Alquilando una mamá
Capítulo 47

Capítulo 47:

Amanda colgó, Anthony se alejó de ella y se dirigió al baño. Amanda se quedó pensativa en la cama hasta que él regresó.

“¿Por qué no puedo salir el viernes por la noche?”

“¿A dónde vas?”

“Voy a salir con Cindy.

“¿Todo el fin de semana?”

“Sí, es mi tiempo libre, ¿No?”

“Lo sé, pero pensé que… olvídalo”.

“Voy a casa de Ken, su amigo, dará una fiesta y me invitó.

“¿Y vas a ir a esa fiesta?”

“¿Hay algún problema?”

“Yo tampoco puedo salir a una fiesta, ¿Verdad?”

“No”.

“Ni siquiera le confirmé a Ken pensando que te molestarías si iba y ahora me entero de que tú irás”.

“Siento no haberte dicho antes, me enteré ayer cuando estaba con Lucy y me olvidé por completo. ¿Querías hacer algo este fin de semana?”

“Ya no”.

“Lo siento” dijo ella mientras se sentaba en su regazo” Es que no quería quedarme sola en casa en mi día libre, sabes que me gustan estos planes”.

“Si no hubiera estado aquí, no me lo habrías dicho, ¿Verdad?”

“Claro que te lo iba a decir, no te lo dije antes porque realmente me olvidé, supuse que ibas a estar ahí; claro que no me iría sin avisar”.

“¿Y si te dijera que no vayas?”

“Si me dieras una razón convincente, no lo haría”.

“Está bien”.

“¿Vamos a la fiesta?”

“Claro que no te dejaré sola, sobre todo con Peter en el área”.

“Ahora entiendo el motivo del enfado”.

“Tengo que cuidar lo mío”.

“Soy tuya, ¿Verdad?”

“Absolutamente”.

“¿Ah, sí?”

“Sí, señora” mientras hablaba, la tumbó en la cama y la besó.

“¿Sabías que se hará en la playa?”

“No, ¿No será aquí?”

“No, Cindy dijo que será en su casa de la playa”.

“Ahora es peor”.

“¿Por qué, señor complicado?”

“Otra vez te verán desnuda”.

“¿Qué quieres decir con desnuda?”

“Esos pequeños bikinis, Amanda.

“Ay dios mío, que celoso es este hombre.

“¿Estoy mintiendo?”

“Está bien, no estaré desnuda”.

“Dios dame el triple de paciencia”.

“Tonto”.

“Si te veo cerca de un hombre no me controlaré”.

“No harás nada, puedo hablar con otros hombres, Anthony, hacer amigos es parte de mi libertad”.

“Pero hay algunos que se confunden”.

“Lo que importa es que, si me vas a dar libertad, no te preocupes, pues yo solo quiero a uno y está aquí frente a mí”.

“Simplemente, Peter no tiene moral”.

“Lo sé”.

“¿No vas a advertirme nada a mí?”

“No, sabes qué hacer y qué no hacer, tengo que confiar en ti, necesito eso”.

“No te defraudaré”.

“Lo sé y eso espero, sé que habrá muchas mujeres encima de ti, pero solo quiero saber sobre tu actitud, tu postura”.

“Solo una mujer me llama la atención, la mujer más hermosa y maravillosa”.

“Bien”.

“¿Te quedarás conmigo allí?”

“¿No habíamos acordado mantenerlo en secreto?”

“Lo sé, nena, pero allí todos tendrán una pareja, así como en el Club, seguro que encontrarán a alguien para los dos”.

“No tenemos que hacerles caso”.

“Yo sé más sobre estas reuniones, siempre alguien atrapa a otro. Diremos que nos conocimos en el club, que te invité a salir y que, en este segundo encuentro, decidimos estar juntos. Solo diremos eso”.

“Bueno, puede ser”.

“Si no quieres, nos mantendremos alejados”.

“No, yo tampoco podré verte sin acercarme”.

“Está bien, ¿Quieres ir conmigo?”

“Tengo que ir con Cindy.

“La llamas y nos vamos los tres el viernes por la noche”.

“¿Y qué hacemos con Lucy?”

“La dejo en casa de mis padres”.

“Bueno, hablaré con ella porque Ken va a buscarnos a los dos”.

“Ken también es un desvergonzado, es muy inteligente”.

“¿Y con este también tengo que ser cuidadosa?”

“Aún más, querrá atacarte”. exclamó Anthony entre risas.

“Estaré atenta”.

Anthony la besó y luego se acostaron.

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