Alquilando una mamá
Capítulo 219

Capítulo 219:

Anthony fue a la empresa a encontrarse con su abogado. Cuando entró a la oficina, el hombre ya estaba ahí, Anthony se sentó y lo miró, como esperando noticias.

“El juez analizó el caso, podemos estar seguros de que todo está bien, a Lucy no te la quitarán, simplemente no sabemos qué pasará en el caso de Ruby”.

“¿Cómo así?”

“Como Ruby es su madre, puede tener derecho a verla. El juez puede conceder las visitas, pero como ella mintió en todo, él decidirá qué hacer”.

“¿Ella ya sabe que estamos al tanto de las cosas que hizo?”

“No, la estamos monitoreando”.

“Genial, resolvamos esto pronto, ¿Sí?”

“Voy a reenviar todo para que se resuelva lo antes posible”.

“Genial, quiero que la llamen para que se presente ese día”.

“Yo me encargo”.

Salieron del despacho y se fueron. Anthony salió justo a tiempo para recoger a Lucy. Amanda pasó la mañana trabajando bien y después del almuerzo recibió una llamada, fue a una habitación a darle puntos y atender las heridas de un paciente, al llegar a la habitación vio a Devon.

Amanda sintió que la rabia se acumulaba dentro de ella, pero se controló y actuó profesionalmente: tomó los materiales y el informe, lo leyó y se dirigió a él.

“Guau, quién diría que te encontraría aquí”.

“Hola, le voy a limpiar las heridas”.

“Te extrañé, como no tengo tu número traté de buscarlo, pero no pude encontrar nada de ti”.

“No hay nada que sepas de mí”.

“¿Volviste con tu ex?”

“No te debo explicaciones, por favor, cállate así puedo terminar”.

“¿Por qué te comportas así conmigo?”

Amanda hizo su trabajo concentrada y en silencio. Él la seguía mirando como si nada, le acarició el brazo, pero ella lo esquivó.

“¿Vas a actuar así conmigo?”

“¿Podrías hacer silencio?”

“Amanda, no hagas esto, yo te cuidé, nos divertimos, no finjas que no me conoces”.

“Ya terminé. Ya estás dado de alta, dentro de 15 días vuelve a quitarte los puntos”.

Amanda tiró los guantes a la basura y cuando se iba, Devon la tomó del brazo, Ella trató de soltarse, pero él no la dejaba.

“No me desprecies, yo no hice nada para que te comportes así conmigo; ¿Ahora que estás casada me vas a ignorar?”

“Como dije, no te debo explicaciones de mi vida, ya te dije gracias por cuidarme como dijiste, pero no te debo nada”.

“¿Qué está pasando aquí? Suéltala” dijo el Doctor Brown al ver lo que estaba ocurriendo.

“Ya se va” respondió Amanda.

“Ya nos encontraremos” aseguró Devon.

“Que tengas una buena recuperación” sentenció Amanda.

Devon se fue. Amanda miró al doctor y él la condujo a su consultorio. Allí se quitó la bata de laboratorio y mostró la marca morada que le había quedado en el brazo. Le explicó al doctor la situación y él le aconsejó que tuviera cuidado.

La tarde pasó rápido, Anthony fue a buscar a Amanda y se fueron a casa. Al llegar, Amanda fue directo al baño, se dio una ducha y se vistió. Luego Anthony se acercó a ella y la abrazó por la espalda.

“¿Cómo están mis amores?”

“Bien, estamos bien”.

“Qué bueno, te extrañé. Tengo noticias para ti”.

“¿Qué pasó?”

“Ruby no va a tener la custodia. La custodia es mía, pero el juez le puede dar derecho a verla”.

“Buenas y maravillosas noticias, ¡No la vamos a perder!”

“No mi amor, te dije que todo estaría bien”.

“Te amo, gracias”.

“Nadie destruirá a nuestra familia”.

“Nunca”.

Anthony la besó y Amanda terminó de vestirse para ir a cenar. La blusa que se puso dejaba ver parte de la marca del brazo; Anthony se le acercó, levantó la manga y se quedó mirando el moretón. Ella no quiso mirarlo.

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