Alquilando una mamá -
Capítulo 185
Capítulo 185:
Se pasaron la noche hablando; los padres de Amanda contaron historias de cuando ella era pequeña; Anthony se rio mucho escuchando las cosas que ella hacía y mirando un álbum de fotografías, por lo que ella se sintió muy avergonzada.
Había imágenes de todo tipo: ella sucia, jugando, sin los dientes frontales, llorando, haciendo muecas. Toda su vida estaba allí.
Sus tíos también contaron historias que la hicieron ponerse aún más colorada, pero fueron diversión garantizada para los demás. Daniel sirvió vino para todos, asaron queso, malvaviscos y maíz en el fuego.
En un momento, sonó el teléfono de Amanda y ella contestó allí mismo: era una videollamada y la que tenía el teléfono era Lucy.
“Hola, mi princesita” dijo Amanda.
“Mamá, estoy tomando un refresco”.
“Yo también, mi amor. Ja, ja”.
“¿Dónde está mi papá?”
“Hola, hija. Ya es hora de dormir, ¿Sabes, jovencita?” le advirtió Anthony.
“A la abuela no le importa” chilló ella.
“Tu abuela estará castigada cuando llegue”.
“No, papá”.
Todos estaban atentos y curiosos. Teresa se acercó a Amanda para mirar a Lucy, después, Amanda dio vuelta el teléfono para que todos pudieran verla y se quedaron encantados con ella.
“Hija, es hora de ir a la cama”.
“Me voy a dormir con la abuela y el abuelo”.
“Te estás poniendo muy consentida”.
“Déjala, yo estoy a cargo de la casa hoy” respondió Sabrina, divertida.
“Tráeme un regalo, mamá”.
“Bueno, bueno”.
“¿Estás en una fiesta?” curioseó la niña.
“No, mi amor. Mamá está con tu otra abuela y con tu abuelito”.
“¿Tengo otra abuela y otro abuelo?”
“Sí. Ahí contigo están los padres de tu papá y aquí están los de tu mamá”.
“¡Tengo dos abuelas y dos abuelos!” exclamó Lucy.
“¡Así es!”
La nena mostró tres dedos diciendo que eran dos, y todos se rieron de su ternura, por lo que ya podía decirse que había conquistado a la familia.
“Mamá, es hora de que Lucy duerma, mañana tiene clases temprano” dijo Anthony.
“Solo llamó para darte las buenas noches. Quédate con Dios y vuelve pronto” respondió Sabrina.
“Buenas noches”.
“Buenas noches. Adiós, mi amor” dijo Amanda.
“Adiós mamá y papá, y abuela y abuelo” agregó la niña.
Todos se rieron de ella otra vez. Amanda le mandó un beso y colgó. Su familia se quedó babeando por Lucy.
Como se hacía tarde, la abuela de Amanda se fue a dormir y, poco a poco, se fueron yendo de a uno y todos decidieron ir a dormir.
Ella fue a su cuarto y le entregó la ropa a Anthony; como no iban a dormir juntos, se despidieron en la puerta.
“Buenas noches, mi amor”.
“Buenas noches, hermosa. Imagina que estoy en esa cama” dijo él.
“Lo haré”.
“Te amo, princesa. Que duermas bien”.
“Yo también te amo. Que descanses”. Anthony le dio un beso de despedida y se fue. Antes de que entrar a su habitación, Amanda se dirigió hacia él.
“Cierra la puerta con llave, no quiero correr el riesgo de que te ataquen de nuevo”.
“Está bien, mi celosita”.
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