Capítulo 20:

De repente, la pequeña sala de reuniones se sumió en un silencio absoluto. La mirada de Connor parecía congelar todo a su alrededor, y las venas azules de su frente resaltaban, señalando su intensa ira. Domenic estaba demasiado asustado para respirar siquiera.

Sin embargo, Marissa estalló en carcajadas. «Jajaja…» Se pasó la punta de los dedos por los labios rojos, riendo a carcajadas y claramente deleitándose con el momento. Domenic la miraba, mudo, con la boca ligeramente crispada. Si hubiera sabido que iba a ser tan grosera, la habría echado antes de hacer su informe. La aldeana le parecía increíblemente atrevida.

Al captar la fría mirada de Connor, Marissa dejó de reírse poco a poco. Bostezó, se levantó y abandonó la sala de reuniones, completamente divertida por la situación. Tras un largo silencio, Connor ordenó bruscamente con voz severa: «¡Encuentren al doctor Riss!».

Connor estaba decidido a descubrir la verdadera identidad de aquella audaz doctora, Riss, que se había atrevido a desairarle tan descaradamente. «Sí, señor», respondió Domenic, apresurándose a cumplir la orden aunque en su fuero interno se quejaba. Riss, el médico altamente cualificado, era muy misterioso. La gente conocía las excepcionales habilidades médicas de Riss, pero nada sobre sus antecedentes, su aspecto o incluso su sexo. Encontrar a Riss era como buscar una aguja en un pajar.

En los días siguientes, como esposa recién casada de Connor, Marissa residió en la mansión Daniels. La mansión Daniels era amplia y constaba de un edificio principal y varios auxiliares. Como miembro mayor de la familia, Arabella ocupaba naturalmente el edificio principal. Connor, como cabeza de familia, también vivía allí junto a Arabella. A los demás miembros de la familia se les asignaban varios edificios auxiliares en función de su antigüedad o de sus funciones dentro de la familia.

Teniendo en cuenta su apretada agenda y la frágil salud de Arabella, para garantizar su tranquilidad, Connor disponía de otro edificio para trabajar y celebrar pequeñas reuniones. Marissa vivía estos días en el edificio exclusivo de Connor. Aparte de reunirse con Arabella para charlar y comer en el edificio principal, pasaba allí el resto del tiempo, familiarizándose con la intrincada estructura social de la familia. Connor le había proporcionado perfiles detallados de la familia, y Cade se había encargado de presentársela y responder a todas sus preguntas.

Para Marissa, no sólo era importante comprender la dinámica de la familia Daniels, sino también los entresijos de la familia Nash. Asumiendo la identidad de Tiffany, necesitaba familiarizarse con la personalidad de ésta y con su lugar dentro de la familia Nash para asegurarse de que su propio disfraz no se viera comprometido.

Mientras tanto, persistían las discusiones en Internet sobre Denise y Derek. Como Derek había sido obligado a tomar clases de etiqueta, no tuvo ocasión de decirle al mundo que su prometida no era Denise. Se extendieron los rumores de que la familia de Denise había abandonado Adagend y que su paradero actual era un misterio. Todo Internet parecía ocupado en seguir los movimientos de Denise, y muchos streamers visitaban su universidad para hacer livestreams. Por suerte, eran las vacaciones de verano y Denise estaba escondida en el apartamento de alquiler de Marissa, a salvo del ojo público.

Marissa llevaba días sin llegar a casa, y ni sus padres ni Denise se habían puesto en contacto con ella. Parecían indiferentes a ella mientras sus necesidades económicas estuvieran cubiertas. Cada vez que llamaban a Marissa, era sólo para pedirle dinero, algo que parecían esperar como algo natural. Marissa no sentía nada por una familia tan fría y codiciosa. No le importaba si le tendían la mano o no. Ella les ayudaría económicamente si se lo pedían, ignorando sus críticas y su duro trato.

La razón por la que soportó este tratamiento y se mantuvo en contacto con su familia fue que la familia Nash de Adagend era su raíz. Mantener este vínculo era crucial para que la persona a la que había estado esperando pudiera localizarla a través de él. Marissa sentía curiosidad por saber más sobre Tiffany, así que se abstuvo de enfrentarse a Derek por el momento. Además, era poco probable que causara problemas durante al menos una semana. Se había enterado de que el curso de etiqueta al que se sometía era muy estricto, y no se le permitía tener su teléfono, por lo que era casi como un encarcelamiento.

El comportamiento de Tiffany confundió a Marissa. Tiffany había huido de repente, abandonando su matrimonio con Connor. Había ocurrido de forma tan inesperada que resultaba incomprensible. Tiffany se había esforzado mucho para conseguir el compromiso. ¿Por qué iba a huir el mismo día en que Connor y ella iban a casarse?

Ni los Daniels ni la familia Nash podían explicar por qué Tiffany había desaparecido; parecía haberse evaporado. Esto hizo sospechar a Marissa que algo terrible podría haberle ocurrido a Tiffany. Después de que Marissa expresara su preocupación, Cade presentó rápidamente un vídeo de vigilancia. Las imágenes mostraban claramente que Tiffany se había escapado sola aquel día. No fue forzada, y esto disipó las sospechas de Marissa.

Cade explicó: «Según nuestra investigación, Tiffany probablemente escapó al extranjero. Su rastro termina en la frontera. Su paradero actual es desconocido».

Marissa asintió y dijo: «¿Podrías facilitarme los datos personales de Tiffany? Me gustaría ver toda la información de su infancia».

Cade sacó enseguida un documento y dijo: «Sí, te lo he preparado». Marissa dejó a un lado los demás papeles, cogió el perfil de Tiffany y empezó a examinarlo minuciosamente. Al terminar de revisarlo, se quedó asombrada. ¡Tiffany era realmente una leyenda!

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar