Alquilando una mamá
Capítulo 28

Capítulo 28:

Caminaron despacio con los brazos extendidos para no chocarse con nada, pero Amanda terminó golpeándose la panza con algo y sintió que le quemaba, así que se detuvieron, y él fue a la sala para buscar su teléfono. Encendió la linterna y volvió adonde estaba la chica.

“¿Estás bien?” preguntó él.

“Sí”.

“No mientas. Levántate la blusa”.

“Solo arde un poco”.

“Déjame ver. Creo que te golpeaste con un extremo de la mesa.

Al levantarse la blusa, vio que tenía un corte en la panza. Como le sangraba, él se preocupó.

“¿Qué demonios?” maldijo Anthony.

“Tranquilo, no me duele”.

“Siéntate y traeré cosas para limpiarte la herida”. Ella le hizo caso y se sentó en una silla, así que Anthony buscó de prisa el botiquín de primeros auxilios”. Espera un momento”. Llamó a alguien con su teléfono y pidió que encendieran el generador. Cuando volvió la electricidad, vio la expresión de dolor en el rostro de Amanda y empezó a sacar los medicamentos. “Qué mentirosa. Ahora déjame limpiarlo”.

“No, yo puedo hacerlo”. Ella se negó.

“Cállate. Vamos a la sala.

La tomó de la mano y se dirigieron al sofá, donde ella se reclinó para que Anthony pudiera limpiar el corte ensangrentado. Luego, él le bajó un poco los pantalones, por lo que apenas se le veía la ropa interior, y comenzó a curar la herida. Cuando él le colocó el algodón con el desinfectante, la joven se estremeció de dolor, pero lo soportó hasta que su jefe terminó de vendarla.

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