Atraído por mi mujer de mil caras
Capítulo 414

Capítulo 414:

Humor

Estaba claro que Neil no tramaba nada bueno y había venido preparado. Sin embargo, Connor no se inquietó por ello. A lo largo de los años, Neil había causado problemas con frecuencia, con el objetivo de derribar a Connor de su posición y verlo caer. Connor se había acostumbrado a esos intentos.

«¿Quieres discutir un asunto familiar o de negocios?» preguntó Connor con calma. «Si se trata de un asunto familiar, por favor, espera hasta que esté en casa después del trabajo. Si se trata de negocios… Me temo que no tienes autoridad para discutirlo».

Con una sonrisa, Connor continuó: «El abuelo dejó claro cuando aún estaba con nosotros que, aparte de mi familia inmediata, a ti y a los demás parientes no se os permite interferir en ningún negocio de la empresa. Sólo recibís una asignación mensual para divertiros».

Estas palabras tocaron la fibra sensible de Neil. Su expresión se ensombreció mientras apretaba los dientes y decía: «Connor, el abuelo hace años que se fue. Deja de tratar sus palabras como si fueran leyes».

Luego señaló a Franco, visiblemente molesto, y dijo: «Incluso tu primo está empleado en el Grupo Daniels, pero a Derek, descendiente directo, no se le permite trabajar aquí. Es absurdo».

Volviéndose hacia Connor, le dijo: «Eso es lo que he venido a cambiar. Quiero que Derek también tenga un puesto en el Grupo Daniels».

Connor entrecerró los ojos y preguntó: «Neil, ¿estás sugiriendo que anulemos la regla del abuelo?».

«Debemos mantener las buenas reglas y desechar las malas», dijo Neil con firmeza. «¿Por qué deberías tú dirigir la familia y heredar todo el Grupo Daniels mientras yo llevo una vida tan modesta?

Incluso mis hijos tienen prohibido trabajar en el Grupo Daniels. Eras el favorito de nuestros abuelos y padres, y te has convertido en el cabeza de familia. Puedes usar el Grupo Daniels para tus propios objetivos y sueños.

¿Qué pasa conmigo? ¿Y mis hijos? ¿No tenemos derecho a tener ambiciones? ¿No merecemos subirnos a los hombros de nuestros antepasados y alcanzar mayores alturas? ¿Por qué sólo debemos recibir un estipendio mensual y esperar como si esperásemos la muerte?

Incluso en las antiguas familias reales, después de que el príncipe heredero ascendiera al trono, los demás príncipes seguían teniendo oportunidades de perseguir sus propios logros y sueños. ¿Por qué tienes que ser tan duro y negarnos siquiera una oportunidad?».

Neil respiró hondo, con voz resonante. «No puedo aceptar esto».

Tras dar rienda suelta a su frustración, prosiguió: «Si no puedes comprender mi frustración y mi descontento, piensa en tus futuros hijos. Si tienes un hijo, quizá sea manejable. Pero si tienes varios, ¿le darás todo en el Grupo Daniels a uno solo como hizo el abuelo, mientras los demás se las apañan?».

A medida que Neil se agitaba más, Connor mantenía la compostura. Escuchó en silencio a Neil y luego respondió con ligereza: «Tus argumentos tienen cierto mérito».

Al oír el tono suavizado de Connor, a Neil se le iluminaron los ojos y preguntó: «Entonces, estás de acuerdo en que la regla del abuelo es inadecuada, ¿verdad?».

«No exactamente», dijo Connor con calma. «Entonces, ¿qué papel te imaginas para Derek en el Grupo Daniels?»

Neil fue directo con su petición: «Derek estudió investigación y desarrollo robótico en la universidad. Está deseando dejar su huella en ese campo. ¿Qué tal si lo colocamos en el recién creado Departamento de Investigación y Desarrollo Robótico del Grupo Daniels?».

Antes de que Connor pudiera replicar, Franco no pudo evitar soltar una carcajada.

La expresión de Neil se volvió agria. «¿Qué es tan gracioso, Franco?»

Franco no se anduvo con rodeos: «¿No te parece un poco jocoso sugerir que Derek trabaje en el Departamento de Investigación y Desarrollo Robótico?».

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