pronto para eso. Aún no hemos ultimado los detalles de nuestra cooperación, y no es seguro que vaya a convertirme en accionista». Leo se limitó a encogerse de hombros, sonrió y dejó el tema. Joziah suspiró aliviado mientras observaba cómo Leo manejaba la situación.

Connor se volvió entonces hacia Marissa y le susurró: «¿También piensas invertir en Windsoul Robots?». Marissa respondió despreocupadamente: «El mercado de los robots domésticos está en auge. Veo mucho potencial y creo que será rentable participar».

Connor no se anda con rodeos y guía al equipo técnico de Windsoul Robots por las instalaciones del Grupo Daniels, con Maisea, Franco y Derek a su lado.

La visita empezó en una sala de conferencias donde un alto ejecutivo del Grupo Daniels presentó su equipo de investigación y desarrollo y sus capacidades. Tras la presentación, Connor habló en privado con Joziah.

«El Grupo Daniels está profundamente comprometido con el desarrollo de robots domésticos. Tenemos previsto realizar importantes inversiones en este campo en los próximos años para liderar a nivel mundial y dar forma a la industria. Con unos objetivos tan ambiciosos, necesitamos socios técnicos fuertes.

El Dr. Finley es un gran experto en este campo, y estamos ansiosos por colaborar con Windsoul Robots. Es una pena que el Dr. Finley no esté hoy aquí, pero por favor, transmita mis saludos, Sr. Aston. Si Windsoul Robots está dispuesto a asociarse con el Grupo Daniels, estaremos dispuestos a apoyarle plenamente».

Los modales genuinos y pulidos de Connor causaron una buena impresión en Joziah. A Joziah le resultaba mucho más agradable hablar con él que con Aottric. Tras el discurso de Connor, Joziah respondió cortésmente: «Puede contar con ello, señor Daniels. Entregaré su mensaje al doctor Finley».

«Gracias», respondió Connor con elegancia. Luego se volvió hacia Domenic y le preguntó: «¿Está todo listo?».

«Sí, Sr. Daniels», respondió Domenic.

Connor asintió y luego se dirigió a Joziah: «Señor Aston, ahora le llevaré a usted y a su equipo a visitar el Departamento de Investigación y Desarrollo Robótico y el taller de producción del Grupo Daniels».

«¡Bien, gracias, Sr. Daniels!»

A Joziah le sorprendió que Connor les acompañara personalmente en la visita, mostrando una gran estima por su equipo. Se sintió muy honrado. Connor condujo primero al equipo de Windsoul Robots al Departamento Uno de Investigación y Desarrollo Robótico, donde presentó a Franco a Joziah.

«Sr. Aston, le presento a Franco Brit, Director del Departamento Uno de Investigación y Desarrollo Robótico. Si tiene alguna pregunta sobre este departamento, Franco es la persona indicada».

Franco había estado esperando ansiosamente esta presentación. En cuanto Connor terminó su presentación, Franco se adelantó rápidamente, estrechó la mano de Joziah y dijo: «Señor Aston, es un placer conocerle». Antes de que Joziah pudiera responder, Franco continuó emocionado: «Señor Aston, el doctor Finley es mi ídolo. Soy un gran admirador suyo».

Aunque tal afirmación podría parecer halagadora viniendo de otra persona, el genuino entusiasmo de Franco la hacía encantadora. Joziah sonrió y dijo: «Qué coincidencia. Yo también soy un gran admirador del doctor Finley».

«¡Jajaja!» Franco rió suavemente y dijo: «Señor Aston, hemos preparado un regalo para el doctor Finley. ¿Podría dárselo, por favor?». Franco sacó entonces un pequeño objeto de su bolsillo. Al verlo, todos a su alrededor se quedaron atónitos.

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